Como naranjas de oro con
incrustaciones
de plata son las palabras dichas a tiempo.
Proverbios 25:11
En cierta
ocasión, se despertó en mi el interés por cultivar violetas, así que me decidí
a hacer realidad aquel deseo repentino. Compré en un almacén un medio de
cultivo especial, algo de fertilizante, un insecticida y me puse manos a la
obra. Sembré varias plantitas en macetas, y las coloqué en un lugar estratégico
para que recibieran los rayos tenues del sol. Cada detalle estaba
minuciosamente calculado. Ahora únicamente hacía falta esperar a que nacieran
las primeras flores para comenzar a disfrutarlas.
Debo confesar
que al poco tiempo sufrí una gran desilusión. Las pocas flores que surgieron
eran pequeñas y frágiles, no valían gran cosa. O al menos a mí me parecieron
poca cosa, considerando las grandes expectativas que tenía. Un día, una de mis
vecinas me dijo algo que yo no sabía: que era necesario hablarles a las plantas
cada vez que las regara. Debía utilizar un tono dulce de voz y decirles lo
hermosas que eran. Desde aquel día comencé a hablarles a mis violetas. Confieso
que me sentía un poco rara, hablando sola y en voz alta, pero estaba dispuesta
a todo con tal de ver los resultados.
Hoy tengo un
pequeño vivero con violetas de muy diversos y vivos colores. La verdad es que
no estoy muy convencida de que hayan sido mis palabras de cariño las que las
motivaron a florecer, pero de lo que sí estoy completamente segura es de que
las palabras de cariño expresadas a las personas que nos rodean pueden hacer un
gran bien a todo aquel que las escucha.
Cuando alguien
recibe palabras de aprobación y aprecio, crece y florece espiritual y
anímicamente. Las palabras de ánimo refuerzan las conductas positivas, a la vez
que animan y elevan la autoestima.
El silencio
también puede convertirse en algo negativo. Omitir palabras de afecto, callar y
dar por sentado que la otra persona conoce nuestros sentimientos hacia él o
ella, es un gran error. El silencio confina a la gente al desamparo y la
soledad. Amiga, decidamos no callar, no guardar dentro de nosotras esas
palabras de ánimo que marcarán positivamente la vida de nuestros seres
queridos. Hoy tienes una excelente oportunidad para ayudarlos a crecer y a
florecer.
Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado
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