viernes, 13 de diciembre de 2013

TIEMPO PERDIDO

Portada Menores

Lugar: Carolina del Sur, EE.UU.

Palabra de Dios: Mateo 6:8

-¿A dónde habré dejado ese reloj? -murmuró Scott entre dientes-.

Estoy seguro de que me lo saqué aquí.

Revisó la mesa de luz, la cómoda, el ropero, la ventana, todos los lugares que se le ocurrieron, pero el reloj no apareció.

Si hubiera sido un reloj común, Scott habría abandonado la búsqueda, diciendo que ya aparecería. Pero, este no era un reloj común: era un reloj Rolex de oro y plata, que valía 3.800 dólares.

-Ven, Sampson -llamó Scott a su doberman de cinco meses-. Veamos cuán bueno eres buscando cosas. Ayúdame a encontrar mi reloj.

El perro se acercó obedientemente y comenzó a oler por allí. Pero, sus esfuerzos combinados también fueron en vano.

Durante el siguiente mes, Scott revisó su dormitorio nuevamente, una y otra vez, a menudo con la ayuda de su perro, Sampson. Era muy raro cómo había desaparecido el reloj.

Un día, Scott estaba sentado en la cama, cuando notó algo.

-Ven aquí, Sampson -lo llamó-. Déjame mirarte la panza.

Y así era: había un bulto de buen tamaño en el estómago del cachorro.

Llevó el perro al veterinario, y descubrieron que el bulto era el Rolex perdido. El cirujano veterinario sacó el reloj, que asombrosamente funcionaba aun después de haber estado en el estómago del perro durante casi un mes. El reloj perdido de Scott había estado muy cerca todo el tiempo, sin que él lo supiera.

Cuando enfrentas problemas, ¿te gusta arreglar las cosas solo?

¿Tratas de arreglarlas a tu manera? Recuerda: la respuesta a tus problemas está muy cerca: “…porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan”. Dios está listo para ayudarte. Háblale. Cuéntale tus problemas.

Lecturas Devocionales para Menores
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

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