lunes, 30 de diciembre de 2013

RENOVADAS CADA MAÑANA

Portada Mujeres
La humanidad entera sentirá temor:
proclamará las proezas de Dios
y meditará en sus obras.
Que se regocijen en el Señor los justos;
que busquen refugio en él;
¡que lo alaben todos los de recto corazón!
Salmo 64:9-10

Cada fin de año es un tiempo propicio para hacer inventario de nuestra vida.

Esa práctica nos ayudará a reacomodar nuestro equipaje y a deshacernos de las cargas innecesarias que hacen más lenta y pesada la travesía. Podrás examinar cada paso que has dado durante el largo trayecto de estos pasados doce meses, con sus semanas, días, horas y minutos.

Sin embargo, cuando llevamos a cabo dicho examen, la tendencia quizá nos lleve a resaltar los momentos desafortunados y a opacar los aciertos. No es raro que esto sea así, pues es imposible escapar de las turbulencias propias de la vida.

Si el año que termina te ha traído pruebas asociadas al dolor y la tristeza, piensa también que Dios te revistió de fortaleza para resistir y continuar viviendo. Hay muchas personas que este año se rindieron y perdieron el deseo de continuar con su existencia.

Ahora Dios pone frente a ti otros trescientos sesenta y cinco días que representan oportunidades, desafíos, luchas, alegrías, penas y también glorias. Cada uno de esos momentos deberá ser enfrentado con la actitud correcta para enriquecer la vida. Un extraordinario pensamiento emanado de la Palabra de Dios, y que debe llenarnos de confianza para enfrentar lo que traerá el nuevo tiempo, dice: “El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: ‘El Señor es  todo lo que tengo. ¡En él esperaré!’ ” (Lamentaciones 3:22-24).

Amiga, no sabemos cuál ha de ser el último día que hemos de pasar en este planeta. Únicamente la voluntad de Dios lo determinará. Por eso debemos vivir en un estado de plenitud cristiana. Aprópiate de las misericordias del Señor que serán renovadas a diario.

El nuevo año representa una nueva oportunidad para hacer de nuestras vidas un instrumento de paz y de amor en las manos del Señor. Nos corresponde compartir con los demás la maravillosa esperanza del cristiano de una vida mejor por toda la eternidad. Entrégale a Dios tu pensamiento y tu voluntad y tendrás aliento y fuerzas para ti y los tuyos.

Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

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