viernes, 13 de diciembre de 2013

¿DE VERAS ERES TAN FRAGIL?

Portada Mujeres
Quien halla esposa halla la felicidad:
muestras de su favor le ha dado el Señor.
Proverbios 18:22

Me asombra ver cómo algunas mujeres se consideran en extremo delicadas.

No pueden estar al frente de su familia en ausencia del padre, porque todo se vuelve un caos. Son incapaces de tomar las decisiones más sencillas y entregan el liderazgo de su hogar a sus hijos, permitiendo que hagan y deshagan a su antojo y sin criterio mientras ellas los contemplan desde un refugio de lágrimas.

Como esposas, esas damas exigen toda la atención de sus cónyuges. Estos últimos muchas veces tienen que sustraerse de sus actividades laborales para correr al lado de sus consortes con el fin de atender a sus más mínimas exigencias. Son mujeres en extremo quisquillosas, emocionales y sensibles, a tal grado que, en vez de ser una ayuda idónea para sus maridos, se convierten en una carga.

Elena de White hace referencia a esto con la siguiente reflexión: “La esposa no debe considerarse una muñeca a la que se debe mimar, sino como una mujer: una persona que pondrá el hombro bajo cargas reales, no imaginarias, y llevará una vida comprensiva y reflexiva, teniendo en cuenta que hay, además de ella misma, otras cosas en que pensar” (El hogar cristiano, cap. 16, p. 104).

Estas son algunas de las cualidades de una mujer de valor:

• Vive a plenitud sin abrigar el pesimismo, y confiando en Dios.

• Desarrolla una vida exitosa a pesar de las adversidades.

• No permite que las emociones negativas dominen su vida.

• Permanece al lado de su esposo aunque las circunstancias sean difíciles.

• Ayuda a su esposo a llevar las cargas del hogar.

• Es una buena administradora de los recursos familiares.

Amiga, si estás casada, colócate al lado de tu esposo como su ayuda idónea, y confía en que Dios te capacitará para desempeñar la gran tarea que ha confiado a toda esposa y madre. Si estás soltera, entrega tu vida al Señor rogando que te capacite para que, el día que te toque dirigir un hogar, puedas hacerlo con confianza y seguridad.

El tiempo que nos resta es breve, ¡entreguemos nuestra familia al Señor!

Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

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