Lugar: Carolina del norte, EE.UU.
Palabra de Dios: Gálatas 6:9,10
Katherine le
pagó al cajero y comenzó a empujar el carro lleno de mercaderías hasta su auto,
bajo la lluvia. Acababa de salir de su tumo de doce horas en el trabajo, estaba
agotada y se sentía un poco enferma. Hubiese regresado derecho a su casa, pero
había tenido que parar y comprar algo de comida, porque su mamá estaba por
llegar de visita. Cuando abrió la puerta de atrás de su auto, uno de los chicos
que embolsan las compras se acercó y le ofreció su ayuda.
-Gracias, pero
necesito acomodar yo las cosas -le dijo Katherine-.
Cuando llegue
a casa, solo voy a bajar las cosas que necesitan refrigeración.
El muchacho
sonrió.
-Súbase al
auto -le dijo-. Yo me encargo de todo.
Katherine
estaba contenta de salir de la lluvia, así que hizo lo que el chico le dijo,
pensando que cuando llegara a su casa tendría que bajar todas las cosas. Unos
minutos más tarde, el chico golpeó la ventanilla.
Cuando
Katherine le ofreció dinero por su ayuda, él sacudió la cabeza.
-Solo quería
decirle que las cosas que necesitan mantenerse en el frío son las que están mas
cerca de la puerta -le dijo, con una sonrisa-.
Espero que
tenga una buena noche.
Era un
sencillo acto de bondad, pero hizo que Katherine se sintiera mucho mejor.
“No nos
cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos
damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos
bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe”.
¿Qué puedes
hacer hoy, para ayudar a alguien? ¿Qué puedes hacer para alegrar a alguien en
este día? Un pequeño acto de bondad tiene gran alcance.
Lectura Devocional para
Menores
En algún lugar del
Mundo
Por Helen Lee
Robinson
No hay comentarios.:
Publicar un comentario