lunes, 9 de diciembre de 2013

UN CASA EN LLAMA

Portada Menores

Lugar: Washington, EE.UU.

Palabra de Dios: 1 Juan 3:16

El 26 de diciembre de 1981, Rey, un perro mestizo pastor alemán, estaba durmiendo en la sala de la familia Carlson cuando se despertó sobresaltado y comenzó a oler el aire a su alrededor. El humo comenzaba a ascender desde la habitación de al lado. Podía sentir el calor del fuego.

El perro comenzó a ladrar, mientras retrocedía hacia la puerta que le habían dejado abierta. Pero, nadie más en la casa se movía. Rey continuó ladrando, tratando de alertar a sus amos sobre el peligro en el que estaban, pero aparentemente todos estaban profundamente dormidos.

Con un gemido, Rey miró la puerta abierta que lo llevaba a la seguridad.

¡No podía dejar atrás a sus amos! Valientemente, se acercó a la habitación que se quemaba. Tendría que atravesarla, para poder llegar a los dormitorios.

La puerta a esa habitación estaba cerrada, así que Rey rasguñó y mordió el panel de madera, hasta que pudo pasar. Luego, corrió por la habitación en llamas y se dirigió derecho al dormitorio de la hija adolescente. Después de despertarla a ella, se dirigió al dormitorio de los padres. Para este entonces, el olor a humo era fuerte, y los Carlson inmediatamente se dieron cuenta de que su casa se estaba incendiando, y corrieron hasta un lugar seguro.

Rey tenía las patas muy quemadas, un corte en el lomo y astillas en la boca, pero, afortunadamente, se recuperó. ¿Puedes imaginar cuán agradecida le estaba su familia? ¿Puedes imaginar cómo lo trataron, de allí en adelante?

¿Cómo reaccionarías si alguien hubiera estado dispuesto a arriesgar su vida por ti? Eso es lo que Jesús hizo. De hecho, “Jesucristo entregó su vida por nosotros”. Él murió por ti y por mí, para que podamos vivir.

¿Cuán agradecido estás por su sacrificio de amor? ¿Cómo afecta esto tu relación con él?

Lecturas Devocionales para Menores
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

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