viernes, 27 de diciembre de 2013

UN VIAJE EN TRICICLO

Portada Menores
Lugar Filipinas

Palabra de Dios: Daniel 6:22

Equipados con Biblias y provisiones médicas básicas, Santiago y su compañero misionero Andrés salieron, listos para ir a visitar a algunas personas de la ciudad. Habían llegado a este lugar no hacía mucho tiempo, y habían encontrado que la obra de difundir el evangelio era desafiante y, a la vez, les traía muchas satisfacciones.

Al llegar a la calle, Santiago extendió el brazo e hizo señas a un triciclo. El triciclo era una forma común de transporte público en esa parte de las Filipinas. Consistía en una moto con un sidecar, en el cual viajaban los pasajeros. Santiago dijo al conductor adonde ir, y comenzaron el viaje por el camino lleno de baches.

Aunque habían orado antes de salir de la casa, Santiago sintió la necesidad de pedir la presencia de Dios una vez más. “Señor, por favor, está con nosotros hoy”, oró. “Ayúdanos a llegar al corazón de las personas con tu amor. Señor, realmente te necesitamos”.

Siguió orando en silencio, hasta que llegaron a su destino. Al bajarse, Santiago metió la mano en su bolsillo y sacó dos pesos.

-Salamat po [Muchas gracias] -dijo, pagando al conductor.

El conductor miró las monedas y sacudió la cabeza.

-Tres pesos -dijo.

-¿Tres pesos? Pero, si cuesta un peso por persona.

-"Tres pesos -insistió el conductor-. Ustedes son tres: uno, dos, tres.

Santiago y Andrés se miraron. En ese momento, se dieron cuenta de que un ángel había estado con ellos. Dios les estaba mostrando que no estaban solos. Al igual que el Daniel de la Biblia, ellos podían decir: “Mi Dios envió a su ángel” Nosotros también podemos decir lo mismo. Los ángeles de Dios cuidan de ti y de mí.

Lectura Devocional para Menores
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

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