Lugar: Senegal
Palabra de Dios: Lucas 6:37
Luego
de sacar dinero de un cajero automático, Katy caminó hasta un mercado al aire
libre, para comprar algunas cosas.
-¡Hola!
Bienvenida a Senegal -saludó un joven con voz alegre.
Katy
no quería que ningún extraño la molestara. Solo quería comprar las cosas que
necesitaba y volver a su casa.
-Déjeme
tranquila -dijo ella bruscamente-. No quiero hablar con usted.
Casi
olvidó el incidente, mientras buscaba las cosas que necesitaba.
Luego,
después de regatear con el dueño del negocio y de llegar a un acuerdo con
respecto al precio, Katy abrió su cartera, para sacar la billetera. Pero, no
estaba allí. Aunque buscó nuevamente, su billetera seguía sin aparecer.
Entonces, se palpó los bolsillos. ¡Nada!
Para
este momento, otras personas se habían dado cuenta de lo que pasaba.
-¿Dónde
estuviste hoy? -le preguntaron-. Quizá se te cayó en alguna parte. ¿Te ha
estado siguiendo alguien? ¿Hablaste con alguien?
En
ese momento, Katy vio al muchacho que la había saludado más temprano.
-Él
-dijo, señalándolo con el dedo.
Ella
no sabía si era el culpable o cómo podría haberle sacado la billetera, si ni
siquiera había estado cerca de ella. Pero, era la única persona con la que
había hablado en todo el día. Probablemente, él había querido vengarse por la
forma en que ella lo había tratado antes.
Si
estuvieras en el lugar de Katy, ¿qué habrías hecho? ¿Hubieras estado ansioso de
acusar al muchacho? A veces, es fácil juzgar a otros, echarles la culpa; pero,
eso no es lo mejor que podemos hacer.
Recuerda,
la Biblia dice: “No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les
condenará. Perdonen, y se les perdonará”.
Lecturas Devocionales para Menores 2013
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson
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