Ahora vemos de manera indirecta y velada,
como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera
imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. 1 Corintios 13:12
La
mayoría de los automóviles tiene escrita una frase en uno de los espejos
laterales que dice algo así como: “Los objetos que se ven en este espejo están
más cercanos de lo que parece”. Por supuesto que es una advertencia, para que
el conductor no sufra un engaño visual que lo lleve a tener un accidente.
Los
objetos están mucho más cercanos de lo que aparentan. Si el conductor no toma
en cuenta la advertencia del fabricante, las consecuencias pueden ser fatales.
En
esos espejos los objetos no solamente se ven más distantes, sino que también
parecen más pequeños. Algunas personas viven como si estuvieran mirando por un
espejo lateral, y por ende se colocan en un grave peligro. En ese caso, quienes
lo hacen serán engañados, pensando que Dios está lejos de nosotros, cuando en
realidad está más cerca de lo que imaginamos.
Cuando
dejamos de contemplar la visión celestial para mirar por uno de esos espejos,
no solamente nuestros sentidos pueden resultar engañados, sino que también
nuestra fe y nuestra confianza en Dios pueden debilitarse. Pensamos y creemos
que el Señor se mantiene distante y lejano. Los problemas y las circunstancias
difíciles podrían hacernos perder la perspectiva de un Dios cercano y amoroso,
atento a nuestras necesidades. Es en esos momentos cuando debemos recordar: “El
Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu
abatido” (Salmos 34:1).
Amiga,
si hoy el espejo de la vida te muestra una imagen velada, reducida y lejana de
Dios, no te dejes engañar, solamente recuerda que:
•
“El Señor está cerca. No se inquieten por nada” (Filipenses 4:5-6).
•
“Muy cercano está para salvar a los que le temen, para establecer su gloria en
nuestra tierra” (Salmos 85:9).
•
“El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad”
(Salmos 145:18).
•
“Ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado
mediante la sangre de Cristo” (Efesios 2:13).
Tomado de Meditaciones
Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado
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