domingo, 22 de septiembre de 2013

ESCONDITE MALOLIENTE


Lugar: Ucrania

Palabra de Dios: Romanos 8:2, DHH 94

Grisha se fue a la guerra en 1942. Nunca regresó. Sus amigos y vecinos pensaban que había muerto en batalla. Solo sus padres sabían la verdad: el hombre había desertado del ejército.

-¡Apúrate, hijo! Puedes esconderte aquí -le dijo su padre, después de cavarle una cueva debajo del montón de estiércol, detrás del cobertizo de las cabras.

-¡Gracias, papá! Seré cuidadoso -dijo Grisha, mientras entraba en la oscura y olorosa cueva.

Y allí fue donde permaneció. Las únicas personas a las que veía eran sus padres, quienes le traían alimento dos veces por día. Los inviernos eran fríos, y durante el verano el olor del estiércol lo volvía loco.

“No puedo vivir así para siempre”, pensaba a menudo, pero no se animaba a abandonar el montón de estiércol. Tenía miedo de que lo atraparan y lo castigaran por haber desertado. “¡Quién sabe qué me harán! Es mejor que me quede aquí, en este oscuro y maloliente escondite”.

Pasó un año tras otro. Finalmente, en 1958, Grisha decidió que había tenido suficiente. Había estado viviendo 16 años en esa olorosa cueva, y no lo podía soportar más.

-Voy a salir -le dijo a su padre.

-¿Estás seguro? -le respondió-. No te olvides de que desertaste del ejército.

Grisha tragó saliva. Quizá sería mejor quedarse en la cueva. Durante varios meses más permaneció escondido, hasta que tuvo el valor suficiente para salir y enfrentar su castigo. Ahí se enteró de que ya no lo podían acusar ni procesar; ¡era un hombre libre! Y pensar que había permanecido en la cueva de estiércol todos esos largos años.

¿Sabes?, Jesús vino a rescatamos de este maloliente y oscuro mundo de pecado. La Biblia dice: “Porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús, te liberó de la ley del pecado y de la muerte”. No necesitas permanecer en el montón de estiércol. Sal, y reclama la libertad que Dios te ha dado.

 LECTURAS DEVOCIONALES PARA MENORES
EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO
Por: Helen Lee Robinson

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