Como has pedido esto, y no
larga vida ni riquezas para ti, ni has pedido la muerte de tus enemigos sino
discernimiento para administrar justicia, voy a concederte lo que has pedido. Te
daré un corazón sabio y prudente, como nadie antes de ti lo ha tenido ni lo
tendrá después.
1 Reyes 3:11-12
El discernimiento es una virtud que nos
permite distinguir una cosa de otra antes de tomar cualquier decisión. En el
ámbito espiritual, podríamos decir que se refiere a la capacidad para
distinguir entre lo bueno y lo malo, entre lo santo y lo profano, entre lo que conviene
o no conviene, entre lo que agrada a Dios o le desagrada.
Este don parece ser cada día más escaso. Los
seres humanos hemos perdido poco a poco la capacidad de tomar decisiones
personales, pues resulta más cómodo aceptar lo que la mayoría considera como
correcto y bueno. En medio de tantas voces, opiniones y conceptos, no es raro
que nos sintamos confundidas. Es un hecho que quien desea tomar una decisión
correcta tiene que buscar la voluntad de Dios y apegarse a ella con todas sus
fuerzas.
El discernimiento es a su vez sinónimo de
buen juicio y puede ser ejercido únicamente cuando nos hacemos sensibles a la
voz del Espíritu Santo. Entonces tendremos el “entendimiento” necesario para
tomar buenas decisiones y para tener conductas correctas. La Palabra de Dios
nos dice al respecto: “Para que puedan distinguir entre lo santo y lo profano,
y entre lo puro y lo impuro” (Levítico 10:10).
Vivimos en una época en la que millones de
personas han decidido tomar la senda del error. Nosotras deberíamos ser
cuidadosas no tan solo respecto a las decisiones que tomemos ahora, sino
también de cara al futuro, previendo las repercusiones que tendrán sobre los
demás, a corto y a largo plazo.
Amiga, hoy es el día más indicado para pedir
al Señor que aclare nuestro entendimiento. Sobre todo cuando la vida nos pone
ante encrucijadas difíciles de resolver. No olvidemos que “cuando venga el
Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su
propia cuenta sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por
venir” (Juan 16:13).
LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER
ALIENTO PARA CADA DÍA
Por Erna Alvarado
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