Lugar: Francia
Palabra de Dios: Mateo 21:12,13, DHH
Durante el siglo XVII, el rey Luis XI de
Francia llamó al abad de Baigne y le ordenó que construyera un nuevo
instrumento musical.
Pero, el rey no quería música común.
-Dame un concierto de voces de cerdos -dijo
al abad.
¿Música de cerdos? El abad de Baigne era muy
hábil para crear instrumentos musicales, pero se preguntaba cómo podría
satisfacer la orden del rey. No obstante, tenía que fabricar algo, o el rey
estaría muy molesto con él.
El abad reunió una cantidad de cerdos,
jóvenes y viejos, y los puso dentro de una carpa. Luego, hizo que conectaran a
cada cerdo con una nota musical ubicada sobre una mesa de madera. Cuando el
abad “tocaba una nota”, una pequeña púa pinchaba a uno de los cerdos, y el
cerdo pegaba un grito.
Llegó el día en que el abad debía dar su
recital frente al rey. Los cerdos estaban en sus lugares, y cuando el abad
empujaba las notas, los cerdos gritaban uno por uno. Si alguna vez oíste cerdos
gruñendo y chillando, puedes darte una idea de cómo sonaba aquello. Con
seguridad, no era muy armonioso.
¿Cerdos y música? Eso tiene tanto sentido
como adorar a Dios y ganar dinero. Cuando Jesús entró en el Templo y vio gente
comprando y vendiendo cosas, se molestó mucho. El libro de Mateo dice: “…Volcó
las mesas de los que cambiaban dinero a la gente, y ¡os puestos de los que
vendían palomas; y ¡es dijo: En las escrituras se dice: ‘Mi casa será declarada
casa de oración’; pero ustedes la han hecho cueva de ladrones”.
No permitas que tu adoración sea falsa, sino
canta alabanzas genuinas a nuestro Dios.
LECTURAS DEVOCIONALES PARA
MENORES
EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO
Por: Helen Lee Robinson
No hay comentarios.:
Publicar un comentario