Lugar: Estados Unidos
Palabra
de Dios: Efesios 5:18
Matías estaba sentado en la
sala de espera, con un grupo de hombres, todos vestidos con trajes y corbatas.
Ellos habían completado una solicitud para trabajar en un cargo importante en la
compañía, y luego de un largo proceso de solicitudes y entrevistas, una
secretaria llamó nuevamente a veinte de ellos para reunirse personalmente con
el señor Jones, el hombre de negocios para el cual, probablemente, trabajarían.
Cuando la puerta se abrió y
el señor Jones salió de su oficina, Matías se sentó más derecho.
— Gracias por venir —le
dijo el administrador al grupo—. Ustedes han sido seleccionados cuidadosamente,
de una gran cantidad de solicitantes. Puesto que este es un cargo tan
importante, se me ha pedido que yo tome la decisión final. Estoy seguro de que
todos tienen buenas credenciales pero, desafortunadamente, solo tenemos una
vacante.
— Antes de comenzar a
trabajar —continuó diciendo—, vayamos al bar del hotel de aquí al lado, para
tomar juntos una copa de vino.
Los hombres se pusieron de
pie y se apresuraron a seguirlo. Matías vaciló, quedándose más atrás.
— Apúrate —le dijo el señor
Jones—. ¿No vas a venir a tomar una copa con nosotros?
— No, gracias —respondió
Matías cortésmente, esperando no ofender al hombre—. Yo no bebo, señor.
El hombre lo miró con curiosidad. Luego, se acercó a Matías y le palmeó la
espalda.
— Bien por ti —le dijo—. Tú
eres el hombre que quiero para este trabajo. Luego, se apresuró a detener a los
otros hombres.
— El cargo ya se ocupó —les
dijo—. Pueden regresar a sus hogares.
Matías se mantuvo firme en
su decisión de no beber, y eso es algo que todos deberíamos hacer, también.
La
Biblia dice: “No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al
contrario, sean llenos del Espíritu”. Invitemos al Espíritu Santo para que
entre en nuestras vidas y que mantenga nuestras mentes claras.
Lecturas
Devocionales para Menores 2013
En algún lugar del
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Por Helen Lee Robinson
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