jueves, 12 de septiembre de 2013

EL LLAMAMIENTO DE GEDEÓN


De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová. Jueces 6:6.

¡Qué pena que la triste historia de la apostasía y su castigo se repita vez tras vez en la historia del pueblo escogido de Dios!...

Por causa de sus pecados, la mano protectora de Dios fue retirada de Israel y fueron dejados a merced de sus enemigos. Los habitantes salvajes y fieros del desierto (los madianitas y los amalecitas) venían “en grande multitud como langostas” e inundaban la tierra con sus rebaños, y alzaban sus tiendas en las praderas y los valles. Llegaron tan pronto las cosechas comenzaron a madurar, y se quedaron hasta que los últimos frutos de la tierra habían sido recogidos. Despojaron los campos de sus frutos y robaron y maltrataron a los habitantes; luego, regresaron al desierto.

Durante siete años continuó esta opresión, y entonces, en su desgracia, el pueblo se acordó de Aquel que tan a menudo los había librado; y clamaron al Señor por ayuda...

Sus oraciones fueron escuchadas, y nuevamente el Señor envió a un hombre escogido para que actuara como libertador de Israel. El que fue así seleccionado fue Gedeón, de la tribu de Manasés... Solo fue con la mayor dificultad que los hebreos pudieron reunir suficientes alimentos como para salvarse del hambre. Gedeón retuvo una cantidad pequeña de trigo, y por temor a que lo vieran mientras lo trillaba, lo había llevado al viñedo, cerca del lagar. Debido a que faltaba bastante tiempo para la cosecha de las uvas, la atención de los madianitas no estaría concentrada en tal lugar... Gedeón casi no se atrevía a inspirar al pueblo con fe o valor, pero sabía que el Señor obraría poderosamente en favor de Israel como lo había hecho en el pasado...

En tanto que la mente de Gedeón estaba absorta en estas meditaciones, de pronto se le apareció un ángel del Señor y se dirigió a él con las palabras: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente” (Jueces 6:12).

La naturaleza melancólica de los pensamientos de Gedeón se revela en su respuesta: “Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto?”... Convencido de su propia incapacidad para una obra tan importante, Gedeón exclamó: “Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre” (vers. 15)... Entonces el ángel le dio una garantía llena de gracia: “Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre” (vers. 16) – Signs of the Times, 23 de junio de 1881.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

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