Lugar: Nueva York, EE.UU.
Palabra de Dios: 1 Corintios
12:5,6, DHH 94
Sonó el teléfono. El pastor Hall se levantó
de la cama a los tropezones, para responder.
-Hola -dijo, preguntándose quién lo llamaría
tan temprano en la mañana. Era un número equivocado.
El pastor podría haber vuelto a acostarse
pero, en lugar de ello, siguió hablando con el hombre del teléfono acerca de la
necesidad de tener una relación personal con Dios. Eso era justo lo que el
hombre necesitaba oír. Unos minutos más tarde, estaba agradeciendo al pastor.
-Usted realmente me ayudó esta mañana -dijo.
El hombre contó a un amigo cómo había
marcado un número equivocado y había recibido ayuda espiritual de un hombre de
buen corazón. El amigo decidió llamar al Pastor Hall, y a su vez se lo contó a
otro amigo. El ciclo continuó, y ese día el pastor Hall recibió 19 llamadas
más.
Ese fue el comienzo de su ministerio
telefónico. Pronto, estaba recibiendo más de dos mil llamados por semana. Gente
rica, gente pobre, gente famosa, gente desanimada; todos querían hablar con el
pastor Hall de asuntos espirituales.
El pastor tuvo que hacer que instalaran más
teléfonos, y el ministerio telefónico se convirtió en un proyecto de tiempo
completo.
Durante los siguientes once años, antes de
que muriera en 1951, el pastor Hall habló con, por lo menos, setecientas mil
personas. Y todo comenzó con un número equivocado.
Tú y yo podemos compartir el amor de Dios
con quienes nos rodean de maneras ilimitadas. La Biblia dice: “Hay diferentes
maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. Y hay diferentes
manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace
todo en todos”. Está atento a esas oportunidades especiales, y permite que Dios
te utilice para servir a otros hoy.
LECTURAS DEVOCIONALES PARA
MENORES
EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO
Por: Helen Lee Robinson
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