martes, 3 de septiembre de 2013

DOS NEUMATICOS PINCHADOS


Lugar: Holanda

Palabra de Dios: Efesios 5:4

¿Qué podría ser peor que una silla de ruedas con una rueda pinchada?

Respuesta: ¡una silla de ruedas con dos ruedas pinchadas!

Y eso fue lo que Pedro* notó cuando estaba por entrar en su casa.

Un hombre joven, de unos 35 años, aparentemente estaba teniendo problemas. Estaba luchando por avanzar con una silla de ruedas con dos ruedas pinchadas.

Acercándose al hombre, Pedro se presentó.

-Parece que podría hacerle bien un descanso. ¿Le gustaría entrar y tomar una taza de café?

-Claro -respondió el hombre.

Y los dos entraron en la casa.

Mientras Pedro preparaba el café, el hombre repentinamente tomó a Pedro del brazo.

-Deme su dinero -exigió.

Un poco sorprendido, Pedro se soltó.

-Deme su dinero -repitió el hombre.

Cuando Pedro se negó, el hombre sacó un cuchillo. Pronto, los dos estaban luchando en el suelo. La lucha terminó cuando llegó la policía.

Los vecinos habían oído la conmoción y llamaron a la policía.

Al día siguiente, los titulares periodísticos decían: “Hombre en silla de ruedas ataca a un buen samaritano en Ámsterdam”. ¿Puedes creer cuán poco agradecido fue el hombre de la silla de ruedas? Pedro lo invitó a su casa y, en lugar de agradecerle, el hombre trató de robarle.

¿Has pensado alguna vez en cuántas cosas tienes para agradecer?

No seas desagradecido, como el hombre de la silla de ruedas, sino expresa tu gratitud. ‘Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias”.

Lecturas Devocionales para Menores 2013
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

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