Lugar: Nueva Hampshire, EE.UU.
Palabra de Dios: Jeremías 17:10
“Yo,
el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno
según sus acciones y según el fruto de sus obras”.
Los
vecinos estaban perplejos. Era otoño, y estaban pasando largas horas en sus
campos, cosechando sus cultivos. Pero, Leonard Hastings estaba haciendo nada.
Parecía que no le importaba su campo de papas o el hecho de que, si no se
apuraba y recogía sus papas, estas se perderían.
-¿No
vas a recoger tus papas? -le preguntaron.
Pero,
Leonard Hastings tenía asuntos más urgentes de los cuales ocuparse.
-Jesús
viene pronto -les dijo.
Y
eso era lo que él creía firmemente. Estaba convencido de que Jesús regresaría
ese año. Él y otros creyentes cristianos que habían estado estudiando la
profecía bíblica habían establecido el 22 de octubre de 1844 como la fecha de
su venida. Y, si Jesús volvía en octubre, ¿para qué molestarse cosechando las
papas?
El
22 de octubre llegó y pasó… y Jesús no volvió. Muchos llamaron a ese día el día
del Gran Chasco. Pero, Dios recompensó la fe de Leonard Hastings, y cuidó de
sus papas. Ese año, una enfermedad hizo que las papas de todos se pudrieran. Y
aunque sus papas todavía estaban bajo tierra, la enfermedad no las afectó. No
solo eso, sino también las temperaturas ese otoño fueron benignas, así que las
papas tampoco se congelaron, sino que estaban bien cuando las recogió un tiempo
después.
Leonard
Hastings compartió sus papas con sus vecinos. Y él también compartió su
testimonio: cómo Dios había cuidado sus papas. Él había confiado en Dios, y
Dios había recompensado su fe.
Lecturas
Devocionales para Menores 2013
En algún lugar del
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Por Helen Lee Robinson
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