domingo, 10 de noviembre de 2013

ACTUANDO COMO FIELES HIJAS

Portada Mujeres
Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó. Génesis 1:27

En un pasado no tan distante, las niñas acostumbraban a jugar con unas clásicas muñecas y juegos de té. Dichos juegos imitaban los papeles tradicionales que la mujer desempeñaba en el hogar. Ahora, existe un nuevo enfoque con respecto a esas actividades tradicionales que, según algunos, tienden a “encasillar” a las niñas en un modelo que se considera no le corresponde a la mujer moderna. Llevados por dicha tendencia, muchos padres adquieren juguetes del tipo unisex para sus hijas. Incluso algunos las llevan a incursionar en el mundo de los entretenimientos para varones, pensando que quizá eso las colocará en una condición de igualdad.

Y yo me pregunto: ¿será acaso necesario criar a las niñas como varones para que en el futuro puedan exigir respeto e igualdad? Creo que no. Ese no es el camino para que una mujer llegue a ser exitosa. Las niñas deben ser criadas dentro de los márgenes propios de su género, recordando que son creación de Dios y que ese solo hecho las hace especiales y únicas. De ese modo aprenderán a apreciar su sexo. Asimismo, al observar a su madre, y al distinguir los valores masculinos cuando observan a su padre, aprenderán a distinguir las cualidades de cada uno de ellos. Una madre segura de si misma y satisfecha con su rol femenino ejercerá una influencia poderosa y positiva en la vida de sus hijas.

Hoy es un buen día para preparar a nuestras hijas para enfrentar las luchas de la vida, y para el goce de la vida eterna en el reino de los cielos. No nos confundamos con algunas voces contemporáneas, roguemos más bien a Dios para que estemos en capacidad de escuchar su voz, y que al ser guiadas por ella, seamos un positivo instrumento en la dirección que demos a nuestras hijas.

Querida hermana, toda la ayuda divina está a nuestra disposición. Dios nos observa con amor y comprensión; él está listo a escuchar nuestras oraciones y a prestarnos la ayuda que necesitamos. Él conoce las cargas que pesan sobre el corazón de toda madre y de toda hija. Asimismo, es el mejor amigo de ellas en todo momento.

Sus brazos reciben a la madre fiel y a la hija temerosa de Dios.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

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