Lugar: México
Palabra de Dios: Salmo 143:10
Rosa miró por
la ventana, y vio mariposas volando por allí. Era esa época del año nuevamente.
¡Habían llegado las mariposas monarca!
Cada año,
miles de mariposas monarca viajan al sur, a climas más templados. Vienen de
cerca y de lejos, viajando, a veces, más de tres mil kilómetros. Y allí se
quedan, hasta la primavera siguiente, cuando se dirigen otra vez al norte.
Ninguna de las
mariposas ha hecho el viaje antes; solo sus antepasados llegaron el año
anterior. ¿Cómo saben adonde deben ir?
¿Cómo saben el
camino para llegar allá? Estudios más antiguos mostraban que las mariposas
monarca dependían del sol para orientarse, pero los estudios más recientes
revelan que, además del sol, las monarca tienen otra manera de conocer la
dirección.
Parece que las
mariposas tienen una brújula magnética incorporada, que les permite revisar los
campos magnéticos. De esa manera, saben si están en el camino correcto durante
su asombrosa migración anual. Su brújula interna las guía en la dirección
correcta.
Tü y yo
también tenemos una brújula interna, que nos hace saber qué camino es el
correcto y cuál el equivocado. La llamamos conciencia.
Es el Espíritu
Santo que nos habla, ayudándonos a tomar decisiones correctas. Al escuchar a
nuestra brújula interna, podremos mantenemos en el camino correcto, en
lugar de desviamos en una dirección equivocada.
Hagamos de
esta nuestra oración hoy: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi
Dios. Que tu buen Espíritu me guíe por un terreno sin obstáculos”.
Lecturas Devocionales para Menores
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee
Robinson
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