viernes, 22 de noviembre de 2013

EL TRABAJO EN LAS CIUDADES

Portada Desde el corazon
El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad 
para oír la palabra de Dios. 
Hechos 13:44.

El mensaje del tercer ángel de Apocalipsis 14 debe proclamarse ahora no solo en las tierras lejanas, sino también en los lugares descuidados cercanos, donde moran multitudes sin advertencia y sin salvación. Dios llama a su pueblo, en esta hora, a una obra postergada por mucho tiempo. Deben hacerse esfuerzos decididos por iluminar a los que nunca han sido advertidos. La obra en las ciudades debe considerarse de importancia especial ahora. Deben seleccionarse cuidadosamente obreros que trabajen de dos en dos en las ciudades, en armonía con el consejo de líderes experimentados y bajo la dirección y la comisión de Jesucristo.

Dios desea que su pueblo trabaje en perfecta armonía en un esfuerzo por llevar la verdad a las ciudades. Tengo la orden de mantener este asunto ante la atención de los creyentes hasta que despierten a la comprensión de su importancia.

Que ningún labio imprudente pronuncie palabras de desánimo, sino que todos los que ostentan responsabilidad se unan para planificar el cumplimiento de esta obra, sabiendo que Aquel que ha guiado a sus siervos hasta aquí, no les fallará en esta hora de necesidad especial. Los ángeles de Dios irán delante de los obreros, y serán su suficiencia. Habrá ángeles en las asambleas para impresionar los corazones de los oidores…

Las labores de los apóstoles en la iglesia cristiana primitiva eran caracterizadas por manifestaciones maravillosas del poder de Dios en la vida de los creyentes.

Por medio de la inspiración del Espíritu Santo, multitudes llegaron al conocimiento de la verdad que está en Jesús. Las necesidades del mundo hoy no son menores de lo que eran en los días de los apóstoles. Los que trabajan por las almas en estos tiempos de impenitencia e incredulidad deben rendirse totalmente a Dios, y obrar unidos a los intelectos celestiales. El poder del Espíritu Santo acompañará las labores de quienes dedican sus energías y su todo sin reservas a la terminación de la obra que debe lograrse en los últimos días. Los ángeles del cielo cooperarán con ellos, y muchos serán traídos a un conocimiento de la verdad y echarán su suerte gustosamente con el pueblo de Dios que guarda sus Mandamientos. Los medios fluirán a la tesorería, se levantarán obreros fuertes, se entrará en los campos no advertidos de las grandes regiones lejanas, y la obra pronto culminará en triunfo - Review and Herald, 7 de abril de 1910.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

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