La Mentalidad pecaminosa es muerte,
mientras que la mentalidad
que
proviene del Espíritu es vida y paz.
Romanos 8:6
Hay dos
fuerzas opuestas que luchan en nuestro de interior: la actitud pecaminosa, y la
que proviene del espíritu de dios. Podemos vivir para el bien, o vivir para el
mal, la elección realizada es nuestra. La Biblia declara: "la mentalidad
pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz
de hacerlo. Los
que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios" (Romanos 8:7-8).
La lucha suele
estar en nuestra mente y afecta a todos nuestros actos, ya que da origen del
tanto de los deseos santos como a los pecaminosos. Dios nos
advierte de los peligros acerca que corremos si permitimos que los pensamientos
malsanos controlen nuestra vida: "como estimaron que no valía la pena
tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la
depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer" (Romanos 1:28). Lo que vemos y escuchamos, lo que tocamos y olemos, provoca en nosotras
sensaciones que darán paso a actitudes diversas.
Elena G. de White hablaba de "la ciudadela del alma", afirmando que, como centinelas
de la misma, jamás debemos bajar la guardia, ni siquiera un segundo.
Para librarnos
de una mentalidad errada, debemos apropiarnos del pacto que hizo Dios con su
pueblo: "pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su mente"
(Hebreos 10:16). Nos
corresponde poner a un lado y alejar de nuestra vida todo aquéllo que
contamine nuestra mente, y permitir que Dios tome posesión de ella. Estos
consejos prácticos pueden ayudarnos en este propósito:
• Cada mañana
al despertar, ora y da gracias a Dios por el nuevo día.
• Saluda a
todas las personas que encuentres te.
• Realiza una
acción generosa a favor de otro.
• No critiques
las acciones de los demás.
Por ultimo:
"consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo
justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio" (Filipenses 4:8 ). En esas cosas, es en lo que realmente merece la pena pensar. Entonces, nuestra
conducta irá acorde con ellas.
Recuerda:
cuida la ciudadela del alma, que es la mente.
Tomado de Meditaciones Matutinas para la
mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario