domingo, 17 de noviembre de 2013

NUEVOS MEDIOS PARA PREDICAR - 2

Portada Jovenes
Ellos leían con claridad el libro de la ley de Dios y lo interpretaban de modo que se comprendiera su lectura (Nehemías 8:8).

Ayer te conté cómo Lutero, con sus cantos, transformó la sociedad de su tiempo.

¿Cómo podemos hacer hoy para esparcir el evangelio con más efectividad? Las estrategias que siguió nos sugieren dos principios importantes.

Lutero comprendió cómo era la sociedad de su tiempo. Se ha dicho que el invento de la imprenta aceleró la propagación de la Reforma, pero el canto fue un factor todavía más importante. Los libros eran objetos escasos y muy costosos. En la práctica, los libros se leían en voz alta en reuniones públicas y a menudo seguían discusiones en las casas, los hostales y otros lugares públicos o privados. El canto tenía el poder adicional de ayudar a la memorización y era parte de la tradición de heraldos que propagaban las noticias.

Familiaridad. Lutero sabía que la herramienta para propagar el evangelio tenía que ser eficiente y práctica. Así que tomó las melodías conocidas que casi todos habían escuchado y sustituyó la letra trivial o secular de esos cantos por el evangelio. De esta manera, logró hablar al corazón de las personas porque ya amaban las melodías que cantaban.

Además, ayudó a que la gente se interesara en lo que decía la letra más que en la melodía.

Nosotros también debemos ser muy sabios cuando compartimos el evangelio. Si quieres hablar de Cristo a un amigo, ponte a pensar en qué cosas son las más importantes para él. ¿Cuáles son los medios y formas de comunicación que le gusta utilizar? ¿Qué cosas son familiares para él y están cerca de su corazón? Una vez que conozcas y entiendas a tu amigo, adáptate a él y comunícale el evangelio de manera que lo pueda entender y amar.

Esto requiere que lo escuches con atención y después te prepares para hablar su “idioma”.

Eso hicieron Esdras y los levitas cuando explicaron la ley al pueblo en la época de Nehemías.

Interpretaban el mensaje para que la gente lo entendiera. Si lees Nehemías 8:9 encontrarás que la lectura de la ley causó una impresión tan fuerte que la gente se puso a llorar. Pide a Dios que te dé sabiduría para entender a tus amigos y comunicarles el evangelio de manera que toque su corazón. Recuerda que tienes un lugar asignado.

Lecturas Devocionales para Jóvenes
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Por Félix Cortez

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