Si el hacha pierde su filo, y no se vuelve a afilar, hay que golpear
con más fuerza.
El éxito radica en la acción sabia y bien ejecutada.
Eclesiastés 10:10
Lo que hoy es,
mañana estará en el pasado. Lo que hicimos y dejamos de hacer quedará registrado
en el Libro de la Vida. El “ahora” contiene todos los elementos necesarios para
construir el futuro. No te quedes estancada en los errores, mira hacia el
mañana. Dios te ha dado cinco sentidos para que disfrutes de tu entorno.
Hay tantas
cosas hermosas que oler, ver, sentir, saborear, escuchar. ¡Todas son dones
divinos!
Descubre cada
día alguna nueva capacidad que quizá esté latente en tu vida a la espera de que
la uses. Toma un lápiz y enumera las bendiciones que Dios te ha dado. Abre la
ventana y disfruta del cielo con sus múltiples formas y colores. Acerca tu mano
a la mejilla de un bebé y acaríciala. Disfruta la belleza de la sencilla flor
que nace a la vera del camino, deléitate con su sutil fragancia. Aprenderás
maravillosas lecciones que te harán crecer, y lograrán que tu existencia esté
rodeada de paz y del mejor aprendizaje. Entonces también podrás exclamar:
“Vengan y vean las proezas de Dios, sus obras portentosas en nuestro favor!”
(Salmo 66:5).
El “hoy” nos
pertenece. Hagamos de él lo mejor de la vida. Cuando pasen los años, regresará
transformado en recuerdos que han de llenar los espacios vacíos del alma. Luego
te darás cuenta de todo lo que has construido con la ayuda de Dios y con tu
firme determinación. Aprende a elegir correctamente. Somete tus decisiones a la
voluntad de Dios y alégrate de los resultados. El Señor te ha concedido el
libre albedrío, y eso te permitirá vivir en libertad. Está en tu poder decir
“no” o decir “sí”. Para avanzar en la vida necesitas ser asertiva, una cualidad
que podrás cultivar si actúas conforme a la voluntad de Dios.
El presente no
es para que te preocupes, sino para que te ocupes en las cosas de provecho del
diario vivir. Deja de esperar que lo bueno surja en el futuro, pues podría
acontecer ahora, si te dispones a vivir sabiamente.
Amiga, este es
el momento de actuar. ¡Adelante! Enfrenta tus desafíos y confía en Dios.
Exclama como el salmista: “Bendito sea el Señor, mi Roca, que adiestra mis
manos para la guerra, mis dedos para la batalla” (Salmo 144:1).
Tomado de Meditaciones Matutinas para la
mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado
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