martes, 12 de noviembre de 2013

LA ADVERTENCIA FINAL DE DIOS

Portada Desde el corazon
Si alguno adora a la bestia y a su imagen… él también beberá del vino de la ira de Dios. 
Apocalipsis 14:9,10.

El trazo grave del lápiz profético revela un cambio en esta escena pacífica [de libertad religiosa y civil]. La bestia con cuernos semejantes a los de un cordero habla con la voz de un dragón, y “ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella” (Apocalípsis 13:12). La profecía declara que esta les diría a los moradores de la tierra que deben hacer una imagen a la [primera] bestia; y “hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre” (13:16, 17). Así, el protestantismo sigue en las pisadas del papado.

En estos momentos es que se ve al tercer ángel volar en medio del cielo, proclamando: “Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira… Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apocalípsis 14:9, 10, 12). El pequeño grupo que no está dispuesto a apartarse de su lealtad a Dios se mantiene en un contraste marcado con el mundo…

El mensaje del tercer ángel contiene la advertencia más solemne y la amenaza más terrible dirigida alguna vez a los mortales. El pecado que invoca la ira de Dios sin mezcla de misericordia debe ser del carácter más atroz. ¿Quedará el mundo en tinieblas respecto de la naturaleza de este pecado? Seguramente, no; Dios no trata así con sus criaturas. Su ira nunca es descargada por causa de los pecados de ignorancia. Antes que sus juicios caigan sobre la tierra, debe presentarse al mundo la luz respecto de este pecado, para que todos puedan saber por qué estos juicios van a ser infligidos y así tengan la oportunidad de escapar.

El mensaje que contiene esta esperanza es el último que ha de ser proclamado antes de la revelación del Hijo del Hombre. Las señales que él mismo ha dado declaran que su venida está cercana. El mensaje del tercer ángel ha estado resonando desde hace más de cuarenta años [en 1899]… Ha llegado la hora en que todos los que se interesan en la salvación de su alma deben preguntar ferviente y solemnemente: ¿Qué es el sello de Dios? ¿Qué es la marca de la bestia?

¿Cómo podemos evitar recibirla? — Signs of the Times, 1 de noviembre de 1899.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

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