domingo, 17 de noviembre de 2013

CANALES PARA EL SOL DE JUSTICIA

Portada Desde el corazon
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo. 
2 Corintios 5:20.

La iglesia profesa de Dios puede poseer riquezas, educación y el conocimiento de la doctrina, y puede decir, con su actitud: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad” (Apocalípsis 3:17); pero si sus miembros están privados de la santidad interior, no pueden ser la luz del mundo. La iglesia ha de reflejar luz que penetre las tinieblas morales del mundo como las estrellas reflejan luz en la oscuridad de la noche. Estos que tienen una forma de piedad pero niegan su poder no reflejan luz en el mundo y no tendrán el poder para alcanzar los corazones de los perdidos. Sin una conexión vital con Cristo, el valor de la verdad no puede manifestarse en buenos frutos en el mundo; pero si Cristo es formado dentro, la esperanza de gloria, su gracia salvadora se mostrará en simpatía y amor por las almas que perecen.

Cada alma convertida verdaderamente a Dios será una luz en el mundo.

Los rayos brillantes y claros del Sol de justicia brillarán por medio de los agentes humanos que emplean la habilidad que le ha sido confiada para el bien; porque cooperan con agencias celestiales y laboran con Cristo por la conversión de las almas. Difundirán la luz que Cristo derrama sobre ellos. El Sol de justicia, que brilla en sus corazones, brillará, iluminando y bendiciendo a otros.

Los rayos del cielo ejercerán una influencia enternecedora sobre los que Cristo está atrayendo hacia sí. La iglesia es débil ante los ángeles del cielo, a menos que se revele poder por medio de sus miembros para convertir a quienes perecen. Si la iglesia no es la luz del mundo, es oscuridad. Pero, de los verdaderos seguidores de Cristo se escribe: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios” (1 Corintios 3:9).

Puede ser que la iglesia se componga de los pobres y los faltos de educación; pero si han aprendido de Cristo la ciencia de la oración, la iglesia tendrá poder para mover el brazo del Omnipotente. El pueblo verdadero de Dios tendrá una influencia que hablará a los corazones. Lo que constituye la eficiencia de los miembros de la iglesia no es la riqueza ni la habilidad educada que puedan poseer…

Cuando el Sol de justicia resplandece en el pueblo de Dios es que Cristo es glorificado y avanza su Reino. Entonces es que son recipientes escogidos de salvación y son capacitados para el uso del Maestro — Signs of the Times, 11 de septiembre de 1893.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

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