Lugar: Georgia, EE.UU.
Palabra de Dios: 2 Corintios 2:11
Georgia, un
chimpancé hembra que vive en el Centro de Investigaciones de Primates Yerkes,
se ve inocente. Hasta actúa inocentemente, mezclándose con los otros
chimpancés. Pero, su entrenador sabe la verdad, aunque los visitantes no.
Estos, a menudo, se acercan a la cerca para mirar a los monos más de cerca. Los
niños, especialmente, se sienten atraídos a ellos. Y nadie parece ver a uno de
los chimpancés corriendo hasta una llave de agua que hay afuera.
Cuando Georgia
ve que los visitantes se acercan, se llena la boca con agua. Luego, se sienta
al lado de la cerca, esperando.
-¡Cuidado con
ese chimpancé! -advierte el entrenador.
Pero es
demasiado tarde. Tan pronto como los visitantes se acercan lo suficiente,
Georgia entra en acción, rociando agua directamente sobre sus caras; tiene
bastante buena puntería. Y nunca empapa a su entrenador, ¡solo a los
visitantes!
Al principio,
los visitantes se sorprenden, pero luego les parece gracioso, especialmente
cuando ven la expresión de orgullo en la cara de Georgia. A la chimpancé,
aparentemente, le encanta ver saltar a la gente.
De acuerdo con
su entrenador, hace tiempo que Georgia no moja a nadie, pero siempre es mejor
estar alerta. De otro modo, terminarás empapado por un chimpancé muy taimado.
Hablando en
serio, tú y yo necesitamos estar alertas espiritualmente.
De esa manera,
Satanás no podrá atrapamos distraídos. Él siempre está preparado para
engañamos, pero si entregamos nuestra vida a Dios, el Señor nos protegerá de
las malvadas maquinaciones de Satanás. Así que adelante: dale tu corazón a
Dios, “para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas”.
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