Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos
semejantes a los de un cordero,
pero hablaba como dragón.
Apocalipsis 13:11.
En la
isla de Patmos, se abrieron ante el apóstol Juan escenas de un valor profundo y
emocionante en la experiencia de la iglesia. Se le presentaron temas de intenso
interés y vasta importancia en figuras y símbolos, para que el pueblo de Dios
pudiera adquirir inteligencia respecto de los peligros y los conflictos que
enfrentaban…
A Juan se le
presentaron los gobiernos terrenales que se dedicarían especialmente a aplastar
la Ley de Dios y a perseguir a su pueblo, por medio de los símbolos de un gran
dragón rojo, una bestia con forma de leopardo y una bestia con cuernos de
cordero. La guerra persiste hasta el cierre del tiempo. El pueblo de Dios,
simbolizado por una mujer santa y sus hijos, fue representado como una clara
minoría. En los últimos días, solo existiría un remanente…
Por medio del
paganismo y luego a través del papado, Satanás ejerció su poder durante muchos
siglos, en un esfuerzo por borrar de la tierra a los testigos fieles de Dios.
Los paganos y los papistas fueron movidos por el mismo espíritu del dragón.
Solo difirieron en que el papado, al pretender servir a Dios, era el enemigo
más peligroso y cruel. Por medio de la agencia del romanismo, Satanás cautivó
al mundo. La iglesia profesa de Dios fue arrastrada a las filas de este engaño,
y durante más de mil años el pueblo de Dios sufrió bajo la ira del dragón.
Y cuando se
obligó al papado —ya debilitado- a desistir de la persecución, Juan contempló a
una nueva potencia que surgía para hacerse eco de la voz del dragón y adelantar
la misma obra cruel y blasfema. Esta potencia, la última que habrá de hacer
guerra contra la iglesia y la Ley de Dios, fue simbolizada por una bestia con
cuernos de cordero. Las bestias que la precedieron habían surgido del mar, pero
esta salió de la tierra, representando el surgimiento pacífico de la nación que
simbolizaba. Los “dos cuernos semejantes a los de un cordero” representan bien
el carácter del gobierno de los Estados Unidos según lo expresan sus dos
principios fundamentales, el republicanismo y el protestantismo.
Estos
principios son los secretos de su poder y prosperidad como nación. Los primeros
en encontrar asilo en las costas de los Estados Unidos se alegraron al
encontrar un país libre de los arrogantes reclamos del papismo y la tiranía de
la monarquía. Se propusieron establecer un gobierno sobre el amplio fundamento
de la libertad civil y religiosa - Signs of the Times, 1 de noviembre de 1899.
Tomado de Meditaciones Matutinas para
adultos 2013
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White
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