viernes, 1 de noviembre de 2013

LOS ESCOGIDOS DE DIOS

Portada Desde el corazon
Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. Deuteronomio 7:6.

Estas palabras fueron habladas por Cristo, encubierto en una columna de nube, y fueron dadas a Moisés para el pueblo escogido de Dios. El Señor no ha dejado el mundo sin testimonio. Él tiene a su leal pueblo escogido. Ellos no hacen de este mundo su hogar, sino que están aquí para testificar de Dios, y en tanto dure el tiempo de prueba, estos mensajeros fieles llevarán un testimonio vivo…

Por medio del poderoso pico de la verdad, Dios ha separado un pueblo de la cantera del mundo y los ha traído a su taller. Aquí, el Gran Artífice puede tallarlos bien con hachuela y cincel, y pulirlos para un lugar en su Reino. Ya no serán como la masa de la cual fueron tomados. Se sostienen como nobles columnas, a fin de ser utilizados para la gloria de Dios.

La gloria futura de los hijos e hijas adoptados de Dios no se discierne ahora.

El pueblo de Dios recibe burlas y rechazo por parte del mundo. Pero tienen la simpatía de un mundo mejor que este; en efecto, uno celestial…

La Palabra de Dios, tal como se la redactó, es la base de nuestra fe. Esa Palabra es la palabra segura de la profecía, y demanda una fe implícita de todos los que aseguran creerla. Es autoritativa, y contiene en sí misma la prueba de su origen divino…

¿Qué somos los que reclamamos ser unos con Cristo? “Somos colaboradores con Dios”. Entre el verdadero creyente y el incrédulo siempre habrá el mismo conflicto que hubo entre Cristo y los que lo rechazaron. Quienes son partícipes con Cristo en sus sufrimientos también serán partícipes con él de su gloria. Pero los que evaden la cruz aquí, niegan a Aquel que los ha comprado a un precio infinito, y en el día del juicio ellos serán negados. Muchos, muchos, están tergiversando y negando a Cristo por su norma inferior de cristianismo.

Quienes creen verdaderamente en Cristo mostrarán su fe por medio de una vida bien organizada y una conversación santa. Al obrar afiliados con Cristo, mostrarán que han sido adoptados en la familia del cielo. De los tales Dios dice: “Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados” (Isaías  57:15) - Signs of the Times, 2 de junio de 1898. 

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

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