Muchos
han comparado la vida con una escalera por la que se debe ascender.
Cada
uno de sus peldaños representa objetivos a alcanzar y desafíos que enfrentar.
Únicamente la persona que llegue a la cumbre podrá saborear la gloria de la
autorrealización. Por otro lado, la decisión de llegar es personal.
El
ascenso requiere inteligencia, cautela, confianza, perseverancia, paciencia y
tenacidad. La tarea de subir peldaño a peldaño podría estar acompañada de
cansancio, desánimo y caídas que incluso podrían lastimarnos. Me alegra saber
que Dios nos hizo para aspirar a lo elevado, a lo bueno, a lo superior, y que a
la vez nos capacitó física, mental y espiritualmente para lograrlo. Para eso el
Señor únicamente nos pide: “¡Sé fuerte y valiente!” (Josue 1:6). Dios sustentará
tu espíritu de lucha y te dará la victoria.
Querida
amiga, ser una mujer de Dios, ser madre y esposa, o una trabajadora asalariada,
exige preparación constante; exige capacitación, estudio y especialización.
Cada
peldaño alcanzado es una invitación a subir al siguiente. El camino de la
superación se transita cuando cada día encontramos un motivo para ser felices y
para poner todo nuestro empeño en la realización de las tareas cotidianas, sin
importar cuán sencillas nos parezcan. Cuando mostremos gratitud por los grandes
favores de Dios y también por sus pequeñas bendiciones, el Señor nos bendecirá
ricamente.
Amiga,
hoy estás de pie frente a la escalera de tu vida. Es la misma escalera que
Jacob contempló en su sueño. Por ella suben y bajan ángeles buscando auxiliar a
los seres humanos. No tengas temor de ascender y contemplar la cumbre aunque se
encuentre arropada por las nubes. Decide y prepárate a vivir este día como el
mejor de tu vida. El mejor día para aprender, crecer, luchar, amar, trabajar, reír,
¡hazlo una realidad! Deposita toda tu confianza en Dios y entrega tu mejor
esfuerzo. Recuerda que: “El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada
su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de
la mano” (Salmo 36:23-24).
Tomado de Meditaciones Matutinas para la
mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado
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