Al que no conoció pecado, por
nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en
él. 2 Corintios 5:21.
El hecho de que la santa pareja, al
descuidar la prohibición de Dios en un punto particular, transgrediera así su
Ley y sufriera, como resultado las consecuencias de la caída, debiera
impresionar a todos con una percepción justa del carácter sagrado de la Ley de
Dios…
El pueblo de Dios, a quien él llama su
tesoro peculiar, tuvo el privilegio de tener un sistema doble de ley: la moral
y la ceremonial. La una, que señala hacia atrás, a la creación, para que se
mantenga el recuerdo del Dios viviente que creó el mundo, cuyas demandas tienen
vigencia sobre todos los hombres en cada dispensación, y que existirá a través
de todo el tiempo y la eternidad. La otra dada debido a que el hombre
transgredió la ley moral, y cuya obediencia consistía en sacrificios y ofrendas
que señalaban la redención futura…
El amor que Dios tenía por la humanidad, a
quienes creó a su propia imagen, lo llevó a dar a su Hijo para morir por su
transgresión. Y para que el aumento del pecado no los llevara a olvidar a Dios
y la redención prometida, el sistema de ofrendas por el sacrificio fue
establecido para tipificar la ofrenda perfecta del Hijo de Dios…
Cristo se hizo pecado por la raza caída, al
tomar sobre sí la condenación que recaía sobre el pecador por su transgresión
de la Ley de Dios. Cristo se colocó a la cabeza de la humanidad como su
representante. Había tomado sobre sí los pecados del mundo. En semejanza de
carne de pecado, condenó el pecado en la carne…
La Ley de Jehová, que se remonta a la
creación, estaba contenida en los dos grandes principios: “Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas
tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo.
No hay otro mandamiento mayor que éstos”
(Marcos 12:30, 31)…
¿Cuál es la voluntad del Padre? Que
observemos sus Mandamientos…
La muerte de Jesucristo por la redención de
la humanidad levanta el velo y refleja un fanal de luz que brillaba cientos de
años antes sobre la institución entera del sistema judío de religión. Sin la
muerte de Cristo, todo este sistema no tenía sentido - Review and Herald, 6 de
mayo de 1875; parcialmente en Comentario bíblico adventista, t. 7A, p. 316. 5.
MEDITACIONES
MATINALES PARA ADULTOS 2013
DESDE
EL CORAZÓN
Por: Elena G. de White
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