Se me ha presentado una gran oportunidad para un trabajo eficaz, a
pesar de que hay muchos en mi contra (1 Corintios 16:9).
Los
adversarios a los que el apóstol Pablo se enfrentó en Éfeso siempre han
existido. En la época del apóstol solían ser personas. Pero durante la campaña
de evangelización vía satélite NET’99 New York, fueron equipos electrónicos de
transmisión, computadores y ladrones. Kandus Thorp nos cuenta la historia.
Marcelo
Vallado, ingeniero de Adventist Media Production (AMP) no podía creer lo que
veía. Se le hizo un nudo en el estómago. Acababa de llegar de Chile, donde
había instalado el equipo de transmisión para ACT 20 00 Chile. Solo tenía dos
días para instalar el equipo en Nueva York, y luego volaría a Alemania para
ayudar en el primer programa de evangelización vía satélite producido en ese
país.
El
problema era que el equipo había llegado dañado. Se había caído de un
montacargas.
El
golpe había quebrado el embalaje y, sin duda, también había arruinado el
decodificador.
Sin
él no se podría emitir la señal. Rápidamente, Marcelo instaló la antena
parabólica y los convertidores en el tejado. Incluso antes de que el equipo se
dañara se había preocupado por esa transmisión. En la ciudad de Nueva York hay
muchas restricciones con relación a la frecuencia de las transmisiones. Además,
los rascacielos impiden el acceso a muchos satélites. En el edificio en
particular desde donde transmitiría AMP, el área de producción estaba ocho
pisos por debajo del tejado, por lo cual se necesitaría un cable muy largo para
llevar la señal desde el decodificador hasta la antena, cosa que también podría
crear problemas.
Cuando
la antena estuvo lista, Marcelo se dirigió al área de producción para instalar
el decodificador. ¿Funcionaría? La última vez que se había utilizado había sido
en Ghana, África, donde la transmisión se hizo en formato PAL. Pero en Nueva
York necesitaba cambiarlo al formato NTSC. Normalmente eso no requiere mucho
tiempo, pero en este caso, el decodificador no funcionó. El problema era que la
computadora no se podía comunicar con el decodificador. Obviamente algo se
había dañado en el accidente… Pero ¿qué?
Cuidadosa
y sistemáticamente Marcelo revisó todas las tarjetas del decodificador.
Finalmente llamó al fabricante y un ingeniero lo ayudó. Después de mucho
trabajo, todo quedó listo para la transmisión.
Marcelo
estaba exhausto y no había comido desde hacía horas. Todavía quedaba mucho por
hacer, pero él y el resto del personal técnico fueron a comer. Cuando
regresaron, Marcelo vio con horror que su computadora especializada había
desaparecido. ¿Se podría realizar la campaña evangelizadora? ¿Todavía hace Dios
milagros por su pueblo?
Lecturas
Devocionales para Jóvenes 2013
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Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix Cortez
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