¿FEMINIDAD ES SINÓNIMO DE DEBILIDAD?
La casa y el dinero se heredan de los
padres, pero la esposa inteligente es un don del Señor. Proverbios 19:14
¿Te
han dicho alguna vez que por ser mujer perteneces al “sexo débil”? A algunas
mujeres les molesta ser consideradas de esa forma y procuran exhibir rudeza
para que no las encasillen mediante ese estereotipo. Otras, en cambio, se
aprovechan de ello para hacerse dependientes y rehuir sus responsabilidades
personales. Por supuesto que las dos tendencias son incorrectas y están
ubicadas en extremos que pueden ser peligrosos, no tan solo para la mujer sino
también para quienes viven y se relacionan habitualmente con ella.
Dios,
creador del hombre y de la mujer, no se equivocó ni fue parcial cuando nos dotó
de las características propias de cada sexo. Las diferencias y semejanzas que
existen entre hombres y mujeres no tienen como propósito señalar la
superioridad de uno en detrimento del otro. Al reflexionar en el acto de la
creación del hombre y la mujer, podemos percibir a un Dios amante que nos hizo
a ambos, a mujeres y hombres, a su imagen y semejanza (Génesis 1:27). Por lo
tanto, somos seres complementarios y dotados de la capacidad de convivir juntos
en esta vida y para la eternidad.
La
fuerza de la mujer no radica en sus músculos. Tampoco nos hace fuertes tener
autoridad, y mucho menos adquirimos poder al colocarnos en pugna con los
hombres intentando demostrar que somos superiores. Sencillamente somos mujeres,
creadas de acuerdo a la voluntad de Dios, con debilidades y grandes fortalezas
al igual que los varones. No reprimamos ni neguemos lo femenino que hay en
nosotras. No intentemos dar una imagen que compense un criterio incorrecto.
La
fuerza que tenemos para dar a luz, también la necesitamos para enfrentar los
desafíos personales y familiares. Actuar como los hombres para buscar que se
nos escuche y respete, nos llevará, a la larga, a despreciar lo que somos.
Amiga,
te exhorto a encontrar armonía contigo misma. Ámate y aprecia tus cualidades,
tus fortalezas, tus dones. Agradece a Dios por los atributos femeninos que ha
puesto en ti, pues son indispensables para que la vida en este planeta
continúe.
Ama
lo que eres, y esto traerá paz a tu corazón y a la humanidad.
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado
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