martes, 10 de diciembre de 2013

EL SÁBADO EN LA DISPENSACIÓN EVANGELICA

Portada Desde el corazon
Bienaventurado el hombre…
que guarda el día de reposo para no profanarlo,
y que guarda su mano de hacer todo mal. 
Isaías 56:2.

El profeta Isaías, al anticipar la dispensación evangélica, presenta la obligación del sábado y las bendiciones conectadas con su observación de la manera más impresionante…

Hasta ese momento, la circuncisión y una observancia estricta de la ley ceremonial habían sido las condiciones de la admisión de los gentiles en la congregación de Israel; pero estas distinciones habrían de ser abolidas por el evangelio.

“A todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos” (Isaías 56:6, 7)…

Más adelante, después de reprender el egoísmo, la violencia y la opresión de Israel, y de exhortarlos a obras de justicia y misericordia, Dios declara: “Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado” (58:13, 14)…

Esta profecía se extiende a través de los siglos hasta el tiempo en que el hombre de pecado intentó anular uno de los preceptos de la Ley de Dios, pisotear el día de reposo original de Jehová y exaltar, en su lugar, uno de su propia creación…

Hubo dos instituciones fundadas en el Edén que no se perdieron por causa de la caída: el sábado y la relación del matrimonio. Estas fueron transportadas por la humanidad más allá de las puertas del paraíso. Todos los que aman y observan el sábado, y mantienen la pureza de la institución del matrimonio, demuestran ser amigos de la humanidad y amigos de Dios. Todos los que por precepto o ejemplo disminuyen la obligación de estas instituciones sagradas son los enemigos de Dios tanto como de la humanidad, y emplean su influencia y los talentos recibidos de Dios para producir un estado de confusión y de corrupción moral - Signs of the Times, 28 de febrero de 1884.

Meditaciones Matutinas para adultos
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

CUIDANDO NUESTRO HOGAR

Portada Mujeres
A las ancianas, enséñales que sean reverentes 
en su conducta, y no calumniadoras [...]. 
Deben enseñar lo bueno y aconsejar a las jóvenes 
a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas. 
Tito 2:3-5

Es hora de que las mujeres retomemos la dirección de nuestros hogares. Hablo de volver a hacerlo, puesto que muchas en la actualidad han abandonado esa función por considerarla poca cosa. Los hijos han sido entregados a profesores o niñeras, con la expectativa de que sean ellos quienes los eduquen. Las riendas del hogar han sido colocadas en manos de las trabajadoras domésticas, bajo el pretexto de que nosotras “no nos merecemos una vida encerrada entre cuatro paredes”.

Las sagradas funciones de la mujer en el hogar han sufrido un gran deterioro, por lo que estamos pagando un elevado precio. Podemos comprobar cómo se desintegran los matrimonios, y los hijos vagan por el vecindario en busca de afecto, optando por formar parte de algún grupo social, que consideran como su familia.

La declaración del apóstol Pablo adquiere una singular fuerza en esta época: “Deben enseñar [...] y aconsejar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser sensatas y puras, cuidadosas del hogar” (Tito 2:3-5). El actual es un momento de peligro para los hogares. Debemos tomar esto muy en cuenta y prestar especial atención a las instrucciones divinas; de lo contrario, sufrirá lo que más amamos: nuestra familia.

Cuidar de nuestro hogar es una elevada responsabilidad que no hemos de tomar a la ligera. No podemos transferir con dejadez esa tarea a otras personas.

Son nuestras manos las que deben cumplir con ese ministerio de amor. No hagamos una interpretación adecuada a nuestra conveniencia del mencionado mandato bíblico.

Los esposos, por su parte, como sacerdotes del hogar deben asumir su liderazgo, al elevar y enaltecer la vida en familia. Por otro lado, las esposas, como compañeras y colaboradoras, se encargarán de contribuir para que todos sus moradores tengan experiencias significativas que les hagan crecer como personas y como cristianos.

Amiga, nuestra meta es el reino de Dios. Allí descansaremos de nuestras inagotables y a veces agobiantes tareas. Mientras tanto, ¡nos toca a nosotras continuar con nuestra incesante tarea! ¡No desmayemos! ¡El Señor es nuestro sustentador y ayudador!

Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

TODO COMIENZA CON UNO

Portada Jovenes
Dios, que ordenó que la luz resplandeciera 
en las tinieblas, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios
que resplandece en el rostro de Cristo.
(2 Corintios 4:6).

El 28 de agosto de 1854 a las 6:00 de la mañana, después de una noche de calor especialmente opresivo, la bebé de Thomas y Sara Lewis empezó a vomitar y sus evacuaciones se volvieron muy líquidas, verdes y con un olor penetrante. La niña había contraído cólera.

La familia mandó llamar al doctor William Rogers y mientras este llegaba, Sara exprimió los pañales de la niña en una cubeta de agua tibia, descendió al sótano de la casa y la vació en la fosa séptica que se encontraba frente al edificio, en el número 40 de la Calle Broad. Así empezó la epidemia de cólera más agresiva en la historia de la ciudad de Londres, que duraría poco más de diez días y causaría la muerte de 616 personas en una zona de apenas algunas manzanas.

En aquel tiempo se creía que el cólera se transmitía por medio de miasmas, por el aire.

Lo que no se sabía es que el cólera se transmitía por el agua. En un fascinante estudio titulado The Ghost Map [El mapa fantasma], Steven Johnson relata la historia de cómo John Snow y Henry Whitehead trabajaron incansablemente durante meses, rastreando el origen y desarrollo de la epidemia, luchando contra la superstición y la obstinación de científicos equivocados, para demostrar que el cólera se había diseminado por el agua. Sin la ayuda de computadoras ni de equipos modernos lograron rastrear el origen de la epidemia hasta la bebé Lewis y encontraron cómo la fosa séptica que estaba enfrente de la casa había contaminado la fuente de la Calle Broad que se encontraba a unos pocos metros de distancia.

La hazaña de esos dos hombres puso el fundamento de la epidemiología moderna, transformó el desarrollo arquitectónico de las ciudades y la estructura del gobierno. La tragedia es que la fuente de la Calle Broad era famosa por la calidad de su agua. Algunas personas venían de otros barrios a beber de ella. En señal de gratitud, los hijos enviaban a sus padres agua de aquella fuente a localidades lejanas.

La epidemia empezó con la enfermedad de un bebé, pero el pozo le dio a la epidemia su fuerza devastadora. Dios nos ha elegido como portadores del “virus” del evangelio.

¿Eres un agente portador del virus del evangelio, o por el contrario transmites la destrucción?

Lecturas Devocionales para Jóvenes
¿Sabías qué..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix Cortez

SHOW DE ELEFANTES

Portada Menores

Lugar: Tailandia

Palabra de Dios: Santiago 3:7-10

Cuando estuvimos en Tailandia, fuimos a ver un show de elefantes.

Los elefantes entraban en filaindia, usando sus trompas para sostener la cola del elefante que iba delante de ellos. Sus cabezas se balanceaban de un lado al otro, mostrando sus adornos de brillantes colores. El entrenador hizo que los elefantes se irguieran y se dieran las patas. Saludaron a la audiencia, tiraron agua con la trompa y atraparon objetos que les tiraban. Era asombroso ver cómo esos grandes animales hacían trucos. - Necesitamos diez voluntarios -anunció el hombre hacia el final del show-, ¿Quién es lo suficientemente valiente como para venir aquí, al frente, y acostarse en el piso? Los elefantes caminarán sobre la persona sin pisarla.

De ninguna manera me iba a ofrecer como voluntaria. ¿Puedes imaginar lo terrible que sería que la pata del elefante terminara sobre tu estómago? ¡Son muy pesados! Pero, mi hermano fue más valiente, o más loco, que yo y pasó al frente. Me encogí de miedo cuando vi cómo el elefante se dirigía hacia él, pero a último momento levantó la pata y pasó por encima de mi hermano.

Un elefante es un animal grande como para controlar, pero la Biblia dice que es más difícil controlar la lengua. “El ser humano sabe domar y, en efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y de bestias marinas; pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal. Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así”.

La lengua, en otras palabras, lo que decimos, nos puede meter en problemas. Entreguemos nuestro hablar a Dios. Él puede ayudamos a mantener las cosas bajo control.

Lecturas Devocionales para Menores
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

OSEAS Y EL PERDÓN DE DIOS

Portada Pequeños
Tu oración: Padre, gracias porque tu amor es tan grande que nos perdonas.

Versículo para hoy: «Así como el Señor los perdono, perdonen también ustedes». Colosenses 3: 13.

OSEAS era un buen hombre, era un mensajero de Dios. Cierto día Dios le pidió que hablara con los israelitas, porque ellos ya se habían olvidado de sus mandates, ya no eran un pueblo fiel.

Oseas le dijo al pueblo que Dios lo iba a reprender porque ya se había convertido en un pueblo desobediente, idolatra.

Pero en realidad Dios quería darle una lección. Dios quería que su pueblo aprendiera que a su lado estaría seguro, siempre estaría protegido.

El profeta Oseas le dijo al pueblo que Dios nunca lo dejaría.

El pueblo de Israel se arrepintió y Dios lo perdono. El pueblo de Israel aprendió la lección y se alegró porque Dios lo perdonó.
                                            
Lecturas devocionales para Pequeños
Amigos de Jesús
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

lunes, 9 de diciembre de 2013

EL REPOSO DE DIOS

Portada Desde el corazonMás el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios. 
Éxodo 20:10.

Cuando Dios creó la tierra y colocó a los seres humanos en ella, dividió el tiempo en siete periodos. Nos dio seis para nuestro propio uso, para emplearlos en negocios seculares, y reservó uno para él. Después de reposar en el séptimo día, lo bendijo y lo santificó. De ahí en adelante, el séptimo día habría de ser considerado el día de reposo del Señor, y debía ser observado sagradamente como el memorial de su obra creadora. No se santificó ni apartó para un uso santo el primero, el segundo, tercero, cuarto, quinto o sexto día; ni tampoco se trataba de una séptima porción del tiempo sin una designación particular: Dios reposó en el séptimo día…

Cuando se dio la Ley en el Sinaí, se colocó el sábado en medio de los preceptos morales, en el seno mismo del Decálogo. Pero, esta no era la primera vez que se había dado a conocer la institución del sábado. El cuarto Mandamiento reconoce su origen en la creación. El día de reposo del Creador fue venerado por Adán en el santo Edén, y por el pueblo de Dios a través de la era patriarcal.

Durante el largo cautiverio de Israel en Egipto, bajo amos que no conocían a Dios, no pudieron guardar el sábado; por lo tanto, el Señor los sacó adonde pudieran recordar su día santo…

Se obró un milagro triple en honor del sábado, incluso antes que la Ley se diera en Sinaí. En el sexto día caía una doble porción de maná, y la porción necesaria para el sábado era preservada dulce y pura, mientras que la que se acumulaba en cualquier otro momento se echaba a perder. Aquí hay una evidencia concluyente de que el sábado fue instituido en la creación, cuando se colocó el fundamento de la tierra, cuando las estrellas de la mañana cantaron juntas y los hijos de Dios clamaron con gozo. Y su condición sagrada permanece sin cambios, y permanecerá así hasta el cierre del tiempo. Desde la creación, la humanidad ha estado obligada a cumplir todo precepto de la Ley divina, y esta ha sido observada por los que temen al Señor. La doctrina que dice que la Ley de Dios ha sido abolida es una de las artimañas de Satanás para lograr la ruina de la raza…

Los oráculos divinos fueron confiados especialmente a los judíos; no ser un israelita significaba no pertenecer al pueblo favorecido de Dios… Ahora, el profeta declara que el extraño que ama y obedece a Dios disfrutará de los privilegios que han pertenecido exclusivamente al pueblo escogido - Signs of the Times, 28 de febrero de 1884.

Meditaciones Matutinas para adultos
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

DETENTE, OBSERVA Y ESCUCHA

Portada Mujeres
Así dice el Señor: “Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. 
Pregunten por el buen camino, y no se aparten de él.
Así hallarán el descanso anhelado. 
Pero ellos dijeron: ‘No lo seguiremos’”. 
Jeremías 6:16

Detente, observa y escucha, son las recomendaciones para alguien que desea cruzar una vía de ferrocarril. Sin embargo, se producen a diario gran cantidad de accidentes por la simple razón de que alguien hace caso omiso de esas sencillas y claras instrucciones. Incluso en algunos países se han realizado campañas publicitarias con el fin de evitar accidentes ferroviarios. Algunas de ellas han utilizado lemas muy agresivos, como por ejemplo: “Entren en razón”; “Respeta el tren y tu vida también”; “Hazme caso, cruza por el paso”; “Antes de cruzar, mirar y escuchar” Lamentablemente, sigue siendo elevada la cifra de accidentes mortales.

Esto me lleva a hacer una sencilla comparación con el texto de hoy: las indicaciones que hemos recibido de parte de Dios para gozar de salud física y espiritual son claras. El Señor nos ha impartido instrucciones muy precisas: “Deténgase en los caminos y miren” En una época tan peligrosa como la que nos ha tocado vivir, es bueno examinar la senda por la que transitan nuestros pies para luego detenernos. Debemos hacer una sencilla inspección, analizando el rumbo que ha tomado nuestra vida. De esa forma evitaremos que nos atropelle toda una vorágine de ideas y conceptos que se oponen a la Palabra autorizada del Dios que reina sobre el universo.

El siguiente paso consiste en preguntar por el buen camino y escuchar las indicaciones de Dios, de modo que tengamos la seguridad de que estamos en el camino correcto y de que llegaremos sanos y salvos a nuestro destino final. En contraste, los necios dirán: “No lo seguiremos”.

Querida hermana, permite que hoy tu oración sea parecida a la que elevó a Dios el salmista: “Guíame, Señor, por tu camino; dirígeme por la senda de rectitud, por causa de los que me acechan” (Salmo 27:11). Y después, escucha en silencio las indicaciones divinas.

Recuerda que también deberás ser una guía para todas las personas que vienen en pos de ti. Con toda certeza tu proceder les será un ejemplo que podrán seguir confiadamente. Aprendamos a caminar con cautela en este mundo confuso, y detengámonos a escuchar la voz de Dios, quien está dispuesto a dirigir nuestras vidas.

Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado