domingo, 6 de octubre de 2013

CONFÍA MÁS EN LO QUE CREES QUE EN LO QUE VES


Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura (Hebreos 10:22).

Una de las condiciones más claras para acercarse a Dios es una fe firme. Los que siguen a Cristo deben tener plena certeza de su existencia y también de su dirección divina.

Durante la Segunda Guerra Mundial el Lady Be Good, un bombardero estadounidense que intervino en la campaña del norte de África, no regresó a su base después de una misión sobre territorio italiano. Su desaparición se consideró como una tragedia más de la guerra. Pero años después el misterio aumentó, pues se lo descubrió en el desierto del Sahara a unos 650 kilómetros de su base. Sus tripulantes habían abandonado los restos de la máquina y partido en busca de ayuda. Sus restos fueron hallados a unos 160 kilómetros del avión. Los investigadores revisaron los instrumentos del aparato y comprobaron que todavía funcionaban. Llegaron a la conclusión de que el bombardero, cumplida su misión, regresaba a la base cuando lo sorprendió una corriente de aire que duplicó su velocidad sin que lo notaran los tripulantes. Estuvieron sobre su base antes de lo que esperaban y convencidos de que los instrumentos funcionaban mal, continuaron volando hasta que se les acabó el combustible. Perecieron porque actuaron guiados por su propio parecer y no confiaron en las indicaciones de los instrumentos.

Es una historia trágica. Pero si nos ponemos a reflexionar, aprenderemos una gran lección.

El apóstol Pablo dice: “Vivimos por fe, no por vista” (2 Corintios 5:7). Cuán cierto es que los cristianos confían más en lo que creen que en lo que ven. Es lo que dicen las Escrituras. Por eso se nos aconseja acercarnos a Dios “con la plena seguridad que da la fe”. Una fe que nos permita confiar más en lo que Dios ha dicho que en lo que a nosotros nos parece correcto.

Miles de cristianos hallan difícil confiar en Dios tan completamente. Es poner la vida en sus manos.

Eso les pasó a los pilotos del Lady Be Good. Decidieron ignorar lo que sus instrumentos les decían. En ese caso se habrían salvado si hubieran creído más a sus instrumentos que a sus opiniones. A medida que se acerca el tiempo del fin, es más y más necesario aprender a confiar implícitamente en Dios pase lo que pase. Acércate a Dios en plena certidumbre de fe, como aconseja el apóstol.

 MEDITACIONES MATINALES JÓVENES 2013
¿SABÍAS QUE…?
Por: Félix H. Cortez

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