Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales.
Canten y alaben al Señor con el corazón (Efesios 5:19).
Una de las
cosas que más disfruto en la vida es escuchar buena música y leer un buen libro
en paz. No siempre puedo, pero a menudo disfruto este placer junto con mi
familia, que también ama la música. De hecho, el mejor momento de la semana
para nosotros es el viernes, a la puesta del sol, cuando nos reunimos para
recibir el sábado. Mi hijo se sienta al piano, mi hija lo acompaña en el
violonchelo y mi esposa y yo cantamos durante casi una hora. Después de eso
comemos pan especial, que es nuestro preferido y exclusivo del sábado.
La música que
escogemos puede ser una enorme bendición para nuestra vida espiritual.
Te sugiero
seis principios para la elección de buena música. Hoy te mencionaré los
primeros tres.
La música que
escuchas dice mucho de ti. Sería bueno que analizaras la música que escuchas
para entenderte un poco mejor. Hace un tiempo observé que mi hijo solamente
escuchaba música en tono menor y mayormente melancólica. Él no se había dado
cuenta y se sorprendió un poco cuando le hice la observación. Después de un
corta conversación, nos dimos cuenta de que estaba triste por la pérdida de un
ser querido. Este análisis lo ayudó a comprenderse mejor. Hoy aquella crisis ha
quedado en el pasado, lo cual también se ha reflejado en la música que escucha.
La música que
escuchamos viene asociada con un paquete cultural. Los diferentes estilos de
música están normalmente asociados con lugares, personas y acciones. Esto
quiere decir que la música que escuchamos facilita las relaciones con un
determinado grupo de personas, estimula cierto tipo de conductas, y nos asocia
con cierto tipo de valores e ideas. Si la música que escuchas te dirige a
lugares y situaciones que no favorecen tu vida espiritual, o sugiere
pensamientos que te alejan de los principios cristianos, entonces debes pensar
seriamente en cambiarla. La vida cristiana de por sí ya es bastante difícil
como para añadirle un lastre.
La música que
escuchas afecta tu bienestar físico y emocional. La música te puede motivar y
estimular, pero también te puede deprimir. Como los efectos varían según la persona,
es importante que analices el efecto que la música que escuchas ejerce sobre
ti.
Una vez que
seas consciente de esto querrás buscar música que contribuya a tu bienestar
físico y emocional.
Lecturas Devocionales
para Jóvenes 2013
¿Sabías qué..?
Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix Cortez