lunes, 23 de septiembre de 2013

ISAÍAS OBEDECE A DIOS


Tu Oración: Padre, agradezco por todo el amor que me tienes.

Versículo para hoy: «EI Señor me llamo desde antes de que yo naciera». Isaías 49: 1.

AL PROFETA ISAIAS le toco profetizar cuando Judá e Israel tenían muchas riquezas, eso hizo que el pueblo se olvidara de Dios, en las casas ya no se hacia el culto familiar, los hombres y mujeres no oraban ni estudiaban los rollos de la Biblia.

Dios le mostró a Isaías sueños hermosos, en uno de ellos Isaías vio a Jesús sentado en un gran trono y preocupado por lo que pasaba en la tierra.

Isaías le dijo al pueblo que Dios enviaría a alguien muy importante y que moriría por nuestros pecados, ¿sabes quién es?

Sí, es Jesús.

Dios siempre se preocupaba por su amado pueblo, y uso al profeta Isaías para que se arrepintiera, tristemente no quiso obedecer ni arrepentirse de sus pecados.


LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

domingo, 22 de septiembre de 2013

EN ARAS DE LA FE


Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 1 Samuel 17:45.

[David] dejó la armadura del rey, y en su lugar solo tomó su cayado en la mano, con su saco de pastor y una simple honda. Escogió cinco piedras lisas del arroyo, las puso en su bolsa y, con su honda en la mano se acercó al filisteo. El campeón se adelantó de manera decidida y altanera, esperando enfrentarse al más poderoso de los guerreros de Israel. Su escudero caminaba ante él, y parecía que nada podría hacerle frente. Al acercarse más a David, no vio sino a un muchacho, casi un niño, por su juventud. Su rostro resplandecía de salud; y su forma delgada, sin la protección de una armadura, revelaba su perfil juvenil en marcado contraste con las enormes proporciones del filisteo.

Goliat se llenó de asombro e ira. Su indignación brotó en palabras calculadas para aterrorizar y abrumar al atrevido joven ante él. “¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos?” -exclamó el gigante. Entonces, el filisteo derramó sobre David la maldición más terrible de parte de los dioses que conocía.

Clamó en son de burla: “Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo” (1 Samuel 17:43, 44). Esta altiva amenaza lo único que logró fue infundir en el joven un valor más noble, y atizar en su pecho un mayor celo para silenciar al enemigo de su pueblo. No se desmayó ante el campeón de los filisteos. Sabía que estaba a punto de pelear por el honor de su Dios y la liberación de Israel, y su corazón estaba lleno de una esperanza y una fe tranquila.

David se adelantó y se dirigió a su antagonista en un lenguaje que era tan modesto como elocuente. Dijo al filisteo: “Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel” (vers. 45, 46) — Signs of the Times, 10 de agosto de 1888.

 MEDITACIONES MATINALES PARA ADULTOS 2013
DESDE EL CORAZÓN
Por: Elena G. de White

¡SIEMPRE HAY DEMASIADO POR HACER!


¿Qué gana el hombre con todos sus esfuerzos y con tanto preocuparse y afanarse bajo el sol? Todos sus días están plagados de sufrimientos y tareas frustrantes, y ni siquiera de noche descansa su mente. Eclesiastés 2:22-23

Con cuánta frecuencia he escuchado a mis amigas decir: “¡Tengo tanto que hacer!” Y no son menos las veces que yo misma lo he dicho. Parece ser que muchas, bajo un falso concepto de productividad, creemos que no nos merecemos momentos de descanso y que siempre debemos estar ocupadas. Solamente cuando hacemos algo sentimos que somos productivas.

Tanto el ocio como la enajenación laboral son dos extremos que debemos evitar.

Perder el tiempo sin hacer nada, o haciendo cosas que para nada sirven, es irresponsable, pero recargarnos de trabajo es un mal hábito que puede acarrear consecuencias desastrosas. Es cierto, las actividades de la mujer en el hogar son múltiples y de diferente Índole. De la cocina, donde preparamos los alimentos de la familia, nos trasladamos a la sala de estudio en la que asesoramos a los hijos con los deberes escolares; luego quizá debamos pagar cuentas, ir de compras, recoger a los niños en la escuela y de paso llevar a un amiguito de nuestros hijos a su casa…

El día concluye ¡pero también acaba con nosotras! El cansancio extremo es peligroso. Se agota nuestra resistencia a la frustración y cualquier incidente, por simple que sea, nos irrita y nos molesta a tal grado, que no somos capaces de controlar nuestros impulsos.

Hoy es un buen día para que pongas atención a las señales que tu cuerpo y tu mente con seguridad te envían. Si con frecuencia te sientes al borde de un ataque de nervios, haz una pausa, reorganiza tus prioridades y vuelve a plantear tus objetivos como ama de casa, madre y esposa. No permitas que las personas que viven contigo sean los receptores de tu ansiedad y mal humor.

Amiga, puedes seguir el ejemplo de Marta. Ocúpate con pasión de tus deberes de ama de casa, pero al mismo tiempo imita la prudente actitud de María; ¡siéntate a los pies de tu Maestro y descansa! Permite que la Marta que llevas en tu interior busque con afán la productividad, pero también deja que la María que vive dentro de ti recueste su cabeza en el regazo de Cristo Jesús. ¡Un maravilloso equilibrio!

¿No crees que tú también deberías disfrutarlo?

 LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER
ALIENTO PARA CADA DÍA
Por Erna  Alvarado

¿INTEGRIDAD O DESTREZA?


De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor. “Todo esto te daré si te postras y me adoras”. “¡Vete, Satanás!” le dijo Jesús. “Porque escrito está: ‘Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él’” 
(Mateo 4:8-10).

El 9 de diciembre de 2007, Stanley Fish, uno de los más reconocidos académicos en los Estados Unidos, escribió en su blog que “la integridad, la cualidad de mantenerse firme por los mismos valores en cualquier situación sin importar con quién habla usted, probablemente no sea un requisito para navegar en las aguas traicioneras y siempre cambiantes de la diplomacia nacional e internacional”. Lo que verdaderamente importa en un dirigente, sugiere, no es la integridad, sino la habilidad para obtener lo que la nación necesita.

Lo esencial no es el carácter, sino la destreza para ganar.

Esta cuestión sobre el liderazgo ha sido discutida por largo tiempo. John Milton argumentó en el siglo XVII que el gobernante debería ser elegido por causa de “la eminencia de su sabiduría e integridad” (El ejercicio de la magistratura y el reinado). Thomas Hobbes, su contemporáneo, contestó que el mérito del líder no reside en su virtud como ser humano, sino en su aptitud y habilidad (Leviatán). Maquiavelo, más de un siglo antes, había anticipado la posición de Hobbes con una importante limitación: que el líder proyecte una imagen de integridad y no de mera habilidad (El príncipe).

Jesús también tuvo que responder a esta pregunta. Cuando Satanás se dio cuenta de que no podía vencerlo con engaños, lo llevó a un monte muy alto, le mostró todos los reinos del mundo y sus riquezas y entonces le dijo: “Te voy a dar todo esto si me adoras. Es decir, yo te lo doy todo; tú solo dame tu integridad. Estamos solos. Nadie se dará cuenta”.

De esta manera, Jesús podía ganarlo todo y todavía proyectar una imagen de integridad, aunque falsa. Pero Jesús rechazó la oferta y mantuvo su integridad. Sabía que solamente Dios puede dar porque él es el único dueño de todo.

Si sufres tentación, no renuncies a tu integridad. Recuerda que solo Dios puede dar porque todo le pertenece. Satanás ofrece lo que no es suyo y algún día tendrá que devolverlo.

Por desgracia, muchos caen aún en el engaño. Miles entregan su futuro a Satanás a cambio de promesas que no puede cumplir. Sigue mejor el ejemplo de Jesús.

 MEDITACIONES MATINALES JÓVENES 2013
¿SABÍAS QUE…?
Por: Félix H. Cortez

ESCONDITE MALOLIENTE


Lugar: Ucrania

Palabra de Dios: Romanos 8:2, DHH 94

Grisha se fue a la guerra en 1942. Nunca regresó. Sus amigos y vecinos pensaban que había muerto en batalla. Solo sus padres sabían la verdad: el hombre había desertado del ejército.

-¡Apúrate, hijo! Puedes esconderte aquí -le dijo su padre, después de cavarle una cueva debajo del montón de estiércol, detrás del cobertizo de las cabras.

-¡Gracias, papá! Seré cuidadoso -dijo Grisha, mientras entraba en la oscura y olorosa cueva.

Y allí fue donde permaneció. Las únicas personas a las que veía eran sus padres, quienes le traían alimento dos veces por día. Los inviernos eran fríos, y durante el verano el olor del estiércol lo volvía loco.

“No puedo vivir así para siempre”, pensaba a menudo, pero no se animaba a abandonar el montón de estiércol. Tenía miedo de que lo atraparan y lo castigaran por haber desertado. “¡Quién sabe qué me harán! Es mejor que me quede aquí, en este oscuro y maloliente escondite”.

Pasó un año tras otro. Finalmente, en 1958, Grisha decidió que había tenido suficiente. Había estado viviendo 16 años en esa olorosa cueva, y no lo podía soportar más.

-Voy a salir -le dijo a su padre.

-¿Estás seguro? -le respondió-. No te olvides de que desertaste del ejército.

Grisha tragó saliva. Quizá sería mejor quedarse en la cueva. Durante varios meses más permaneció escondido, hasta que tuvo el valor suficiente para salir y enfrentar su castigo. Ahí se enteró de que ya no lo podían acusar ni procesar; ¡era un hombre libre! Y pensar que había permanecido en la cueva de estiércol todos esos largos años.

¿Sabes?, Jesús vino a rescatamos de este maloliente y oscuro mundo de pecado. La Biblia dice: “Porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús, te liberó de la ley del pecado y de la muerte”. No necesitas permanecer en el montón de estiércol. Sal, y reclama la libertad que Dios te ha dado.

 LECTURAS DEVOCIONALES PARA MENORES
EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO
Por: Helen Lee Robinson

BARUC EL FIEL SECRETARIO


Tú Oración: Padre, aunque pequeño soy, deseo servirte en tu iglesia y en tu obra.

Versículo para hoy: «Baruc hizo todo lo que el profeta Jeremías le había ordenado». 
Jeremías 36: 8.

BARUC era un hombre que había estudiado en la universidad de Judá, sabía mucho, le gustaba leer buenos libros y aprender.

Ayudo en la obra de Dios, cuando supo que el profeta Nehemías estaba reparando la muralla de Jerusalén, el construyo una parte con mucha alegría. Se unió a muchas personas que le prometieron a Dios vivir de acuerdo con los Diez Mandamientos.

Baruc ayudo fielmente como secretario del profeta Jeremías (muéstrele a su niño el dibujo de un secretario y secretario). Un secretario es una persona que se encarga de escribir y decir lo que su jefe le pide.

Jeremías le dictaba lo que quería comunicarles a los reyes y al pueblo de Dios y Baruc lo escribía. Cuando el profeta Jeremías estuvo en la cárcel, Baruc fue al templo en Judá y leyó al pueblo lo que Dios le había dicho al profeta Jeremías.

Baruc fue fiel a Dios y a Jeremías. Dios le prometió a Baruc que lo cuidaría siempre.

LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

sábado, 21 de septiembre de 2013

UNA FE SENCILLA


Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo. 1 Samuel 17:10.

Durante cuarenta días, el ejército de Israel había temblado ante el altivo desafío de Goliat, el gigante filisteo. Sus corazones desfallecían al mirar su enorme forma, de seis codos y medio, diez pies y medio [cerca de 3,2 metros].

Llevaba en la cabeza un casco de bronce; vestía una cota de malla que pesaba cinco mil siclos o unas 157 libras [70 kg]; y tenía grebas de bronce sobre sus piernas. La coraza estaba hecha de placas de bronce que se superponían como las escamas de un pescado, y estaban tan unidas que ningún dardo o flecha podía penetrar la armadura…

Durante cuarenta días, de mañana y de tarde, Goliat se había acercado al campamento de Israel para decir a gran voz: “¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis… Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo” (1 Sam. 17:8, 9, 11). Nadie se atrevió a enfrentarse a este fanfarrón hasta que David, lleno de indignación por las orgullosas palabras del idólatra, se ofreció a Saúl como uno dispuesto a pelear por la gloria de Dios y el honor de Israel.

Saúl decidió permitir que el pastor se aventurara, pero tenía pocas esperanzas de que David tuviera éxito en su valiente empresa. Se dio la orden de vestir al joven con la armadura del propio rey. Se colocó un pesado casco de bronce sobre su cabeza, y se puso una cota de malla sobre su cuerpo, a la vez que se lo ciñó con la espada del monarca. Equipado así, comenzó su camino; pero pronto se dio vuelta y comenzó a desandar lo andado… El primer pensamiento en la mente de los ansiosos espectadores era que David había decidido no arriesgar su vida en un encuentro con un antagonista tan desigual. Pero este no era ni por lejos el pensamiento del valiente joven.

Cuando regresó ante Saúl, le pidió permiso para quitarse la pesada armadura, y le dijo: “Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué” (vers. 39)…

¡Tamaña demostración de valor y de una fe excelsa de parte de un simple pastor, ante los ejércitos de los israelitas y los filisteos! - Signs of the Times, 10 de agosto de 1888.

 MEDITACIONES MATINALES PARA ADULTOS 2013
DESDE EL CORAZÓN
Por: Elena G. de White