viernes, 13 de septiembre de 2013

JONÁS Y EL GRAN PEZ


Tu oración: Dios, enséñame a seguirte y a obedecerte.

Versículo para hoy: «Amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos». 1 Juan 5: 13.

DIOS le pidió a Jonás que fuera a la ciudad de Nínive.

Jonás tenía que decides a los habitantes de la ciudad que Dios estaba disgustado porque se habían portado mal. Pero Jonás no quería a la gente de Nínive, así que huyo en un barco, no quiso obedecer a Dios.

Dios envió un fuerte viento y hubo una gran tormenta que hacia que el barco se moviera de un lado a otro, parecía que se iba a romper. Los marineros estaban tan asustados que empezaron a pedir a sus dioses que se calmara la tormenta. Mientras tanto, Jonás estaba profundamente dormido, el capitán le dijo que se levantara y que le pidiera a su dios que calmara la tormenta.

Jonás les dijo que había desobedecido a Dios y estaba huyendo, pidió que lo tiraran al mar. Cuando lo arrojaron al mar, al instante se calmó la tormenta, pero de pronto salió un gran pez y se tragó a Jonás.

Dios deseaba enseñarle a Jonás que de él nadie se puede esconder.

LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS

Por: Cesia Alvarado Zemleduch

jueves, 12 de septiembre de 2013

EL LLAMAMIENTO DE GEDEÓN


De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová. Jueces 6:6.

¡Qué pena que la triste historia de la apostasía y su castigo se repita vez tras vez en la historia del pueblo escogido de Dios!...

Por causa de sus pecados, la mano protectora de Dios fue retirada de Israel y fueron dejados a merced de sus enemigos. Los habitantes salvajes y fieros del desierto (los madianitas y los amalecitas) venían “en grande multitud como langostas” e inundaban la tierra con sus rebaños, y alzaban sus tiendas en las praderas y los valles. Llegaron tan pronto las cosechas comenzaron a madurar, y se quedaron hasta que los últimos frutos de la tierra habían sido recogidos. Despojaron los campos de sus frutos y robaron y maltrataron a los habitantes; luego, regresaron al desierto.

Durante siete años continuó esta opresión, y entonces, en su desgracia, el pueblo se acordó de Aquel que tan a menudo los había librado; y clamaron al Señor por ayuda...

Sus oraciones fueron escuchadas, y nuevamente el Señor envió a un hombre escogido para que actuara como libertador de Israel. El que fue así seleccionado fue Gedeón, de la tribu de Manasés... Solo fue con la mayor dificultad que los hebreos pudieron reunir suficientes alimentos como para salvarse del hambre. Gedeón retuvo una cantidad pequeña de trigo, y por temor a que lo vieran mientras lo trillaba, lo había llevado al viñedo, cerca del lagar. Debido a que faltaba bastante tiempo para la cosecha de las uvas, la atención de los madianitas no estaría concentrada en tal lugar... Gedeón casi no se atrevía a inspirar al pueblo con fe o valor, pero sabía que el Señor obraría poderosamente en favor de Israel como lo había hecho en el pasado...

En tanto que la mente de Gedeón estaba absorta en estas meditaciones, de pronto se le apareció un ángel del Señor y se dirigió a él con las palabras: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente” (Jueces 6:12).

La naturaleza melancólica de los pensamientos de Gedeón se revela en su respuesta: “Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto?”... Convencido de su propia incapacidad para una obra tan importante, Gedeón exclamó: “Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre” (vers. 15)... Entonces el ángel le dio una garantía llena de gracia: “Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre” (vers. 16) – Signs of the Times, 23 de junio de 1881.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

UN VESTIDO ESPECIAL


Israel amaba a José más que a sus otros hijos [...]. Por eso mandó que le confeccionaran una túnica especial de mangas largas. Viendo sus hermanos que su padre amaba más a José que a ellos, comenzaron a odiarlo y ni siquiera lo saludaban. Génesis 37:3-4

La túnica de José”, del genial pintor sevillano Diego Velázquez, es uno de los cuadros más admirados entre todos los que se encuentran en el monasterio de San Lorenzo del Escorial, en Madrid, España. Esta obra de arte hace referencia a la distinción un tanto arbitraria que Jacob hizo a su hijo José al regalarle una túnica especial, que era ropa propia de príncipes.

No dudo de que Jacob amara a todos sus hijos, pero su preferencia por José fue evidente para todos ellos. La túnica se transformó en un objeto de discordia que más bien provocó dolor, tristeza, rencor, deseos de venganza y remordimientos.

El relato lo señala: “Israel amaba a José más que a sus otros hijos, porque lo habla tenido en su vejez” (Génesis 37:3).

La Biblia dice que los hermanos de José eran jóvenes que tenían un dudoso comportamiento, y eso molestaba a su padre. En cambio, José era probablemente de temperamento dócil y de carácter dulce. Todos ellos, el padre, José, los hermanos e incluso sus familias, sufrieron las consecuencias del trato parcial que Jacob tuvo para con sus hijos. Esta actitud suscitó asimismo envidia, contiendas y engreimiento.

Las razones para sentir más simpatía por un hijo pueden ser muy fuertes, pero ningún padre ni madre debería fomentarlas. Las madres que muestran preferencia por uno de sus hijos, siembran en el corazón de los restantes un sentido de escaso valor personal, soledad, inseguridad y vacío. Los “hijos difíciles” existen en casi todas las familias y son los que necesitan especial cuidado y atención. Quiero pensar que la mala conducta de los hijos de Jacob fue una respuesta al amor mal expresado que Jacob sentía por José.

Amiga, ama a tus hijos con amor inteligente. Las preferencias por unos en detrimento de los otros no son un estilo de maternidad que Dios apruebe. Amemos a nuestros hijos del mismo modo en que nos ama a nosotras el Padre celestial.

Cubramos a cada uno de nuestros hijos con la inmaculada túnica del amor de Dios.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

UN REMEDIO ANTIGUO PARA UNA ENFERMEDAD ACTUAL


Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna (1 Timoteo 2:1,2).

La vida nos somete a grandes aflicciones, pero Dios ha provisto un remedio para aliviar la tensión que nos producen. Esto queda ilustrado con la experiencia de Leonard Mulcahy.

Trabajaba en el Centro de Rehabilitación Psiquiátrica de la Universidad de Boston, en Massachusetts, e impartía cursos de aptitud física, bienestar y recuperación. En un artículo publicado en Psychiatric Rehabilitation Journal habló de los días felices de su niñez y de su cariñosa familia. Decía que estaba mentalmente sano, practicaba deporte y tenía muy buenas relaciones con sus amigos y familiares.

Pero mientras estudiaba en la universidad comenzó a experimentar síntomas de depresión.

Pasó por momentos depresivos, soledad, ideas suicidas y hasta paranoia. Pero la oración fue el punto de apoyo de su vida. Al contar su historia dijo: “Dediqué mucho tiempo a orar [...]. Oré por la gente que tenía necesidades y por personas que estaban en la calle sin hogar. La oración fue la salvación de mi vida y me ayudó a encontrar un lugar para mí en este mundo”.

Cuando los síntomas de la depresión comenzaron a aparecer, Leonard dijo a su terapeuta que estaba demasiado enfermo para orar. Pero ella lo animó a orar de todas maneras y alimentar su vida espiritual. Leonard trabajó como voluntario en un comedor de beneficencia y participó regularmente en círculos de oración. Concluye su testimonio diciendo: “A lo largo de mi experiencia, con muchas pruebas y tribulaciones, la oración me sostuvo avanzando por el camino correcto de la integridad espiritual en lugar de la autodestrucción y la muerte [...]. La oración me permitió estar plenamente vivo y espiritualmente despierto, y eso fue lo principal”.

La antigua enfermedad del dolor y la tristeza humana se ha actualizado. Ahora se llama “depresión” porque ha adquirido nuevas manifestaciones físicas y espirituales. Pero Dios tiene el mismo remedio que siempre ha prescrito para esta enfermedad: la ayuda divina que podemos obtener por medio de la oración. ¿Qué esperas? Abre un espacio de tu tiempo y ten un encuentro con Dios. Necesitas convivir más con tu Padre celestial y conocerlo.

Eso puede provocar un gran cambio en tu vida.

Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías qué..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix Cortez

RASTROS EN LA SELVA TERCERA PARTE


Lugar: Filipinas

Palabra de Dios: Josué 1:9

De paso, probablemente te estés preguntando de qué cosa huíamos Jason y yo cuando nos perdimos en la selva. Eso era exactamente que yo quería saber. Jason se había adelantado por la barranca, y luego había subido gritando: “¡Corre!” Y eso era lo que habíamos hecho.

Luego de volver al sendero correcto, pronto llegamos al claro, donde nos esperaba el señor Boughman.

-Me tenían preocupado. ¿Qué pasó? -preguntó él.

-Nos perdimos -dije, tan pronto como pude recuperar el aliento-

Y luego nos encontramos con un… -m e detuve, y miré a Jason- ¿Con qué nos encontramos?

-Yo… yo… vi algo que me asustó mucho -dijo él-. Unos ojos grandes y redondos que me miraban desde un árbol. Quiero decir… esa cosa tenía unos dientes enormes, que chorreaban saliva.

-¿Sabes lo que era? -le pregunté.

-Bueno -vaciló, y luego comenzó a sonreír, avergonzado-, ¡Nunca vi un mono más grande en mi vida!

El señor Boughman y yo nos largamos a reír.

-¿Quieres decir que estábamos huyendo de un mono? -exclamé-

¡Me hiciste correr por mi vida!

Jason se encogió de hombros.

-Lo lamento. Creo que no era tan terrible como me pareció en el momento…

Mientras volvíamos a casa, pensé en las cosas que nos dan miedo, como paramos en el frente, quedar como tontos o perder un partido.

A veces, nuestros miedos parecen monstruosos, y tratamos de huir y de escondemos. Pero, si enfrentamos nuestros temores, quizá no sean tan grandes, como el pobre monito en la selva. La Biblia dice: ‘‘…¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas”.

Lecturas Devocionales para Menores 2013
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

LA REINA VALIENTE


Tu oración: Padre, gracias porque tú nos das fuerza y valor para hacer lo que nos da temor.

Versículo para hoy: «Cuando tengo miedo, confió en ti». Salmos 56: 3.

ESTER escucho que Mardoqueo estaba preocupado. Envió a uno de los siervos del rey a preguntarle cual era la razón de su preocupación. Mardoqueo le dijo a Ester que Aman quería tomar represalias contra el porque no se arrodillaba cuando pasaba, pero también en contra de todos los judíos que Vivian en la ciudad. Así que Mardoqueo le dijo a Ester que pidiera misericordia por su pueblo.

Ester envió un mensaje urgente a Mardoqueo, le dijo que podía morir si entraba a la presencia del rey sin ser invitada. Ella sabía que la única manera de evitar la muerte era si el rey le extendía su cetro de oro y le pedía que se quedara.

Ester valerosamente le dijo a Mardoqueo que iría a ver al rey.

Pero primero pidió que todo el pueblo ayunara tres días y orara para que el rey extendiera su cetro y pudiera librar a su pueblo.

Ester se puso sus vestidos reales y entro a la habitación donde estaba el rey. El rey estaba muy contento de verla y extendió su cetro de oro. Así fue como Ester vivió y salvo a su pueblo de ser muerto.
  
LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS
Por: Cesia Alvarado Zemleduch


miércoles, 11 de septiembre de 2013

INTÉRPRETE DE SUEÑOS


Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. Génesis 41:15.

Cuando José interpretó los sueños del panadero y el copero, rogó al copero que se acordara de él cuando lo reinstalaran en su cargo; pero a este se le olvidó, y José pasó dos años más en la prisión.

Pero una persona más exaltada que el jefe de los coperos tuvo un sueño, y cuando no se pudo hallar a nadie que lo interpretara, José vino a la memoria del copero. “Entonces Faraón envió y llamó a José. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Faraón. Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón” (Génesis 41:14-16).

Gracias a la sabiduría que le había sido otorgada por Dios, José pudo ver el verdadero significado del sueño. Vio los designios maravillosos de Dios, y expuso todo el asunto claramente ante Faraón. Le reveló la larga hambruna que vendría sobre la tierra y los planes que debían trazarse para salvar a la nación de la destrucción... Sus palabras fueron recibidas como oro, y se le dio la respuesta: “Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú” (vers. 39, 40).

José representaba a Cristo; se sostuvo muchos años como el honorable administrador de Egipto. En su vida y su carácter se manifestó lo que es agradable, puro y noble. Al sobrellevar sus penas en circunstancias difíciles y al soportar la tentación, José fue uno en carácter con Cristo...

El ejemplo de José, brillante con la luminosidad del cielo, no brilló en vano entre este pueblo por los cuales Cristo se había comprometido para llegar a ser una ofrenda: un pueblo sobre quien Dios fungía como guardián, y sobre el cual había conferido bendiciones no solo temporales sino también espirituales, con la intención de atraerlos hacia él mismo – Youth’s Instructor, 11 de marzo de 1897.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White