sábado, 6 de julio de 2013

ASESINO Y LADRON


Lugar: Washington, EE. UU.

Palabra de Dios: Gálatas 2:20

Tomás Johnson fue un asesino y ladrón. Luego de años de evadir a la policía, finalmente lo atraparon y lo enviaron a prisión. Pero, su conducta no mejoró en lo absoluto. Atacaba a los guardias y a los otros prisioneros, y mantenía orgullosamente su reputación de ser uno de los hombres más malos del país.
Allí fue donde lo conoció Frank Novak, en la prisión de la ciudad de Seattle.
-Yo también estuve en prisión -le dijo a Tomás-, pero Dios cambió mi vida. Luego de recuperar mi libertad, no tenía deseos de volver a mis viejos caminos. Quería contar a otros lo que Dios había hecho por mí. Por eso vine aquí, para decirte que Dios te ama y quiere salvarte.
-Usted no me conoce -le respondió Tomás-. Soy una persona terrible.
Pero, siguió escuchando mientras Frank le contaba la historia del ladrón en la cruz y de cómo Jesús lo salvó.
Luego de varias visitas, Tomás aceptó a Jesús en su corazón. “Gracias por salvarme”, oró una y otra vez. Pronto, todos comenzaron a ver una notable diferencia en su vida. Las autoridades, eventualmente, lo transfirieron a la prisión estatal de Minnesota, donde iba a cumplir con su condena a prisión perpetua. En lugar de ser el aterrador que había sido, llegó a ser un prisionero leal (y confiable). Incluso le permitieron enseñar una clase bíblica semanal.
Sí, Dios puede cambiar vidas. Y eso es lo que el Señor quiere hacer por ti y por mí. Quizá no seamos criminales empedernidos como Tomás, pero igualmente necesitamos de una transformación mayor.
¿Por qué no invitas a Jesús a que viva en tu vida hoy?
“He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí.
Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí”.

Lecturas Devocionales para Menores 2013
En algún del Mundo
Por Helen Lee Robinson

viernes, 5 de julio de 2013

LA PRIMERA PROMESA DEL EVANGELIO


Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 1 Corintios 15:22.

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” (Génesis 3:15). Este fue el primer sermón evangélico predicado a los pecadores; esta promesa era la estrella de esperanza que iluminaba el futuro oscuro y nefasto de la raza. Adán recibió gustosamente la deseada certeza de la liberación y diligentemente instruyó a sus hijos en el camino del Señor. Esta promesa fue presentada en conexión íntima con el altar de las ofrendas del sacrificio. El altar y la promesa permanecen uno al lado del otro, y el uno arroja claros rayos de luz sobre la otra, mostrando que la justicia de un Dios ofendido solo puede ser mitigada por la muerte de su amado Hijo...
Abel escuchó estas lecciones preciosas y fueron para él como semilla sembrada en buen terreno. Caín también las escuchó. Tuvo los mismos privilegios que su hermano, pero él no los tomó en cuenta. Se atrevió a ir contra los mandamientos de Dios, y el resultado se nos presenta claramente. Caín no fue víctima de un propósito arbitrario; no se eligió a uno para ser el escogido de Dios y al otro para ser rechazado. Todo el asunto radica en hacer o no hacer lo que Dios ha dicho.
Caín y Abel representan dos clases de personas que existirán en el mundo hasta el fin del tiempo; y este simbolismo merece ser estudiado cuidadosamente. Hay una diferencia marcada en el carácter de estos dos hermanos, y puede verse la misma diferencia en la familia humana de hoy. Caín representa a los que ejercen los principios y las obras de Satanás, al adorar a Dios a su propia manera. Como el líder que siguen, están dispuestos a rendir una obediencia parcial, pero no a someterse enteramente a Dios...
La clase de adoradores que sigue el ejemplo de Caín abarca la mayor parte del mundo, pues casi todas las religiones falsas se basan en el mismo principio, a saber, que el hombre puede depender de sus propios esfuerzos para salvarse...
La religión de Cristo es para que los hombres y las mujeres la acepten con todas sus inconveniencias. Pueden inventarse un camino más fácil, pero no los conducirá a la ciudad de Dios, la morada segura de los santos. Solo los que “guardan sus mandamientos” tendrán acceso al “árbol de la vida”, y entrarán por las puertas de la ciudad” –Patriarcas y profetas, p. 60; parcialmente en Signs of the Times, 23 de diciembre de 1886.de julio 1996.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el Corazón"
Por Elena G. de White

LA AUTENTICIDAD COMO UN SELLO DE GARANTIA


Nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. Así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo. 2 Corintios 1:4-5

Hoy en día es común encontrar objetos falsos que se ofrecen como genuinos. La música y las películas se venden de manera “pirata”; asimismo el calzado y la ropa, las joyas y una interminable cantidad de objetos que tan solo son malas imitaciones de los originales. Únicamente al obtener un certificado de autenticidad podemos estar seguras de que un artículo costoso que hayamos adquirido sea verdadero.
En el ámbito espiritual también sucede algo parecido. Se ofrece un cristianismo falso a la vuelta de cada esquina, como la solución a los problemas de los seres humanos. En consecuencia, a muchos individuos les atrae comprar una verdad que no es legítima. Una verdad barata, de consumo masivo. Un cristianismo carente de compromisos, desprovisto de renuncias. Una verdad religiosa sin cambio de vida, sin sacrificios. Una espiritualidad que, parapetada detrás de la cruz, se acomoda a toda circunstancia humana.
Todo hombre y mujer que anhelan ser cristianos deberán buscar en la vida de Jesucristo el sello de autenticidad. Cuando caminamos con él y vivimos su vida y su muerte, entendemos que nuestra experiencia cristiana no debe estar basada en la comodidad y en la satisfacción de nuestros deseos personales.
¡El cristianismo verdadero produce cristianos verdaderos! Hombres y mujeres que están dispuestos a seguir el consejo del apóstol Pablo cuando dijo: “Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría” (Colosenses 3:5).
Amiga, Dios desea hacer de ti una cristiana genuina, en cuyo hogar se enarbole la bandera de la verdad a cualquier precio. El Señor anhela que seas de las mujeres dispuestas a sufrir por Cristo para llevar la salvación a tu hogar, a la iglesia y a la comunidad.
Que tu oración en este día incluya las palabras del apóstol Pablo: “Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21).

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

PODEROSAS RETROPECTIVAS


Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado (Juan 17:3).

En su libro Phantoms in the Brain [Fantasmas del cerebro], el doctor Vilayanur S. Ramachandran cuenta que Paul, asistente del gerente de un negocio, fue a consultarlo en busca de explicaciones a varios extraños fenómenos que le ocurrían. Desde los ocho años había experimentado convulsiones. El doctor Ramachandran descubriría más tarde que esas convulsiones estaban relacionadas con el sistema límbico, relacionado, entre otras cosas, con la experimentación y expresión de emociones. Durante esas convulsiones Paul había visto luces prodigiosas y había experimentado sensaciones espirituales muy poderosas.
Una de las cosas que más le intrigaba, sin embargo, era lo que él llamaba “flashbacks [retrospectivas] asombrosas”.
-¿Qué tipo de flashbacksl -preguntó el doctor Ramachandran.
-Bueno, el otro día, durante una convulsión, podía recordar cada pequeño detalle de un libro que leí hace muchos años. Renglón tras renglón, página tras página, palabra por palabra -contestó Paul.
¿Qué te parece? Yo ya he leído la Biblia por completo muchas veces y la serie El Gran Conflicto, de Elena de White, otro tanto, pero no puedo recordar palabra por palabra lo que dicen. Otros han tomado una ruta más difícil. Durante el verano del año 2011, Larry Lichtenwalter me comentó que memorizaba grandes porciones de la Biblia. Ya en ese momento sabía de memoria todo el libro de Apocalipsis y se encontraba memorizando la carta a los Hebreos. Me repitió de memoria con precisión algunos capítulos de Apocalipsis y también los capítulos 1 y 2 de Hebreos. Eso requiere de mucha dedicación y esfuerzo.
Largas horas de repetición y concentración para grabar cada palabra en la memoria. Si quieres saber más, consulta www.larrylichtenwalter.com
Cuando leí el relato de los fenómenos intrigantes que le ocurrían a Paul, inmediatamente pensé en lo genial que sería que, de forma milagrosa. Dios me hiciera recordar todos los pasajes bíblicos que he leído. Después de pensarlo un poco, sin embargo, llegué a la conclusión de que no es una buena idea. ¿Por qué? Es que Dios no quiere que estudiemos la Biblia únicamente para obtener información. Quiere que meditemos en su Palabra. Que reflexionemos, en el contexto del estudio de la Biblia, qué decisiones son mejores para nuestra vida. Quiere que aprendamos a hablar con él y a escuchar su voz. Quiere ser nuestro Amigo. Desea enseñarnos a pensar y a vivir. Eso no se obtiene con información. Se obtiene mediante una relación. ¿Por qué no abres la Palabra esta mañana y empiezas a conversar con Dios?

Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías qué..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix Cortez

LOS GENES DE DIOS


Lugar: República Checa

Palabra de Dios: Génesis 1:27

Cuando estaba en la universidad, tomé una materia de genética. Es el estudio de cómo se transmiten, de una generación a la siguiente, características físicas específicas. En otras palabras, cómo terminé “heredando” los pies de mi papá y las manos de mi mamá.
Gregorio Mendel, que vivía en Brünn, Austria (ahora Bmo, República Checa), quería saber cómo funcionaba eso. Se dio cuenta de que las características de las plantas progenitoras no se mezclaban simplemente; en lugar de eso, había algunos rasgos específicos que se seleccionaban y se transmitían por completo.
Por ejemplo, si una planta tenía flores violetas y la otra tenía flores blancas, la planta resultante tenía flores violetas o flores blancas, no una combinación de ambas (flores lilas). Esto tiene sentido, ¿no es cierto? En otras palabras, si tu mamá tiene ojos azules y tu papá ojos verdes, tú probablemente tendrás ojos azules o verdes, no ojos turquesa (verde azulado).
Mendel, conocido ahora como el padre de la genética, experimentó con plantas de arvejillas, y descubrió que tenían genes dominantes y genes recesivos. Él calculó, también, la probabilidad de que ciertos rasgos se transmitieran a los hijos.
¿De dónde obtuviste tus genes? Si vuelves atrás lo suficiente, puedes rastrear tus antecesores hasta Dios. “Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó”. ¿No es asombroso?
¡Dios nos creó a su imagen! Tenemos los genes que él creó.
Aunque ya no somos perfectos por causa del pecado, con la ayuda de Dios podemos esforzamos por exhibir las maravillosas características de Dios.

Lecturas Devocionales para Menores 2013
En algún del Mundo
Por Helen Lee Robinson

jueves, 4 de julio de 2013

UN SACRIFICIO MÁS EXCELENTE



Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo. Hebreos 11:4.

Estos dos hermanos, Caín y Abel, representan a toda la familia humana. Todos fueron probados en el asunto de la obediencia, y todos serán probados como ellos lo fueron. Abel soportó la prueba de Dios. Reveló el oro de un carácter justo, los principios de la verdadera piedad. Pero la religión de Caín no tuvo un buen fundamento: reposaba sobre el mérito humano. Él trajo a Dios algo por lo cual tenía un interés personal: los frutos de la tierra, que habían sido cultivados por su esfuerzo; y presentó esta ofrenda como un favor hecho a Dios, mediante el cual esperaba conseguir la aprobación divina. Obedeció cuando edificó un altar; obedeció cuando trajo un sacrificio; pero solo era una obediencia parcial: la parte esencial, el reconocimiento de la necesidad de un Redentor, quedó fuera...
Ambos eran pecadores, y ambos reconocían los derechos de Dios como objeto de adoración. A todas luces, su religión era la misma, hasta cierto punto en el tiempo; pero la historia de la Biblia nos muestra que hubo un momento en que la diferencia entre ambos se hizo muy notable. Esta diferencia radicaba en la obediencia de uno y la desobediencia del otro.
El apóstol dice que Abel ofreció a Dios un sacrificio más excelente que Caín. Abel captó los grandes principios de la redención. Se vio a sí mismo como un pecador, y vio el pecado y su castigo, la muerte, como un obstáculo entre su alma y la comunión con Dios. Trajo la víctima herida, la vida sacrificada, reconociendo así los reclamos de la Ley que había sido transgredida. A través de la sangre derramada, contemplaba el sacrificio futuro: a Cristo muriendo en la cruz del Calvario. Y al confiar en la expiación que habría de hacerse, tuvo prueba de que era justo y que su ofrenda fue aceptada.
¿Cómo conocía Abel tan bien el plan de salvación? Adán se lo enseñó a sus hijos y a sus nietos... Luego de que Adán pecó, lo sobrecogió una sensación de terror. Un temor constante lo abrumaba; la vergüenza y el remordimiento torturaban su alma. En este estado de ánimo deseaba estar tan lejos como fuera posible de la presencia de Dios, aunque antes le había encantado encontrarse con él en su hogar edénico. Pero el Señor siguió a este hombre atormentado por la conciencia y, aunque condenaba el pecado del que Adán era culpable, le dio una promesa llena de gracia – Signs of the Times, 23 de diciembre de 1886.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el Corazón"
Por Elena G. de White

NO MIRES POR EL ESPEJO LATERAL


Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. 1 Corintios 13:12

La mayoría de los automóviles tiene escrita una frase en uno de los espejos laterales que dice algo así como: “Los objetos que se ven en este espejo están más cercanos de lo que parece”. Por supuesto que es una advertencia, para que el conductor no sufra un engaño visual que lo lleve a tener un accidente.
Los objetos están mucho más cercanos de lo que aparentan. Si el conductor no toma en cuenta la advertencia del fabricante, las consecuencias pueden ser fatales.
En esos espejos los objetos no solamente se ven más distantes, sino que también parecen más pequeños. Algunas personas viven como si estuvieran mirando por un espejo lateral, y por ende se colocan en un grave peligro. En ese caso, quienes lo hacen serán engañados, pensando que Dios está lejos de nosotros, cuando en realidad está más cerca de lo que imaginamos.
Cuando dejamos de contemplar la visión celestial para mirar por uno de esos espejos, no solamente nuestros sentidos pueden resultar engañados, sino que también nuestra fe y nuestra confianza en Dios pueden debilitarse. Pensamos y creemos que el Señor se mantiene distante y lejano. Los problemas y las circunstancias difíciles podrían hacernos perder la perspectiva de un Dios cercano y amoroso, atento a nuestras necesidades. Es en esos momentos cuando debemos recordar: “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido” (Salmos 34:1).
Amiga, si hoy el espejo de la vida te muestra una imagen velada, reducida y lejana de Dios, no te dejes engañar, solamente recuerda que:
• “El Señor está cerca. No se inquieten por nada” (Filipenses 4:5-6).
• “Muy cercano está para salvar a los que le temen, para establecer su gloria en nuestra tierra” (Salmos 85:9).
• “El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad” (Salmos 145:18).
• “Ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo” (Efesios 2:13).

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado