sábado, 21 de diciembre de 2013

VIDAS Y FLORES

Portada Mujeres
Como naranjas de oro con incrustaciones
de plata son las palabras dichas a tiempo.
Proverbios 25:11

En cierta ocasión, se despertó en mi el interés por cultivar violetas, así que me decidí a hacer realidad aquel deseo repentino. Compré en un almacén un medio de cultivo especial, algo de fertilizante, un insecticida y me puse manos a la obra. Sembré varias plantitas en macetas, y las coloqué en un lugar estratégico para que recibieran los rayos tenues del sol. Cada detalle estaba minuciosamente calculado. Ahora únicamente hacía falta esperar a que nacieran las primeras flores para comenzar a disfrutarlas.

Debo confesar que al poco tiempo sufrí una gran desilusión. Las pocas flores que surgieron eran pequeñas y frágiles, no valían gran cosa. O al menos a mí me parecieron poca cosa, considerando las grandes expectativas que tenía. Un día, una de mis vecinas me dijo algo que yo no sabía: que era necesario hablarles a las plantas cada vez que las regara. Debía utilizar un tono dulce de voz y decirles lo hermosas que eran. Desde aquel día comencé a hablarles a mis violetas. Confieso que me sentía un poco rara, hablando sola y en voz alta, pero estaba dispuesta a todo con tal de ver los resultados.

Hoy tengo un pequeño vivero con violetas de muy diversos y vivos colores. La verdad es que no estoy muy convencida de que hayan sido mis palabras de cariño las que las motivaron a florecer, pero de lo que sí estoy completamente segura es de que las palabras de cariño expresadas a las personas que nos rodean pueden hacer un gran bien a todo aquel que las escucha.

Cuando alguien recibe palabras de aprobación y aprecio, crece y florece espiritual y anímicamente. Las palabras de ánimo refuerzan las conductas positivas, a la vez que animan y elevan la autoestima.

El silencio también puede convertirse en algo negativo. Omitir palabras de afecto, callar y dar por sentado que la otra persona conoce nuestros sentimientos hacia él o ella, es un gran error. El silencio confina a la gente al desamparo y la soledad. Amiga, decidamos no callar, no guardar dentro de nosotras esas palabras de ánimo que marcarán positivamente la vida de nuestros seres queridos. Hoy tienes una excelente oportunidad para ayudarlos a crecer y a florecer.

Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

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