jueves, 19 de diciembre de 2013

DE VUELTA A PRISION

Portada Menores
Lugar: Italia

Palabra de Dios: Gálatas 5:1

El señor Martelli caminaba para arriba y para abajo, en su casa en la isla de Cerdeña. Se sentía inquieto, y deseaba saber qué hacer.

-Está libre. Puede irse -le había dicho el guarda cárcel. Y así fue como este hombre, de 34 años, salió de la prisión donde había estado encarcelado.

Ahora, estaba viviendo en una casa sin rejas que lo rodearan, y el señor Martelli sentía extrañeza. Se había acostumbrado a su celda, y la extrañaba. ¿Qué podía hacer? “Voy a volver a la prisión”, decidió.

Después de empacar unas pocas cosas, Martelli se dirigió a la prisión de la ciudad de San Sebastián y golpeó la puerta.

-¿Puedo ayudarlo? -preguntó el guardia, al abrir la puerta.

-Sí, me gustaría que me encerraran un tiempo, por vandalismo -explicó el señor Martelli-. Quiero volver; extraño mi celda.

Los guardias se negaron a dejarlo entrar.

-Usted está libre -le explicaron-. Ya no pertenece a este lugar.

El señor Martelli se dirigió, entonces, a la policía, y presentó una queja contra los guardias, diciendo que no lo habían dejado entrar.

Suena medio tonto, ¿no es cierto? ¿Por qué alguien preferiría estar preso, en lugar de tener libertad? Aunque Martelli había sido puesto en libertad, estaba tan acostumbrado a estar en prisión que quería volver allí.

A ti y a mí también se nos ha garantizado la libertad: la libertad del pecado. Pero, a veces, estamos tan acostumbrados a vivir bajo la esclavitud del pecado que podemos sentimos tentados a volver a él.

No seas como el señor Martelli. Recuerda: “Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud”

Lectura Devocional para Menores
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

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