E irá delante de él con el
espíritu y el poder de Elías,
para hacer volver los corazones de los padres a
los hijos,
y de los rebeldes a la prudencia de los justos,
para preparar al
Señor un pueblo bien dispuesto.
Lucas 1:17.
En Juan el
Bautista, Dios levantó a un mensajero para preparar el camino del Señor. Habría
de dar un testimonio inquebrantable al mundo, al condenar y denunciar el
pecado… Juan no había sido educado en las escuelas de los rabinos. No había
obtenido estudios humanos…
Para preparar
el camino de Cristo se necesitaba a uno que, como los profetas de antaño,
pudiera llamar a la nación degenerada al arrepentimiento; y la voz de Juan se
levantó como una trompeta. Su comisión fue: “Anuncia a mi pueblo su rebelión, y
a la casa de Jacob su pecado” (Isa. 58:1)…
En estos
tiempos, justo antes de la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo,
Dios llama a obreros que prepararán a un pueblo que se sostenga en el gran día
del Señor. En estos últimos días debe desempeñarse una obra como la de Juan. El
Señor ha dado mensajes a su pueblo, por medio de los instrumentos que ha
escogido, y desea que todos presten atención a las amonestaciones y las
advertencias que él envía. El mensaje previo al ministerio público de Cristo
era: Arrepiéntanse, publícanos y pecadores; arrepiéntanse, fariseos y saduceos,
“porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:2). El nuestro no ha de
ser un mensaje de paz y de seguridad. Como un pueblo que cree en la pronta
aparición de Cristo, tenemos un mensaje: “Prepárense para encontrarse con
Dios”.
Hemos de
levantar el estandarte y llevar el mensaje del tercer ángel. Nuestro mensaje
debe ser tan directo como el mensaje de Juan. Él reprendió a reyes por su
iniquidad. A pesar de que su vida corría peligro, la verdad no languideció en
sus labios. Y debemos cumplir fielmente nuestra tarea en estos tiempos…
Vea el cuadro
que el mundo presenta hoy en día. Por todas partes hay deshonestidad, fraude y
bancarrotas, violencia y derramamiento de sangre…
Por eso el
discernimiento y la sensibilidad se han embotado, en cuanto a la identificación
de los principios correctos… La luz dada, que llama al arrepentimiento, ha sido
bloqueada por la espesa nube de la incredulidad y la oposición producida por
los planes y las invenciones humanas…
Las
apelaciones devotas y fervientes que proceden del corazón del mensajero sincero
crearán convicción… Todos los que conocen al único Dios verdadero y vivo
conocerán a Jesucristo, el unigénito del Padre, y predicarán a Cristo y a este
crucificado - Review and Herald, 1 de noviembre de 1906.
Meditaciones Matutinas para adultos
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White