jueves, 28 de noviembre de 2013

UN CUADRO DE VAN GOGH

Portada Menores
Lugar: Wisconsin, EE.UU.

Palabra de Dios: Colosenses 3:11

-Me pregunto cuánto valdrá esa pintura -comentó un hombre, señalando un cuadro que colgaba en la sala de su casa.

-¿Por qué no lo hacemos tasar? -sugirió su esposa.

Así que, hicieron los arreglos para que un tasador de arte los visitara en su casa.

Cuando llegó el experto unos días más tarde, la pareja les mostró la pintura que quería que examinara. El tasador, sin embargo, vio otra pintura, de Vincent Van Gogh, un famoso artista holandés del siglo XIX.

-¿Tendrían algún problema que le dé una mirada a esta, también? -preguntó.

El hombre de la casa le comentó que era una reproducción que habían comprado varios años antes; pero, si quería examinarla, que lo hiciera. Imagina la sorpresa de la pareja cuando descubrieron que el cuadro no era una reproducción, como habían pensado, sino una Naturaleza Muerta con Flores, pintada por Van Gogh en 1886.

El cuadro había estado colgado en la pared de su casa, en Milwaukee, durante años. La habían mirado numerosas veces, sin sospechar nunca el tesoro que poseían. En marzo de 1991, la pintura se vendió por 1,4 millones de dólares, en una subasta.

¿Puedes imaginarte estar cerca de algo tan valioso sin saberlo?

Eso nos ocurre a veces con las personas. Las juzgamos por su apariencia externa, sin conocer su verdadero valor interior. La Biblia dice:

“…no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos”.

Trata de llegar a conocer a las personas que te rodean. Puedes sorprenderte por los tesoros que descubrirás.

Lecturas Devocionales para Menores
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

ELISEO, EL PROFETA DE LOS MILAGROS

Portada Pequeños
Tu oración: Dios, gracias por el pastor de mi iglesia, bendícele en su ministerio y cuida de su familia.

Versículo para hoy: «Le había pedido que le contara todas las maravillas que Eliseo había realizado». 2 Reyes 8: 4.

CUANDO ELISEO estaba removiendo la tierra con su arado para sembrar, paso Elías y al verle lo invitó a servir a Dios.

Eliseo dejó el arado y decidió servir a Dios.

En su ministerio, Eliseo ayudó a los pobladores de una ciudad con el agua que hacía que sus cosechas se secaran y les dio agua limpia. También ayudó a una viuda que tenía una deuda e hizo un milagro llenándole muchas vasijas con aceite para venderlo y pagar la deuda.

Además hizo un milagro con una pareja que no podía tener hijos, le pidió a Dios que les permitiera tener un bebé, y así sucedió.

Alimentó a muchos hombres con unos pocos panes de cebada. También ayudó a un grupo de estudiantes de la escuela de los profetas que estaban cortando madera a hacer flotar un hacha que había caído al río.

Dios hizo muchos más milagros a través del profeta Eliseo. Hoy no tenemos profetas pero tenemos un pastor en la iglesia que nos guía.

Lecturas devocionales para Pequeños
Amigos de Jesús
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

miércoles, 27 de noviembre de 2013

UN REFLEJO DE CRISTO

Portada Desde el corazon
Vestíos del nuevo hombre, 
creado según Dios en la justicia
y santidad de la verdad. 
Efesios 4:24.

Dios espera para ver revelada en su pueblo una fe que obra por el amor y purifica el alma; porque únicamente esto los hará idóneos para la vida futura e inmortal. Debe hacerse una tremenda obra y hay poco tiempo para hacerla.

La causa necesita de mujeres y hombres convertidos y devotos, que dependan del Señor. El Señor revelará el poder de su gracia a través de tales obreros…

Mis hermanos y hermanas, dejen que la verdad de Dios more en su corazón por medio de una fe viva y santa. La verdad de la Biblia debe ser comprendida, antes que pueda convencer la conciencia y convertir la vida. El pueblo remanente de Dios debe ser un pueblo convertido. La presentación de este mensaje ha de resultar en la conversión y la santificación de las almas. Hemos de sentir el poder del Espíritu de Dios en este movimiento. Este es un mensaje maravilloso y definido; tiene un significado supremo para el receptor, y ha de proclamarse con un fuerte pregón. Debemos tener fe genuina y eterna en que este mensaje avanzará con importancia creciente hasta el cierre del tiempo.

Dios desea ver su semejanza reflejada en cada alma renovada. Él convertirá en colaboradores de Dios a quienes sigan mansos y humildes de corazón. Podría decirse que nuestros conflictos espirituales a menudo son rebeliones espirituales.

Lo que tan a menudo nos produce dificultades es la falta de sumisión del corazón a la voluntad de Dios. Queremos seguir nuestro propio camino, y a menudo esto representa una rebelión contra el camino de Dios. Necesitamos hacer como hizo Cristo: luchar con el Padre en oración, en busca de fuerza y de poder para darlo a conocer a él en nuestras palabras y acciones…

Nuestra vocación y el propósito de nuestra vida deben ser seguir las órdenes del Maestro e impulsar su obra en la tierra. Entonces habría un crecimiento hacia arriba, y el Espíritu Santo obraría en el corazón para transformar el carácter.

Un espíritu generoso se revelaría en bondad y en una consideración tierna por los demás. El yo se escondería con Cristo en Dios. Al contemplar el carácter de Cristo, seríamos transformados a su semejanza.

Abandonemos el yo y aceptemos a Jesucristo como el camino, la verdad y la vida. La fe en él es la única ciencia valiosa. Él es el representante viviente de la obediencia perfecta a la Palabra eterna - Review and Herald, 26 de agosto de 1909.
  
Meditaciones Matutinas para adultos
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

SEAMOS INSTRUMENTOS DE CONSOLACIÓN

Portada Mujeres
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, 
quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones 
para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. 
2 Corintios 1:3-4

Dios ha dotado a las damas con una cualidad especial llamada sensibilidad.

Los ingredientes básicos de dicho don son una serie de atributos que deben estar presentes en la vida de toda mujer cristiana: la dulzura, la calidez, la empatía y la capacidad de entrega en favor de los que sufren. Todo esto puede hacer que en las manos de Dios, lleguemos a ser instrumentos de consuelo, especialmente para los dolientes.

Cuando alguien atraviesa por un trance difícil, podría abrigar sentimientos de abandono pensando que a nadie le importa lo que a él o ella le suceda. Algunos podrían acercarse intentando sermonear y aleccionar respecto a la forma en que se debería haber hecho esto o aquello, con el fin de evitar la situación que ahora se atraviesa. Sin embargo, lo cierto es que eso es parecido a sumergirle la cabeza bajo el agua a alguien que se está ahogando. Consolar significa aliviar una pena, ayudar a la persona afligida a pensar con claridad, animarla a ver luz donde en ese momento solo puede ver oscuridad y, por sobre todas las cosas, hacerle experimentar el amor de Dios.

Ser buenas compañeras de quien se siente agobiada o agobiado por las dificultades es un ministerio que todas estamos en plena capacidad de realizar. Elena de White lo describe así: “La tarea a la cual se nos llama no requiere riqueza, posición social ni gran capacidad. Lo que se requiere es un espíritu bondadoso y abnegado y firmeza de propósito” (El hogar cristiano, cap. 4, p. 26).

Jesucristo es nuestro mejor ejemplo. Su corazón compasivo lo llevó a solidarizarse con el sufrimiento humano. El Salvador fue compañero de los sufrientes y amigo de los tristes. No se conformó con ser un simple espectador del sufrimiento ajeno. En un mundo como el nuestro, donde el sufrimiento abunda y el dolor hace presa de la mente y del corazón de tantos seres humanos, nosotras, sus hijas, hemos recibido un llamado a ejercer un ministerio de consolación comenzando por quienes viven bajo nuestro mismo techo.

Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

ROBERT OPPENHEIMER

Portada Jovenes
Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, 
fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!
(Romanos 5:10).

Julius Robert Oppenheimer fue uno de esos personajes que demostraron talento extraordinario desde que eran muy jóvenes. Estudió química y física desde pequeño. Además, durante la infancia llevó a cabo experimentos en el laboratorio. Era también un apasionado coleccionista de rocas e inició un diálogo por correspondencia con los geólogos locales al respecto de ciertas observaciones que había hecho de diferentes formaciones rocosas de Central Park, en la ciudad de Nueva York. Los geólogos quedaron tan impresionados que lo invitaron a dar una conferencia ante la Sociedad de Mineralogía de Nueva York, sin saber que tenía solo doce años. Cuando se dispuso a exponer la presentación tuvieron que conseguir un cajón de madera sobre el que se pudiera subir para alcanzar el atril.

Sin embargo, Robert Oppenheimer luchaba con problemas de depresión. Después de graduarse de la Universidad de Harvard, estudió física teórica en la Universidad de Cambridge con Patrick Blackett, quien había ganado el Premio Nobel de Física. Blackett insistía en que Oppenheimer pusiera atención a las minucias de la física experimental, cosa que odiaba.

Esto hizo que Oppenheimer se abatiera emocionalmente cada vez más, hasta que llegó el momento en que trató de envenenar a su maestro con una mezcla de sustancias químicas del laboratorio. Por fortuna, Blackett se dio cuenta de que algo andaba mal e informó a las autoridades universitarias. Oppenheimer fue llamado a comparecer ante la junta disciplinaria de la universidad por intento de homicidio. Lo más sorprendente es que la Universidad de Cambridge, después de discutir el asunto, decidió no expulsarlo, sino ponerlo a prueba y exigirle que tuviera sesiones regulares con un famoso psicólogo de Londres.

¿Te lo imaginas? La universidad decidió perdonar y ayudar a una persona que había intentado asesinar a uno de sus profesores más importantes. Dios hizo algo más sorprendente todavía. Cuando la humanidad se rebeló contra él en el jardín del Edén, Dios decidió no exterminarla.

En cambio, envió a su Hijo amado para morir por nosotros y salvarnos. ¿Por qué? Cambridge ayudó a Oppenheimer porque sabía que en el futuro haría brillantes contribuciones al conocimiento. Dios lo hizo por amor. Nos amó aunque éramos sus enemigos.

Aquellos que han entendido el amor del Señor le entregan sus vidas y viven para él, pero no para recompensar su bondad, sino porque lo aman.

Hay muchas razones por las cuales Dios quiere salvarnos. La principal es porque nos ama. ¿Vas a corresponder tú a ese inmenso amor?

Lecturas Devocionales para Jóvenes
¿Sabías qué..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix Cortez

¡BANDIDOS!

Portada Menores
Lugar: China

Palabra de Dios: Salmo 57:7, DHH

Vienen los bandidos! -gritó alguien.

La familia Sun salió corriendo de inmediato de su casa, para escapar de los hombres que se acercaban; todos, excepto dos chicas adolescentes. Una de ellas logró esconderse en un ropero, pero la otra fue atrapada en el medio de la sala de su casa. El jefe de los bandidos asió a la niña por la garganta, mientras los otros corrían por la casa, tomando cosas que querían llevarse.

-Yo… yo soy cristiana - logró decir la niña, tratando de respirar-.
¿Le gustaría oírme cantar?

Esto tomó a los bandidos por sorpresa.

-Seguro -le dijeron, dejando lo que estaban haciendo-. Canta para nosotros.

El jefe quitó su mano y esperó. La niña se aclaró la garganta y comenzó a cantar “Cristo me ama, esto sé, pues la Biblia dice así”.

Los bandidos aplaudieron al final del canto.

-Canta otro para nosotros -le pidieron.

-Déjenme llamar a mi prima -respondió la niña-. Ella canta muy bien.

La prima salió de su escondite y, juntas, cantaron acerca de Jesús y de su amor.

Luego de oír varias canciones, el cabecilla de los bandidos ordenó a sus hombres que devolvieran todo.

-No saquen nada de esta casa -dijo.

Luego, tomó un poco de dinero de su bolsillo y se lo dio a las niñas.

-Muchas gracias -les dijo.

Y luego se fueron.

Quizá te resulte fácil cantar alabanzas a Dios cuando los tiempos son buenos. Pero ¿qué pasa cuando tienes miedo o estás en peligro?

Recuerda: siempre puedes confiar en Dios. Y, al igual que esas dos niñas chinas, puedes decir: “Mi corazón está dispuesto, Dios mío, mi corazón está dispuesto a cantarte himnos”

Lecturas Devocionales para Menores
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

ABDIAS, UN HOMBRE FIEL A DIOS

Portada Pequeños

Tu oración: Padre, te doy gracias por cuidar de mí en todo momento.

Versículo para hoy: «Este siervo tuyo, desde su juventud, siempre ha honrado al Señor». 1 Reyes 18:12.

ABDÍAS les dijo a los profetas de Dios: «Vengan, hay un lugar en la montaña donde podrán esconderse».  La reina Jezabel estaba destruyendo a todos los profetas del pueblo de Israel.

Abdías era un buen hombre que amaba y era fiel a Dios, trabajaba en el palacio del rey Acab, el rey sabía que Abdías era del pueblo de Dios por eso le permitía administrar su palacio porque nunca le iba a robar.

Abdías les pidió a los profetas que se dividieran en dos grupos, porque había dos cuevas, les dijo que no se preocuparan por nada, porque él les llevaría cada día comida y agua.

Les dijo estas hermosas palabras: «Ustedes sirven al Dios del cielo y el cuidará de ustedes», y así sucedió, Dios cuidó a los profetas. El cuida a todos los que le aman.

Lecturas devocionales para Pequeños
Amigos de Jesús
Por: Cesia Alvarado Zemleduch