viernes, 8 de noviembre de 2013

UNA IGLESIA ILUMINADA

Portada Desde el corazon
Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, 
las cuales te pueden hacer sabio para la salvación 
por la fe que es en Cristo Jesús. 
2 Timoteo 3:15.

El Señor no puede usar a hombres y mujeres en su servicio, en ninguna rama de su obra, a menos que posean un espíritu manso y educable. Las personas que Dios emplea en su servicio deben ser leales a los principios; pero, aunque no deban apartarse del camino claro del deber tras ningún interés egoísta, no han de cerrarse ni inflarse con autoestima. A menos que el corazón esté en conexión con la Fuente de toda sabiduría, no habrá un sentido permanente de lo sagrado de la obra. Los obreros por Cristo deben derivar toda su vida e inspiración de Dios. Deben conformarse a su voluntad y sus caminos, y no  buscar que su cumpla su propia voluntad y senda. Quienes desean convertirse en un canal viviente de luz deben ser gobernados por algo más que el hábito o la opinión. Deben vivir hora tras hora en una comunión consciente con Dios.

Su vida debe ser afín a los principios de la verdad y la justicia. Deben llegar a ser partícipes de la naturaleza divina.

El siervo de Dios debe buscar poder intelectual constantemente, y cada adquisición de la mente debe dedicarse a glorificar a Dios. Necesitamos expandir los conceptos de lo que Dios requiere de su pueblo…

No debemos contentarnos con nada menos que la iluminación divina desde la Luz central del universo. Cuando tengamos esta iluminación, veremos la necesidad de seguir hacia adelante y hacia arriba, de elevar la norma, de cultivar la ambición más sublime, de alcanzar los logros más altos. Debemos extraer constantemente de la Fuente de toda sabiduría y vivir como a la vista del Señor…

Su talento le ha sido confiado por el Señor, y usted será responsable por su empleo y mejoramiento… Debemos manifestar la gloria de Dios. Esta es la elevada aspiración de nuestra existencia. Debemos estar en una condición tal que podamos apreciar la luz que Dios ha traído a la experiencia de otros. Nuestra vida y carácter son influenciados por los conocimientos físicos, intelectuales y morales adquiridos por las generaciones pasadas. Si nos mantenemos en la ignorancia, no podemos culpar a otros. Si ejercemos cada destreza hasta su límite, si empleamos cada habilidad hasta lo sumo, con el objetivo singular de glorificar a Dios, no fracasaremos en la tarea de efectuar un trabajo valioso para Dios - Signs of the Times, 30 de noviembre de 1888.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

EL PODER DE UNA SOMBRA

Portada Mujeres
Era tal la multitud de hombres y mujeres, que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los ponían en colchonetas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos. Hechos 5:15

Simplemente la sombra! ¡Sin duda un acto milagroso y sobrenatural! Pero ¿de quién? En realidad, no había poder en Pedro para realizar milagros, ya que él no era más que un hombre. Pero un hombre, puede ser un gran instrumento en las manos de Dios para que él manifieste su poder.

La Biblia dice que la fama de Pedro se extendió a los pueblos vecinos de Jerusalén, desde donde acudían personas que llevaban a sus amigos y parientes enfermos en busca de sanidad. Pedro era tan solo un hombre consagrado que amaba a Dios, y que llegó a convertirse en un canal a través del cual fluían las bendiciones de lo alto. Su sola presencia proveía salud, bienestar y alegría por dondequiera que iba.

La sombra de Pedro encendió una luz de esperanza en la vida de cientos de personas. Es difícil creer que una sombra pueda ser portadora de luz, pero así era en el caso de Pedro. Las sombras por lo general aportan oscuridad. Creo que aquello fue posible gracias a que Pedro colocaba a los enfermos bajo la sombra del Omnipotente. En la Palabra de Dios leemos: “El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora” (Salmo 121:5).

Dios desea realizar una obra parecida en nuestras vidas. Anhela que nuestra presencia sea una luz, especialmente para aquellos que son presa del dolor y de la enfermedad.

Las actitudes negativas únicamente trasmiten soledad y sombras. No permitamos que eso suceda en nuestras vidas. Para realizar esa obra maravillosa de alumbrar a los demás, es necesario que antes nos coloquemos bajo la sombra de Dios, quien anhela utilizarnos como instrumento de sanidad para quienes encontremos en nuestro camino. Comenta Elena de White: “No necesitamos ir a tierras de paganos, ni siquiera dejar el reducido círculo del hogar, si es allí donde está nuestro deber, a fin de trabajar por Cristo. Podemos hacerlo en el seno del hogar, en la iglesia, entre aquellos con quienes nos asociamos y nos relacionamos” (El camino a Cristo, cap. 9, p. 120).

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

EL ZAPATERO MAS SANTO

Portada Jovenes
¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios (Miqueas 6:8).

Se cuenta la historia de un cristiano de la antigüedad que se llamaba Antonio. Con el fin de alcanzar la perfección mediante la abnegación y la reflexión, se fue a vivir al desierto.

En ese lugar llegó a sentirse bastante satisfecho de sí mismo. Cierto día en que expresaba en alta voz su convicción de que era el más santo de los habitantes de la tierra, escuchó una voz que reconoció era la del Señor.

-No, Antonio -le dijo la voz- Conrado el zapatero remendón que vive en Jerusalén es más santo que tú.

-¿Qué hace él que no haga yo? -preguntó Antonio.

-Anda, y verás por ti mismo de qué se trata -le replicó el Señor.

Cuando llegó a Jerusalén, Antonio encontró el humilde taller de Conrado, el zapatero remendón. Cuando le preguntó qué había hecho para que el Altísimo lo considerara más santo que él, Conrado respondió:

-He hecho poco además de sentarme aquí y remendar los zapatos que me trae la gente.

Pero arreglo cada par como si se tratara de las mismas sandalias de Jesús. Eso es todo lo que hago,  y siento que es muy poco.

Se dice que Antonio inclinó humildemente la cabeza y partió de allí, decidido a regresar adonde vivía la gente para servirla como si sirviera al Señor mismo. Cuando estamos dispuestos a humillarnos, a vaciarnos de nosotros mismos para convertimos en vasijas capaces de contener las misericordias de Dios, y caminar humildemente por los senderos del servicio, el Señor nos puede utilizar. Nos llenará de bendiciones para que las compartamos con los que nos rodean.

Quizá hayas escuchado la anécdota de aquella niñita que oró: “Querido Señor, haz que toda la gente mala se convierta en buena, y que la gente buena sea amable”. Es un desafío para que nosotros manifestemos el amor y la bondad de Cristo. Es decir, humillarnos para andar con Cristo también significa ser amables y bondadosos con los demás. Elena de White dice: “La religión no es solo un conjunto de doctrinas áridas, sino una fe práctica que santifica la vida y corrige la conducta en el círculo familiar y en la iglesia” (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 337).

Cristianos educados, amables, bondadosos como era Jesús, son los que heredarán el reino de los cielos. ¿Actúas con amabilidad y bondad en tu hogar y en la iglesia?

Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías qué..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix Cortez

LA PUERTA CERRADA

Portada MenoresLugar: Filipinas

Palabra de Dios: Apocalipsis 3:20

-Se suponía que ya estaría aquí -dije, apoyando los carteles contra la puerta.

Janella asintió.

-Estoy segura de que pronto estará aquí.

Pero, pasaban los minutos, y cada vez nos poníamos más ansiosas.

El señor B había accedido a encontrarse con nosotras a las 7 de la mañana, para abrimos la puerta del aula. Su esposa era nuestra maestra, y hoy era su cumpleaños. Teníamos carteles, serpentinas y globos que colocar. Todos nuestros compañeros habían estado de acuerdo en llegar temprano, y nos íbamos a esconder en el aula, para sorprenderla.

-¿Por qué no está aquí ya? -murmuré.

Miré hacia el camino, pero no había señales de él. Pasaron diez minutos, y luego veinte. Era casi la hora del inicio de las clases. La señora B llegaría en cualquier momento.

Entonces, vimos el auto del señor B. Corrimos a recibirlo, pero nos detuvimos de golpe: la señora B estaba bajando del auto. Nuestros planes estaban arruinados.

-Buen día. ¿Está todo bien? -nos preguntó alegremente el señor B, aparentemente ignorando que algo estaba mal.

-Lo estuvimos esperando -susurré-. Usted dijo que iba a abrimos la puerta.

-Pero, lo hice -susurró en respuesta-. La abrí temprano, esta mañana.

Janella y yo nos miramos, consternadas. Así era: la puerta estaba sin llave. Habíamos estado paradas, esperando todo este tiempo…  frente a una puerta sin llave. Todo lo que debíamos hacer era abrirla cuando quisiéramos, pero no lo sabíamos.

Eso también es lo que sucede con la puerta de nuestro corazón.

Todo lo que tenemos que hacer es abrirla, e invitar a Jesús a que entre.

Él dice: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. No te quedes allí, parado.

¡Abre la puerta y hazlo entrar!

Lecturas Devocionales para Menores 2013
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

UNA NOVIA FELIZ

Portada PequeñosTu oración: Querido Padre, gracias porque papi y mami son felices.

Versículo para hoy: «Así fue como Booz se casó con Rut». Rut 4: 13.

«¡RUT, cuantas espigas! ¿Dónde has recogido tanto?», le preguntó Noemí. «Estuve en los campos de un buen hombre llamado Booz - dijo Rut -. El me dió permiso de ir todos los días a recoger espigas».

- ¡Gracias Rut! Por todo lo que haces por mí - dijo Noemí.

Pero… ¿no crees que ya es tiempo de que te cases?

-¿tú crees? - contesto Rut.

- Sí, haz lo que digo - dijo Noemí -. Ve a la fiesta que Booz hará por la gran cosecha. Y cuando termine, estoy segura que él se quedará a cuidar de los ladrones la cosecha de trigo. Así que ve y con mucho cuidado destapa sus pies y duérmete cerca de ellos.

Cuando Booz se despertó se asustó de ver a Rut, ella le pidió que el extendiera su manto sobre ella. Rut le pidió a Booz que se casaran, él estaba feliz de saber que una muchacha tan buena, linda y trabajadora como Rut se quisiera casar con él.

Ese día en Belén hubo una hermosa boda, toda la gente quería ver a la hermosa novia.

LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

jueves, 7 de noviembre de 2013

LA IGLESIA HA DE AVANZAR LA OBRA DE DIOS

Portada Desde el corazon
Haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. 
2 Timoteo 4:5.

Los que son discípulos de Cristo tomarán el trabajo que él efectuó y lo continuarán en su nombre. No copiarán las palabras, el espíritu ni las prácticas de nadie, sino las suyas. Su vista está fijada en el Capitán de su salvación. La voluntad de Cristo es su ley. Según avanzan, captan vislumbres cada vez más claras de su rostro, su carácter y su gloria. No se aferran del yo, sino de su Palabra, que es espíritu y vida. “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:31,32). Aplican el conocimiento de su voluntad a la práctica.

Escuchan y practican las cosas que Jesús enseña.

Hay trabajo en la iglesia para todos los que aman a Dios y guardan sus Mandamientos. Lo que las personas profesan no es evidencia segura de que son cristianas. Las palabras que expresan no ofrecen certeza de que están convertidas.

Escuche las palabras de Cristo: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Lucas 6:46). A menos que la vida cotidiana se conforme a la voluntad y las obras de Cristo, nadie puede pretender ser un hijo de Dios y heredero del cielo. Hay una religión legal, que los fariseos tenían; pero una religión tal no da al mundo un ejemplo como el de Cristo; no representa el carácter de Cristo. Aquellos en cuyos corazones mora Cristo obrarán las obras de Cristo. Los tales tienen derecho a todas las promesas de su Palabra. Al hacerse uno con Cristo, ejecutan la voluntad de Dios y exhiben los tesoros de su gracia. “Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí” (Isaías 58:9). ¡Qué preciosa promesa! “Si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía.

Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan” (vers. 10, 11).

En un contraste marcado con las murmuraciones y las quejas de los impíos, los siervos de Dios cantarán: “Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón” (Salmo 9:1). “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos” (Salmo 138:6). No se permita acariciar ninguna semejanza de orgullo o importancia propia, porque desplazará a Cristo del corazón, y el vacío será llenado con los atributos de Satanás — Review and Herald, 1 de mayo de 1913.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el corazón"
Por Elena G. de White

PONTE DE PIE

Portada Mujeres
La gloria de los jóvenes radica en su fuerza; la honra de los ancianos, en sus canas. Proverbios 20:29

Más que enojada, me sentí temerosa. Con paso lento e inseguro un ancianito intentaba cruzar la calle. De pronto, aparecieron dos muchachos avanzando velozmente sobre patines. “¡Quítate, abuelo!”, le gritaron. En ningún momento aminoraron su vertiginosa marcha. El ancianito se llevó tremendo susto; tembloroso, se detuvo y luego se sentó en la acera para reponerse de la impresión que había sufrido.

Cuando Moisés, por mandato de Dios, reunió al pueblo para darles a conocer las ordenanzas que había preparado (Levítico 19), dio indicaciones precisas sobre el cuidado y respeto que se debía dar a los ancianos. El mismísimo Señor había dicho: “Ponte de pie en presencia de los mayores. Respeta a los ancianos” (Levítico 19:32).

Lamentablemente, las cosas han cambiado bastante desde entonces hasta nuestros días. Cada día son menos los jóvenes que muestran consideración y respeto por la gente mayor. Parecería que su juventud les concede el derecho a desconocer la experiencia y sabiduría que atesoran un hombre o mujer que hoy se doblega bajo el peso de los años. No se dan cuenta de que el mundo que ellos mismos disfrutan fue construido gracias al esfuerzo y la lucha de los que hoy son llamados “personas de la tercera edad”.

Quiero dedicar esta meditación especialmente a las mujeres más jóvenes. Es mi intención despertar en ellas el deseo de tratar a los ancianos y a las ancianas de nuestro entorno con profundo respeto. Asimismo, es necesario recordar que: “Entre los ancianos se halla la sabiduría; en los muchos años, el entendimiento” (Job 12:12). Muchas veces, bajo una apariencia cansada y un paso lento, se esconden duras luchas, así como triunfos que podrían representar grandes enseñanzas para los más jóvenes.

Enseñemos a nuestros hijos a que traten a los ancianos con respeto y dignidad.

Cada surco de su rostro tiene una historia que contar. Cada cana de su cabello es testigo de años de trabajo, lucha y esfuerzo. Si hoy te topas con alguien cuyas sienes han sido plateadas por el tiempo, descúbrete y levanta tu rostro en señal de que valoras su legado. ¡No olvides que, en un futuro no muy lejano, tú también apreciarás recibir el mismo trato!

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado