martes, 24 de septiembre de 2013

MUERTOS DE MIEDO


No tengas miedo de lo que estás por sufrir. Te advierto que a algunos de ustedes el diablo los meterá en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán persecución durante diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida (Apocalipsis 2:10).

Dios aconseja constantemente que no temamos por nada. Su consejo es oportuno porque, al parecer, el temor es una emoción natural del ser humano. De hecho, es posible morir literalmente de miedo. Durante el terremoto del 17 de enero de 1994 en Los Ángeles, Estados Unidos, más de cien californianos prácticamente murieron de miedo, según afirma Robert Kloner, cardiólogo del Hospital El Buen Samaritano.

La investigación de Kloner ha demostrado que el miedo puede ocasionar un paro cardíaco.

En muchos casos el cerebro libera una mezcla de sustancias tan poderosas, que hacen que el corazón se contraiga con mucha fuerza y no se vuelve a relajar.

En un estudio realizado en Cleveland se investigaron las causas de muertes violentas de quince víctimas mortales de asalto, aun cuando sus asaltantes no las hirieran con tanta gravedad como para lesionar sus órganos internos. Charles Hirsch, médico funcionario de la ciudad de Nueva York, determinó que, probablemente, debido a un susto mortal, se habían desgarrado fibras y producido lesiones en once de los quince casos.

El neurólogo Martin A. Samuels del Instituto Médico de Harvard, que ha hecho investigaciones en este campo, cuenta que su gato encontró a un ratón de campo. Solamente puso su garra sobre la cola al ratón, y lo sacudió un poco. A los veinte minutos el ratón moría a pesar de no tener heridas graves. Samuels dice: “Es común que en estos casos los animales caigan muertos”.

El miedo es igualmente peligroso para el ser humano. Experimentar un gran susto puede volver diabética a una persona en un instante. Quizá seamos muy frágiles, o acaso el temor es peligroso de manera natural y afecta nuestra integridad física y mental.

Pero una cosa es cierta: Dios ha prometido libertarnos del temor. Su consejo de hoy es claro: “No tengas miedo de lo que estás por sufrir”. Seguramente impedirá que se cumplan en nosotros los efectos naturales, no importa lo fuerte que sea el impacto del temor. Qué bueno es saber que sus promesas son específicas: “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?” (Sal. 27:1). Si eres algo aprensivo, pide a Dios que te libere del temor.

 MEDITACIONES MATINALES JÓVENES 2013
¿SABÍAS QUE…?
Por: Félix H. Cortez

LA GRAN ALCA


Lugar: Islandia

Palabra de Dios: Génesis 1:28, RVR 95

La última vez que alguien vio un alca grande fue en junio de 1844.

Un par de ellas anidaba en la costa del Cabo Reykjanes, Islandia, manteniendo su huevo caliente, cuando algunas personas las encontraron.

Los hombres mataron a las dos aves para algunos coleccionistas de aves que querían especímenes de alca, y así la especie se extinguió.

La gran alca era un ave parecida a un pingüino. Tenía plumas negras en la cabeza y la espalda, y el vientre blanco. Una característica distintiva eran sus grandes manchas blancas ovaladas entre los ojos y el pico. El ave no podía volar, pero utilizaba sus cortas alas para nadar debajo del agua.

La gente cazaba estas alcas gigantes por varias razones: por sus plumas, por el aceite y por la carne, entre otras. Estas aves, también, se veían muy lindas exhibidas en los museos. Los seres humanos las mataron una por una, sin pensar en lo que hacían. Hasta que fue demasiado tarde. Aunque en el Atlántico norte vivieron alguna vez millones de alcas gigantes, hoy no sobrevive ninguna. ¡Qué triste fin para estas aves que no volaban! Ojalá la gente las hubiese cuidado mejor.

Cuando Dios creó a los seres humanos, su orden fue: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra’’.

Dios quería que las personas cuidaran de los animales. Él nos puso a cargo.

No podemos hacer nada por las alcas gigantes; han desaparecido, para nunca volver. Pero, podemos evitar que ocurra lo mismo con otros animales. Hagamos lo que podamos por proteger la vida silvestre que nos rodea.

 LECTURAS DEVOCIONALES PARA MENORES
EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO
Por: Helen Lee Robinson

DIOS DA FORTALEZA A EZEQUIEL


Tu oración: Querido Padre, gracias porque en la Biblia encontramos hermosas historias de tu amor.

Versículo para hoy: «Este es el lugar de mi trono, el lugar donde pongo mis pies». 
Ezequiel 43: 7.

EZEQUIEL estaba muy triste y preocupado porque Nabucodonosor se había llevado el oro y todas las riquezas que había en el templo de Jerusalén. El pueblo de Dios había sido cautivo. Dios envió profetas para que el pueblo de Israel se arrepintiera, pero nunca quiso hacer caso, prefirió adorar dioses de madera y fierro.

El pueblo de Dios estaba cautivo en Babilonia, ahora era esclavo, lo que le habían dicho los profetas era cierto. No quiso confiar en Dios y el pueblo enemigo destruyo su país.

A través de sueños Dios le dio mensajes a Ezequiel para darle esperanza al pueblo cautivo de que  él lo seguía amando.

LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

lunes, 23 de septiembre de 2013

LA FE SENCILLA ES RECOMPENSADA


Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos. 1 Samuel 17:47.

¡Tamaña demostración de valor y de una fe excelsa de parte de un simple | 1 pastor ante los ejércitos de los israelitas y los filisteos! Había un timbre de temeridad en su tono, una mirada de triunfo y regocijo en su hermoso semblante…

Según la rica voz de David pronunciaba las palabras de confianza y triunfo, la ira de Goliat alcanzó su nivel máximo de ardor. En su furia, empujó hacia arriba el casco que protegía su frente y corrió con odio determinado, para ejecutar venganza contra su opositor. El hijo de Isaí se estaba preparando para su enemigo.

Ambos ejércitos observaban con el mayor interés. “Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo. Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra” (1 Samuel 17:48, 49).

El asombro se difundió entre las filas de ambos ejércitos. Habían estado seguros de que David moriría; pero cuando la piedra fue zumbando por el aire derecho al blanco, vieron cómo el poderoso guerrero temblaba y movía las manos ante sí como si hubiera quedado ciego repentinamente. El gigante se meció y se tambaleó, y cayó de bruces al suelo. David no esperó un instante.

No sabía si había muerto. Se abalanzó sobre la forma postrada del filisteo, y con dos manos blandió la pesada espada de Goliat. Un momento antes, el gigante había hecho ademanes con ella ante el rostro de David, con la jactancia de que quitaría la cabeza del joven de sus hombros y daría su cuerpo a las aves de los aires. Ahora sirvió para obrar la voluntad del siervo de Dios. Fue levantada en el aire, y luego la cabeza del fanfarrón rodó separada del tronco, y un grito de alegría se levantó del campamento de Israel.

Los filisteos se llenaron de terror. Sabían que el día representaba una derrota.

En horror y confusión, se batieron en una retirada irregular… Los hebreos triunfantes… corrieron tras sus enemigos en retirada, y “siguieron a los filisteos hasta llegar al valle, y hasta las puertas de Ecrón… Y David tomó la cabeza del filisteo y la trajo a Jerusalén, pero las armas de él las puso en su tienda” (1 Samuel 17:52-54) - Signs of the Times, 10 de agosto de 1888.

 MEDITACIONES MATINALES PARA ADULTOS 2013
DESDE EL CORAZÓN
Por: Elena G. de White

EL SEÑOR CUBRE NUESTRA DESNUDEZ


Me deleito mucho en el Señor; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema, o una novia adornada con sus joyas. Isaías 61:10

Cuando Adán y Eva se dieron cuenta de que estaban desnudos, intentaron ocultarse rápidamente de la presencia de Dios. No solo era la desnudez del cuerpo lo que intentaban esconder; lo que más les avergonzaba y los llenaba de culpa era el hecho de haber fallado a su Creador. En medio de su indignidad y sin saber qué hacer, tomaron algunas hojas para tratar de cubrirse. Fue un acto de suficiencia propia. En la Palabra de Dios leemos: “Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. Todos nos marchitamos como hojas: nuestras iniquidades nos arrastran como el viento” (Isaías 64:6).

Cuando estemos desnudas delante de Dios, quizá reconozcamos haber despreciado las vestiduras blancas de santidad, para vestimos de harapos voluntariamente.

Sin embargo, el Señor puede actuar a nuestro favor y cubrirnos con su manto de justicia para así devolvernos la dignidad que hemos perdido. Satanás es el principal proveedor de esa “ropa de vergüenza”. Cuando nos equivocamos y cometemos algún pecado, él está listo para colmarnos de culpa y de autocompasión. Entonces creemos que no somos merecedoras del amor de Dios ni de su perdón. ¡Cuán equivocadas estamos! Dios, que conoce el corazón de sus hijos y lee nuestros pensamientos, puede cubrirnos con su manto de misericordia y librarnos del peso del pecado y de la culpa. En su Palabra leemos: “El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!” (Lamentaciones 3:22-23).

Amiga, despójate de tus harapos. Esto es posible si aceptas la gracia salvadora de Dios y reconoces tus errores, te arrepientes de ellos, y suplicas al Señor que te dé su perdón y tenga misericordia de ti. La vestidura blanca que Dios tiene preparada para ti te permitirá entrar a la fiesta de bodas del Cordero. Pronto el universo entero alabará al Señor con estas palabras: “¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria! Ya ha llegado el día de las bodas del Cordero. Su novia se ha preparado, y se le ha concedido vestirse de lino fino, limpio y resplandeciente” (Apocalípsis 19:7-8).

¡Tú no puedes faltar a ese, el más grandioso acontecimiento de la historia universal!

 LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER
ALIENTO PARA CADA DÍA
Por Erna  Alvarado

CINCUENTA AÑOS DE RODILLAS


Jesús les contó discípulos una parábola para mostrarles que debían orar siempre, sin desanimarse (Lucas 18:1)

En el diario de George Mueller, reformador cristiano de la época victoriana, encontramos el siguiente registro de su devoción por la oración perseverante:

“En noviembre de 1844 empecé a orar por la conversión de cinco personas. Oraba todos los días, sin una sola excepción, estuviera enfermo o sano, en tierra o en el mar, y a pesar de cualquier presión que pudiera producirse por mis compromisos. Transcurrieron dieciocho meses antes de que se convirtiera la primera de las cinco. Agradecí entonces a Dios y oré por las demás. Pasaron otros cinco años y se convirtió la segunda. Agradecí a Dios nuevamente por la segunda y oré por las otras tres. Día a día oré por ellas. Transcurrieron seis años más antes de que se convirtiera la tercera. Agradecí a Dios una vez más y continué orando por las otras dos [...]. Pero estas siguieron sin convertirse”.

Treinta y seis años después, Mueller escribió que las otras dos, hijos de un amigo suyo, seguían sin convertirse: “Sin embargo, confío en Dios, oro y espero la respuesta. Ellos aún no se han convertido, pero se convertirán”.

En 1897, cincuenta y dos años después de que Mueller comenzase a orar, por fin aquellos dos hombres se convirtieron. Mueller ya no vivía. Ese gran hombre entendió lo que Jesús quiso decir cuando aconsejó a sus discípulos que debían orar sin cesar.

¿Lo entendemos nosotros? ¿Lo entiendes tú? Los ángeles se asombran de que oremos tan poco. Se asombran de que gente tan necesitada de ayuda divina como nosotros, casi no ore. En El camino a Cristo (p. 93), Elena de White declaró: “¡Cuán extraño es que oremos tan poco! Dios está listo y dispuesto a escuchar la oración de sus hijos, y no obstante hay por nuestra parte mucha vacilación para presentar nuestras necesidades delante de Dios.

¿Qué pueden pensar los ángeles del cielo de los pobres seres humanos desvalidos, sujetos a la tentación, y que sin embargo oran tan poco y tienen tan poca fe, cuando el gran Dios lleno de infinito amor se compadece de ellos y está dispuesto a darles más de lo que pueden pedir o imaginar?”

La viuda sintió una profunda necesidad y perseveró. No tenía otro recurso. No había otra autoridad a quien acudir. Solo el juez injusto podía ayudarla y ella perseveró hasta recibir la ayuda que necesitaba. Sí el juez injusto le concedió su petición, con más razón Dios te concederá lo que le pidas.

 MEDITACIONES MATINALES JÓVENES 2013
¿SABÍAS QUE…?
Por: Félix H. Cortez

EL HOMBRE DEL TELÉFONO


Lugar: Nueva York, EE.UU.

Palabra de Dios: 1 Corintios 12:5,6, DHH 94

Sonó el teléfono. El pastor Hall se levantó de la cama a los tropezones, para responder.

-Hola -dijo, preguntándose quién lo llamaría tan temprano en la mañana. Era un número equivocado.

El pastor podría haber vuelto a acostarse pero, en lugar de ello, siguió hablando con el hombre del teléfono acerca de la necesidad de tener una relación personal con Dios. Eso era justo lo que el hombre necesitaba oír. Unos minutos más tarde, estaba agradeciendo al pastor.

-Usted realmente me ayudó esta mañana -dijo.

El hombre contó a un amigo cómo había marcado un número equivocado y había recibido ayuda espiritual de un hombre de buen corazón. El amigo decidió llamar al Pastor Hall, y a su vez se lo contó a otro amigo. El ciclo continuó, y ese día el pastor Hall recibió 19 llamadas más.

Ese fue el comienzo de su ministerio telefónico. Pronto, estaba recibiendo más de dos mil llamados por semana. Gente rica, gente pobre, gente famosa, gente desanimada; todos querían hablar con el pastor Hall de asuntos espirituales.

El pastor tuvo que hacer que instalaran más teléfonos, y el ministerio telefónico se convirtió en un proyecto de tiempo completo.

Durante los siguientes once años, antes de que muriera en 1951, el pastor Hall habló con, por lo menos, setecientas mil personas. Y todo comenzó con un número equivocado.

Tú y yo podemos compartir el amor de Dios con quienes nos rodean de maneras ilimitadas. La Biblia dice: “Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos”. Está atento a esas oportunidades especiales, y permite que Dios te utilice para servir a otros hoy.

 LECTURAS DEVOCIONALES PARA MENORES
EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO
Por: Helen Lee Robinson