lunes, 11 de noviembre de 2013

¿YA TIENES LA CIUDADANIA CELESTIAL?

Portada Jovenes
El comandante se acercó a Pablo y le dijo: “Dime, ¿eres ciudadano romano?” “Sí, lo soy”. “A mí me costó una fortuna adquirir mi ciudadanía”, le dijo el comandante. “Pues yo la tengo de nacimiento”, replicó Pablo 
(Hechos 22:27, 28).

En la experiencia del apóstol Pablo que narra el texto de hoy se ve claramente la importancia de la ciudadanía. El concepto es fundamental en la historia de Roma. El ius civitatis (ciudadanía) se podía conseguir de varias maneras: por nacimiento (hijo legítimo de padre civis romanus), por liberación de la esclavitud, al comprar por una buena suma de dinero a algún magistrado competente, o por conquista. El apóstol Pablo era ciudadano romano por nacimiento y por eso se libró de un castigo injusto, como nos cuenta el libro de los Hechos 22:24-29.

Los emigrantes conocen por experiencia propia la importancia de la ciudadanía. Dolly Morrison contó la historia de su padre, un inmigrante que llegó a Estados Unidos desde Rusia.

Cuando los miembros de la familia se hicieron ciudadanos, se dieron cuenta de que no habían incluido a su hijo Louis en la solicitud con el resto de la familia. A causa de una serie de errores imprevistos, pasó mucho tiempo antes de que su solicitud fuera aprobada.

Finalmente, Louis se presentó ante el tribunal con otras cuatrocientas personas para hacer el juramento como ciudadanos. Aguardó con impaciencia a que lo llamaran por su nombre. Cuando el secretario casi terminaba la lista sin pronunciar el suyo, se preguntó: “¿Por qué no dijo mi nombre?” Cuando el secretario mencionó 398, 399, 400… había terminado.

Louis estaba abrumado. Su nombre no había aparecido. Se precipitó hacia el frente y chocó con una silla, pero se las ingenió para arrebatar de la mano del secretario el libro que ya estaba cerrado. En estado casi agónico, gritó: “¿Por qué no me llamó?” Llorando desesperadamente, se inclinó sobre el libro del cual se habían leído los nombres.

El juez ordenó al empleado que revisara el libro. Cuando lo hizo, encontró que el nombre de Louis Morrison era el segundo de la lista. Inadvertidamente lo había omitido de la lectura. Cuando se le comunicó lo que había sucedido, gritó: “Gracias a Dios, mi nombre estaba escrito en el libro”.

El apóstol Pablo dice: “Somos ciudadanos del cielo” (Filipenses 3:20). Debe haber un libro de registros. Asegúrate de que tu nombre esté escrito allí. Algunos llorarán amargamente cuando descubran que su nombre no está en el libro. Será el despertar más amargo que jamás podamos imaginarnos. Asegúrate de que tu nombre esté en el libro. Pide hoy a Dios que lo anote.

Lecturas Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías qué..? Relatos y anécdotas para jóvenes

Por Félix Cortez

REFLEJO

Portada Menores

Lugar: Italia

Palabra de Dios: Santiago 1:22-24

¿Te imaginas tener que buscar agua cada vez que quieres ver cómo te ves? Eso es lo que hacía la gente antes de que se inventaran los espejos. Buscaban un estanque de agua clara, donde pudieran verse reflejados. No sorprende que alguien haya decidido crear una alternativa más conveniente.

De acuerdo con los historiadores, los espejos aparecieron, probablemente, en la región de Mesopotamia en la Edad de Bronce, unos 3.500 años antes de Cristo. Pronto, se convirtieron en objetos codiciados.

Los espejos no estaban hechos de vidrio, como los que tenemos hoy, sino de bronce pulido. Al comienzo, tenían mangos sencillos de madera, marfil u oro. Luego, los artesanos comenzaron a crear mangos con diseños más elaborados, como animales, flores y aves. También, comenzaron a usar otros metales, como plata y oro.

Durante siglos, la gente usó espejos de metal. Luego, en el siglo XIV, los sopladores de vidrio de Venecia comenzaron a fabricar espejos de vidrio. El vidrio no era completamente liso, por lo que, cuando la gente se miraba, su imagen se veía nublada y distorsionada. No fue sino hasta 400 años más tarde que un francés se las ingenió para extender hojas de vidrio lisas y sin distorsiones. Y así es como tenemos nuestros espejos hoy.

La Biblia dice: “No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es”.

Eso no suena muy inteligente, ¿verdad? La próxima vez que te mires al espejo, recuerda este versículo bíblico. No seas como el hombre que se mira y luego se olvida. Escucha la Palabra de Dios, y haz lo que ella te dice.

Lecturas Devocionales para Menores 2013
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson

EL NIÑO DEDICADO A DIOS

Portada Pequeños

Tu oración: Querido Padre, gracias porque mamá se preocupa por mí para que aprenda de tu amor.

Versículo para hoy: «Le pedí al Señor que me diera este hijo, y el me lo concedió. 1 Samuel 1: 27.

EL BEBE de Ana era tan hermoso, así como tu cuando eras bebe. Ana le preparaba ricas papillas de frutas y verduras para que Samuel creciera grande y fuerte. Ana había orado a Dios para que le diera un hijo y Dios escucho su oración.

Ana le había prometido a Dios que cuando Samuel creciera lo iba a llevar al templo para que le sirviera a Dios. Ana le leía los rollos de la ley, le enseñaba a cantar y a orar.

Por fin llego el gran día, Ana llevo a Samuel al templo, él sabía que sería el ayudante del sacerdote. Ana agradeció a Dios por lo bueno que había sido con ella. Cada año, Ana subía al templo a ver a Samuel y le llevaba una hermosa túnica.

LECTURAS DEVOCIONALES PARA PEQUEÑOS
AMIGOS DE JESÚS
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

domingo, 10 de noviembre de 2013

LA UNIDAD ES ESENCIAL

Portada Desde el corazon
Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
Juan 17:11. 
  El Espíritu Santo desea actuar con el instrumento humano que es consagrado; este es el propósito de Dios. Nadie podrá cerrar la puerta que él abrió entre el cielo y la tierra… Cuando el pueblo de Dios establezca una correcta relación con él, y del uno con el otro, el Espíritu Santo será impartido en plenitud, para la complementación armoniosa de todos los integrantes del cuerpo. Nada debilita tan manifiestamente a una iglesia como la desunión y la contienda. Nada batalla más contra Cristo y la verdad que ese espíritu…
  Solo podemos estar unidos unos con otros si estamos unidos con Cristo… Muchos que ponderan los temas doctrinales pero no han aprendido de Cristo, se han encontrado incapaces de controlarse a sí mismos. Necesitan del poder del Espíritu Santo. Debemos buscar entender lo que significa estar en una unión total con Jesús, quien es la propiciación por nuestros pecados y por los pecados del mundo entero. Nuestra vida debiera estar ligada a la suya…
  Cuando el pueblo escogido de Dios sea de un solo pensamiento, las barreras del egoísmo desaparecerán como por arte de magia, y muchas, muchas más almas serán convertidas gracias a la unidad que existe entre los creyentes. Hay un cuerpo y un espíritu. Los que han estado edificando líneas territoriales de distinción, barreras de color y de clase, sería mejor que las derrumbaran mucho más rápido de lo que las erigieron.
  Aquellos en cuyo corazón Cristo mora, reconocen al Cristo que mora en el corazón de otros. Cristo nunca guerrea contra Cristo; Cristo nunca ejerce influencia contra Cristo. Los cristianos han de cumplir su trabajo, sea lo que fuere, en la unidad del Espíritu, para el perfeccionamiento de todo el cuerpo. La iglesia ha de ser purificada, refinada, ennoblecida. Los miembros han de expulsar del corazón los ídolos que han impedido su avance espiritual. Los más discordantes pueden ser integrados en armonía por la influencia del Espíritu. El desinterés propio ha de unir al pueblo de Dios con lazos firmes y tiernos. Hay un poder vasto en la iglesia cuando la energía de los miembros está bajo el control del Espíritu, y reúne lo bueno de toda fuente, educando, capacitando y disciplinando el yo. Así se presenta a Dios una organización poderosa, por medio de la cual él puede obrar a favor de la conversión de los pecadores. Así se conectan el cielo y la tierra, y todas las agencias divinas cooperan con los instrumentos humanos – Signs of the Times, 7 de febrero de 1900; parcialmente en Recibiréis poder, p. 87.

Tomado de  Meditaciones Matutinas para adultos 2013
"Desde el corazón"

Por Elena G. de White

ACTUANDO COMO FIELES HIJAS

Portada Mujeres
Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó. Génesis 1:27

En un pasado no tan distante, las niñas acostumbraban a jugar con unas clásicas muñecas y juegos de té. Dichos juegos imitaban los papeles tradicionales que la mujer desempeñaba en el hogar. Ahora, existe un nuevo enfoque con respecto a esas actividades tradicionales que, según algunos, tienden a “encasillar” a las niñas en un modelo que se considera no le corresponde a la mujer moderna. Llevados por dicha tendencia, muchos padres adquieren juguetes del tipo unisex para sus hijas. Incluso algunos las llevan a incursionar en el mundo de los entretenimientos para varones, pensando que quizá eso las colocará en una condición de igualdad.

Y yo me pregunto: ¿será acaso necesario criar a las niñas como varones para que en el futuro puedan exigir respeto e igualdad? Creo que no. Ese no es el camino para que una mujer llegue a ser exitosa. Las niñas deben ser criadas dentro de los márgenes propios de su género, recordando que son creación de Dios y que ese solo hecho las hace especiales y únicas. De ese modo aprenderán a apreciar su sexo. Asimismo, al observar a su madre, y al distinguir los valores masculinos cuando observan a su padre, aprenderán a distinguir las cualidades de cada uno de ellos. Una madre segura de si misma y satisfecha con su rol femenino ejercerá una influencia poderosa y positiva en la vida de sus hijas.

Hoy es un buen día para preparar a nuestras hijas para enfrentar las luchas de la vida, y para el goce de la vida eterna en el reino de los cielos. No nos confundamos con algunas voces contemporáneas, roguemos más bien a Dios para que estemos en capacidad de escuchar su voz, y que al ser guiadas por ella, seamos un positivo instrumento en la dirección que demos a nuestras hijas.

Querida hermana, toda la ayuda divina está a nuestra disposición. Dios nos observa con amor y comprensión; él está listo a escuchar nuestras oraciones y a prestarnos la ayuda que necesitamos. Él conoce las cargas que pesan sobre el corazón de toda madre y de toda hija. Asimismo, es el mejor amigo de ellas en todo momento.

Sus brazos reciben a la madre fiel y a la hija temerosa de Dios.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

LAS PROMESAS DE MIQUEAS TAMBIÉN SON PARA TI

Portada Jovenes
Ellos pastorearán a Asiria con la espada; con la daga, a la tierra de Nimrod. Si Asiria llegara a invadir nuestro país, si llegara a profanar nuestras fronteras, ¡él nos rescatará! (Miqueas 5: 6).


  En a la actualidad muchos habitantes de nuestro mundo se sienten confundidos por el rápido ritmo de los acontecimientos. El statu quo y la estabilidad con que contaban han desaparecido en gran medida. Cuando las cosas parecen más desesperadas necesitamos aferramos a las promesas de Dios. La historia de los Kuwamoto, que vivían en Hiroshima, Japón, ilustra cómo actúa Dios. La señora Kuwamoto consideraba que su esposo era un caso sin remedio. Estaba en la cocina cuando estalló la bomba atómica. La casa se desplomó y los sepultó a todos. La señora estaba bastante maltrecha, pero logró salir arrastrándose entre los escombros. Sacó a su huésped que también estaba entre los escombros, pero al señor Kuwamoto lo aplastaba una pesada viga. Por más que empujaba y tiraba de él, la señora no conseguía liberar a su esposo.
  La radiación térmica de la bomba, con temperaturas superiores a los 3,000 grados centígrados, se combinó con los fuegos de las cocinas para producir devastadoras tormentas de fuego que barrieron la ciudad. El incendio se acercaba a lo que había sido la casa de los Kuwamoto. El señor se dio cuenta de que estaba condenado. Allí tuvo con su esposa la conversación más seria de su vida. Hasta ese momento no había querido escucharla cuando lo instaba a arreglar sus cuentas con Dios. Pero ahora manifestó un temeroso interés en la verdad. Confesó sus pecados y su testarudez. Dijo que sabía que lo que ella había intentado enseñarle a lo largo de muchos años era verdad. Quería que Dios lo perdonara y le pidió que orara por él para que pudieran estar juntos en el cielo. Después de la oración insistió en que ella lo dejara y huyera para salvar su vida. Para ella fue terrible abandonar a su compañero a la muerte, pero él insistió y por fin ella escapó.
  Al día siguiente, la señora Kuwamoto se abrió pasó por en medio de los escombros de la ciudad destruida. Apenas pudo identificar su hogar. Cuando por fin lo consiguió, vio que su casa había sido totalmente destruida. Encontró los restos de su esposo, se arrodilló para elevar una oración silenciosa y lo encomendó a su Padre celestial, agradecida porque al fin había aceptado la salvación. Así actúa Dios. Confía en sus promesas. Las promesas de la Biblia siguen vigentes.
Tomado de: Meditaciones Matinales para Jóvenes 2013
“¿Sabías qué…?”
Por: Félix H. Cortéz

EL POZO DEL MILAGRO

Portada MenoresLugar: Japón

Palabra de Dios: Juan 4:14

  “El que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará eterna”. El proceso de perforación había comenzado. Tres metros, seis metros, nueve metros… Seguramente, a los nueve metros encontrarían agua. El viejo pozo del colegio ya no estaba suministrando suficiente agua para todos los alumnos, así que los profesores juntaron dinero para perforar un nuevo pozo. Veinte metros, 24 metros, 27 metros, 30 metros… Y todavía no había agua.
  Los hombres siguieron perforando más y más hondo. A los 45 metros, los profesores y los alumnos del colegio comenzaron a preocuparse. Tenían suficiente dinero solamente para perforar hasta los sesenta metros. ¿Qué pasaría si no encontraban agua allí? Cincuenta metros, 55 metros, 58 metros. Todos seguían orando, para que Dios los bendijera.
  Y entonces sucedió. Muy poco antes de los sesenta metros, encontraron agua, mucha agua. Pero, su alegría duró poco. Junto con el agua, salía una arena fina medio azulada. No solo eso; también, el agua que salía tenía un gusto asqueroso, parecido a huevo podrido. Los que analizaron el agua dijeron que la arena desaparecería en unas seis semanas. Pero ¿y el terrible sabor? Bueno, ellos no podían hacer nada con respecto a eso.
  Los profesores y los alumnos siguieron orando. “Señor, tú sabes que no tenemos dinero para perforar otro pozo, y necesitamos del agua realmente. Por favor, bendícenos, y ayúdanos de alguna manera a conseguir el agua que necesitamos”.
  A la mañana siguiente, los profesores y los alumnos bebieron el agua, anticipando el sabor a huevo podrido. Para su sorpresa, no tenía ningún gusto. Y, cuando el colegio envió el agua para ser analizada, los resultados indicaron que el agua era tan pura que no necesitaban hervirla, para poder tomarla. Dios había respondido su oración.
Lecturas Devocionales para Menores 2013
En algún lugar del Mundo
Por Helen Lee Robinson