Te enseñaré el camino que debes
seguir.
Salmo 32: 8.
En sus marcas,
listos, ¡fuera! El disparo de salida surca el viento, dando así comienzo a la
carrera. La multitud anima a los corredores olímpicos, que dejan atrás la línea
de salida y luchan por sus posiciones. El tramo que tienen por delante es largo
y complicado. Los competidores deberán subir colinas y atravesar valles. Paso a
paso y kilómetro a kilómetro, llegarán a la meta.
Para
ganar una carrera de larga distancia hace falta más que simplemente saber
correr. Hace falta talento, determinación, horas de entrenamiento, una
alimentación equilibrada, e incluso un buen descanso. La diferencia entre el
ganador y los demás corredores también tiene mucho que ver con la capacidad de
su entrenador para motivarlo y enseñarle cómo ganar.
Cada corredor
analiza con su entrenador sus propias carreras y las que han corrido otros
campeones olímpicos. El entrenador desarrolla una estrategia para ganar,
indicándole a su corredor en qué momentos debe ir al mismo paso de los demás
corredores, y cuándo debe cambiar de ritmo. Para ello, analiza el estilo de los
rivales. Aunque a primera vista parezca que el corredor va solo, no es así. El
entrenador lo acompaña durante toda la carrera.
Comparte
estrategias con él sobre la mejor manera de ganar, y lo anima en todo momento.
Yo también soy
corredora, pero de las olimpíadas del Cielo, y tengo un Entrenador. Mi
Entrenador y yo planificamos juntos la mejor manera de correr la carrera. El me
ayuda a identificar las fallas que hacen que me rezague, y me dice qué debo
hacer para ganar. Pone a mi disposición los mejores instrumentos de ayuda que
existen y me enseña las fortalezas y debilidades de corredores del pasado como
Moisés, Daniel, Sara o Rut. Me advierte sobre las engañosas tácticas de «mi
gran rival». Mi Entrenador, Jesús, ha trazado una estrategia ganadora diseñada
especialmente para mí. El es también tu Entrenador, y puede mostrarte el camino
a seguir para ganar la carrera. Con toda seguridad venceremos si seguimos sus
instrucciones.
Hoy nos
encontramos posicionados en la línea de salida de un nuevo año. Estamos
entrenando para las olimpíadas celestiales, y nuestro Entrenador está dándonos
las instrucciones para que ganemos la carrera. Así que… en sus marcas, listos,
¡fuera!
LECTURAS
DEVOCIONALES PARA MENORES 2014
EN LA CIMA
Por: Kay D. Rizzo