Y el rey dijo a Daniel: El
Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre. Daniel 6:16.
Por cuenta de sus oraciones a Dios, Daniel fue echado al foso de los
leones…
Pero Daniel continuó orando, incluso entre
los leones. ¿Olvidó Dios a su siervo fiel y permitió que fuera destruido? Oh,
no. Jesús, el poderoso comandante de los ejércitos del cielo, envió a sus
ángeles para cerrar las bocas de aquellos leones hambrientos, a fin de que no
hicieran daño al devoto hombre de Dios; y hubo paz en aquel terrible foso. El
rey presenció la preservación milagrosa de Daniel y lo sacó de allí con
honores, en tanto que los que habían planeado su destrucción fueron totalmente
destruidos, con sus esposas e hijos, de la terrible manera en que habían
planeado destruir a Daniel.
Por medio del valor moral de este hombre,
que escogió tomar un curso correcto en vez del político, incluso bajo peligro
de muerte, Satanás fue vencido y Dios fue honrado…
Daniel era un gigante moral e intelectual;
pero no alcanzó esta preeminencia instantáneamente y sin esfuerzo.
Continuamente buscaba el conocimiento elevado, los logros más nobles. Otros
jóvenes tuvieron las mismas ventajas, pero a diferencia de Daniel no concentraron
todas sus energías en la búsqueda de sabiduría: el conocimiento de Dios
revelado en su Palabra y sus obras. Daniel no era sino un joven cuando fue
llevado a una corte pagana para servir al rey de Babilonia. Y debido a su
juventud extrema cuando enfrentó todas las tentaciones de una corte oriental,
su noble resistencia ante el error y su firme adherencia a la justicia a lo
largo de su extensa carrera son aun más admirables. Su ejemplo debiera ser una
fuente de fortaleza para los probados y los tentados, incluso en nuestros días…
De la historia de Daniel podemos aprender
que un cumplimiento estricto de los requisitos de Dios demostrará ser una
bendición no solo en la vida inmortal futura, sino también en la vida presente.
Por medio de los principios religiosos, podemos triunfar sobre las tentaciones
de Satanás y las artimañas de los impíos, aunque nos cueste un gran sacrificio…
Vivimos en el período más solemne de la
historia de este mundo, cuando ruge el último conflicto entre la verdad y el
error; y necesitamos valor y firmeza a favor de la justicia, y la confianza
basada en una oración no inferior a la de Daniel - Signs of the Times, 4 de
noviembre de 1886.
MEDITACIONES
MATINALES PARA ADULTOS 2013
DESDE
EL CORAZÓN
Por: Elena G. de White