sábado, 4 de enero de 2014

UN CANDIDATO POCO PROBABLE PARA EL MINISTERIO

DEVOCIÓN MATUTINA ADULTOS FONDO PORTADA 2014
De cierto, de cierto te digo,
que el que no naciere de nuevo,
no puede ver el reino de Dios.
Juan 5:3.

Fue en la euforia optimista y expectante del Segundo Gran Despertar que descubrimos a quien parecía ser un candidato bastante desahuciado para el ministerio.

De hecho, a los veinte años de edad, Guillermo Miller (nacido en 1792) estaba más interesado en burlarse de los predicadores que en imitarlos. En particular, descubrió que aquellos de su familia eran objetivos especialmente buenos para esa clase de diversión. Los “favorecidos” por esa actividad incluían a su abuelo Phelps (un pastor bautista) y a su tío Elihu Miller, de la Iglesia Bautista de Low Hampton.

La imitación que Miller hacía de las peculiaridades devocionales de su abuelo y de su tío aportaba mucho entretenimiento para sus compañeros escépticos. Él imitaba con “seriedad grotesca” las “palabras, los tonos de voz, los gestos, el fervor y hasta el pesar que [sus parientes] pudieran manifestar por personas como él”.

Más allá de funcionar como entretenimiento para sus amigos, esas exhibiciones servían de testimonio de lo que era el joven Miller. Al igual que otros jóvenes en tiempos de rápida transición cultural, Miller había pasado por su propia crisis de identidad. Parte de su rebelión en contra de su familia, indudablemente, había sido un aspecto de la eterna lucha de los adolescentes por discernir quiénes son, en contraposición a sus padres.

Esa lucha, desgraciadamente, es igualmente difícil para los padres y los adolescentes. Ese era el caso de la madre de Guillermo, profundamente religiosa, que sabía de sus travesuras, pero lo que menos pensaba era que eran divertidas: para ella, el proceder de su hijo mayor era “la amargura de la muerte”.

Sin embargo, Guillermo no siempre había sido un rebelde religioso. En sus primeros años, había sido intensa y hasta atormentadoramente devoto. La primera página de su diario (que comenzó a llevar en su adolescencia) contiene la declaración: “De chico, me enseñaron a orar al Señor”. Como es la única declaración descriptiva de sí mismo en la introducción de su diario, debió haberle parecido una característica distintiva.

Pero, no duraría demasiado. En su adultez temprana, Miller dejó el cristianismo y se convirtió en deísta agresivo y escéptico, que satirizaba no solo a su abuelo sino también al cristianismo en sí.

Pero, el anciano abuelo Phelps nunca se dio por vencido. “No te aflijas tanto por Guillermo”, consolaba a su madre. “Todavía hay algo por hacer por él en la causa de Dios”.

Y así era. Pero, desdichadamente para ella, llevaría tiempo hasta que esa profecía llegara a cumplirse.

Phelps nunca dejó de orar por sus hijos y sus nietos. Aquí hay algo importante para quienes vivimos en el siglo XXI.
  
Meditaciones Matutinas para adultos
A MENOS QUE OLVIDEMOS
Por: George R. Knight

A PESAR DE LAS DIFICULTADES

DEVOCIÓN MATUTINA MUJER FONDO PORTADA 2014
“Así que no temas porque yo estoy contigo;
no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré;
te sostendré con mi diestra victoriosa”.
Isaías 41:10, NVI.

Fue un trabajo de parto muy difícil, porque mi bebé estaba mal ubicado y no podía descender por el canal de parto. La situación exigía una cesárea, pero finalmente el alumbramiento fue por parto natural.

Afronté mucho sufrimiento físico, pero al fin nació mi hermoso bebé, un regalo de Dios. Con la felicidad vino también el dolor.

Tuve que enfrentar la triste noticia de que mi hijito había nacido con una parálisis cerebral.  Cuando los médicos me lo comunicaron, creí que iba a enloquecer, y junto con mi familia entramos en un estado de desesperación y angustia, pensando que nuestro hijito no caminaría, no hablaría ni crecería.

No tuve el coraje de preguntarle al Señor el “por qué”. Pacientemente acepté la realidad y le pedí a Dios que me diera la humildad y el valor necesarios para aceptar esta terrible prueba. El Señor, en su infinita misericordia, me dio mucho amor, salud y paciencia. Durante los trece años que pasaron, pude ver la mano poderosa de Dios con nosotros. Nos unimos como familia, nos desenvolvimos con normalidad en el ministerio y la vida cotidiana. También tuvimos la oportunidad de testificar ante nuestros vecinos, amigos, la iglesia y las instituciones especiales donde mi hijito era atendido. Cada día recibíamos consolación, la fuerza del Señor.

En este mundo pasaremos por experiencias, felices, otras desconcertantes, difíciles o tristes, pero no desfallezcas. Jesús dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).

La promesa de Jesús es que naciste para ser una vencedora; victoriosa en todas las pruebas y dificultades de la vida. Por tanto, disfruta de los momentos gratos con gozo en tu corazón. Sonríe, consuela al que sufre y sé un lazarillo para el perdido y el desvalido. Mientras caminas en esta vida hacia la Canaán celestial ayuda, sirve, predica, testifica. Las promesas de Dios se cumplirán si las reclamas. Que Dios bendiga tu día y allane tus dificultades.

Bertha Lucana de Chuquimia , Bolivia
  
Meditaciones Matutinas para la mujer
DE MUJER A MUJER
Recopilado por: Pilar Calle de Henger

ABEL

DEVOCIÓN MATUTINA JÓVENES FONDO PORTADA 2014
Abel también presentó al Señor
lo mejor de su rebaño, es decir,
los primogénitos con su grasa.
Y el Señor miró con agrado
a Abel y a su ofrenda.
Génesis 4:4.
La historia de Abel es la primera de una serie lamentablemente extensa, en la que siempre el justo muere a manos del desobediente.

Abel no merecía morir. Abel se había portado bien y había obedecido fielmente a Dios; pero nada de eso lo salvó de la mano mortal de su hermano.

No pienses que por ser obediente, tomar un baño los viernes de tarde y ponerte una corbata los sábados de mañana, estarás absolutamente fuera de peligro. No pienses que por portarte bien, no ir a ciertos lugares y no comer ciertas comidas, tienes un certificado de “ intocabilidad”. La historia de Abel debería enseñarnos esto: los justos también sufren y también mueren.

Dios no te prometió un mundo sin espinas. Él dijo que en medio del valle de la sombra de muerte  estará contigo. Te podrás lastimar, pero tendrás la promesa de su compañía en todo momento.

La historia de Abel me recuerda la décima plaga de Egipto. El ángel del Señor iba a pasar por la tierra de Egipto cumpliendo con la mortal orden divina.

La única manera de salvar al hijo mayor de la familia era pintar con sangre de cordero el dintel de la puerta. No importaba cuán bueno o cuán malo fuera.

No importaba si iba a la iglesia o no, si cantaba en el coro de jóvenes o no, si fumaba o no. Lo único que el ángel iba a respetar era la sangre en el dintel. El “currículum espiritual” de la posible víctima no tenía importancia.

Muchas veces, “los pequeños santos modernos” creen que son tan perfectos que no precisan de la sangre del Cordero en el dintel de sus corazones. Pero, cuando eres consciente de tu verdadera condición, llevas ante el altar de Dios lo que él quiere recibir, y no lo que tú tienes ganas de darle.

Puede ser que a los ojos de algunos estés haciendo una insensatez, pero si es lo que Dios pidió, obedécelo: es lo mejor para ti.

Vive el día de hoy llevándole a Dios las ofrendas de gratitud que él desea.

MEDITACIONES MATINALES JÓVENES 2014
365 vidas
Por: Milton Bentancor

EL BUSCADOR DE ORO

menores 4
«Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó,
obedeció y salió para ir al lugar
que él le iba a dar como herencia.
Salió de su tierra sin saber a dónde iba»
(Hebreos 11:8).

La obsesión de Ed SchiefFelin por la minería comenzó a temprana edad, una mañana en la que visitó la mina de su padre en Oregón, Estados Unidos. Ed podía ver el brillo de las pepitas en el agua del río. Hacia el mediodía, ya había recolectado varias. Cuando mostró su tesoro a su padre, este se rió y le dijo: «Eso es mica. La llaman “el oro de los tontos”». A pesar de ello, Ed supo que dedicaría el resto de su vida a buscar aquel tesoro. Muchos años después, Ed se hizo rico al descubrir un yacimiento de plata en Tombstone, Arizona. Con el dinero que ganó les compró una casa a sus padres y se casó con una joven rica de California. Pero la emoción del descubrimiento se pasó, y Ed se cansó de su vida de rico porque quería volver a buscar yacimientos. Preparó su testamento, en el que le dejaba todo a su esposa y a su sobrino favorito, y se fue a Oregón. Construyó una cabaña cerca de un riachuelo y, cuando necesitaba alimento, iba caminando hasta una tienda del pueblo.

En una ocasión, pasaron varios meses sin que Ed fuera al pueblo, y el dueño de la tienda, extrañado de no verlo, decidió ir a su cabaña para ver si estaba bien. Encontró a Ed tirado en el suelo, boca abajo, fuera de la casa.

Había muerto de un ataque al corazón. En una cubeta que estaba tirada junto a su cuerpo, había oro. En su diario, Ed escribió que había encontrado tanto oro, que la mina de Tombstone no era nada en comparación. Dejó instrucciones sobre cómo llegar al yacimiento de oro, e indicó que había dejado una cobija roja para señalar el lugar.

Cuando la noticia de la muerte de Ed llegó a oídos de sus familiares, su sobrino viajó a explorar la zona, pero no encontró nada. Regresó a casa con las manos vacías, y la «mina de la cobija roja» se convirtió en una leyenda por todo el norte de Estados Unidos.

Al igual que Ed Schieffelin, Abraham, el personaje del versículo de hoy, salió sin saber cuál sería su destino. No lo hizo por aburrimiento, sino porque Dios se lo había pedido. Abraham cambió las comodidades de Ur por las incomodidades del desierto, no para encontrar riquezas, sino porque quería encontrar una ciudad de oro, «de la cual Dios es arquitecto y constructor » (Hebreos 11:10).

LECTURAS DEVOCIONALES PARA MENORES 2014
EN LA CIMA

Por: Kay D. Rizzo

UNA LUZ PARA EL CAMINO

Pqueños 2

Lo que Jesús dice sobre la Biblia

«Envía tu luz y tu verdad,
para que ellas me enseñen el camino»
(Salmo 43:3).

Vamos a jugar. Imagina que es una noche oscura y que caminamos por el bosque. [Oscurezca la habitación lo más que pueda.] Esta indicará el camino que queremos seguir. Colocaremos esta sábana sobre nuestra cabeza para que se vea más oscuro. La luz de esta linterna nos ayudará a no perder el camino por el bosque. [Use la linterna para iluminar el sendero trazado por la cuerda.]

Es divertido jugar con una linterna. La luz es útil y nos puede ayudar a encontrar nuestro camino.

La Biblia es como una luz. En ella hay un canto que dice: «Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino» (Salmo 119: 105).

La Biblia puede enseñarte el camino. Cuando las cosas te perezcan oscuras, es decir, que no las entiendas o no sepas qué hacer, la Biblia puede ayudarte a saber qué tienes que hacer. Puedes recordar las historias de Jesús y de otros personajes. La Biblia es como una luz que puede ayudarte a tomar decisiones correctas.

Querido Jesús, yo quiero seguir tu luz. Amén.

MEDITACIONES MATINALES PARA NIÑOS PEQUEÑOS
¿QUÉ DICE JESÚS?
Por: Rosanne C. Tetz

viernes, 3 de enero de 2014

UN TIEMPO DE ENTUSIASMO PROFÉTICO - 2

DEVOCIÓN MATUTINA ADULTOS FONDO PORTADA 2014
Y será predicado este evangelio
del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones;
y entonces vendrá el fin.
Mateo 24:14.

El estudio de las profecías bíblicas no fue la única reacción religiosa a la Revolución Francesa. La segunda fue el mayor reavivamiento religioso que haya conmovido a los Estados Unidos alguna vez. Desde comienzos de la década de 1790 y siguiendo con la de 1840, el Segundo Gran Despertar hizo más que cualquier otra cosa en la historia del joven país para transformar a los Estados Unidos en una nación cristiana.

Hubo una oleada de reformas sociales y personales que acompañaron el reavivamiento religioso. Muchos han llegado a creer que los avances políticos y tecnológicos de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX habían comenzado a proveer de la maquinaria para la “creación del cielo en la Tierra”. Surgieron cientos de movimientos reformistas con el propósito de mejorar a la sociedad humana.

Las sociedades reformistas surgieron en el siglo XIX en casi cada ámbito concebible de interés humano. Fue en esas décadas que las campañas en pro de la abolición de la esclavitud, la guerra y el uso del alcohol llegaron a ser factores importantes en la cultura estadounidense.

Además, surgieron sociedades con el fin de promover la educación pública; para mejorar el trato hacia los sordos, los ciegos, los discapacitados mentales y los prisioneros; la igualdad de los sexos y las razas; etc. Más allá del ámbito social, encontramos organizaciones patrocinadoras del avance personal, en esferas como la reforma moral y la salud, incluyendo la Sociedad Vegetariana Estadounidense.

Tanto religiosos como secularistas aunaron energías y recursos, con la esperanza de perfeccionar a la sociedad mediante una reforma. Pero, los religiosos fueron más allá de sus contemporáneos, mediante el establecimiento de sociedades bíblicas, sociedades misioneras nacionales y extranjeras, uniones de escuelas dominicales y asociaciones para la promoción de la sacralidad del domingo. Por primera vez, los cristianos protestantes sintieron la necesidad de predicar el evangelio a todo el mundo.

Debido a las reformas y al entusiasmo de la extensión misionera, las expectativas milenaristas eran omnipresentes en la década de 1830. Charles Finney, el gran evangelista estadounidense de la época, enunció la opinión predominante de las iglesias, cuando escribió en 1835 que “si la iglesia hiciera su deber” en la reforma, “el milenio llegaría a este país en tres años”.

La idea era que las reformas y otros aspectos del Despertar prepararan al mundo para el comienzo del milenio descrito en Apocalipsis 20, durante el cual la Tierra continuaría mejorando, hasta que Cristo regresara al final de los mil años.

Fue un mundo de frenesí milenarista al que Miller vino a predicar su mensaje adventista.

Como resultado, iglesias de todas partes lo recibían con los brazos abiertos.

Dios había preparado el camino. Siempre lo hace. Nuestro trabajo es seguir su conducción.

Meditaciones Matutinas para adultos
A MENOS QUE OLVIDEMOS
Por: George R. Knight

LA VIDA CORRE RAPIDAMENTE

DEVOCIÓN MATUTINA MUJER FONDO PORTADA 2014
“Todo tiene su tiempo,
y todo lo que se quiere debajo del cielo
tiene su hora”.
Eclesiastés 3:1.

Cuando un nuevo año comienza nos proponemos muchas metas, desafíos, sueños.

Deseamos lograr en ese año todo lo que el año anterior no nos permitió conseguir.

Comenzamos con entusiasmo, con nuevas fuerzas, con deseos de lograr lo que tanto anhelamos.

Al principio, todo nos parece fácil, tenemos doce meses para lograr nuestros objetivos, por lo tanto no nos desesperamos y nos tomamos el tiempo. Pronto nos damos cuenta de que el año pasa rápidamente, y con la misma velocidad se lleva nuestras decisiones.

Todo tiene su tiempo. Si bien es cierto que no debemos malgastar la vida, tampoco es sabio tomar decisiones apresuradas. A veces decidimos algo sin pensar demasiado en las consecuencias, y eso es causa de que algunas cosas nos salgan mal. No obstante, hay proyectos y sueños que “tienen su tiempo”, y si dejamos pasar ese tiempo, se irán con la vida y nunca los veremos realizados.

El político, científico e inventor estadounidense Benjamín Franklin, en una de sus conocidas reflexiones dijo: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, y yo me atrevo a agregar: “pero tómate un tiempo para pensar detenidamente antes de hacerlo”.

Pidamos siempre la dirección de Dios antes de tomar una decisión importante. Pidamos siempre su consejo cuando estemos confundidas o inseguras. Pidamos su ayuda cuando la carga sea demasiado pesada para nosotras. Pidamos a Dios que nos acompañe cada día, que camine a nuestro lado, asiendo nuestra mano, y que cuando estemos cansadas él nos lleve en sus brazos.

Él sabe lo que necesitamos, pero espera que se lo pidamos. De esa manera estrechamos comunión con él. Por eso, te invito a arrodillarte cada mañana para hablar con el Señor, imaginando que él está a tu lado escuchándote.

Él se siente feliz al ver que sus hijas toman un momento en su día para hablarle. Así lo sentirás cerca y su ayuda vendrá cuando la necesites.

Al comenzar este nuevo año, antes de fijarte metas, sueños o desafíos, proponte estar cerca de Dios, vivir a su lado, contarle tus sueños y serle fiel.

Entonces te sentirás segura de que él te ayudará a lograr lo que te propongas.

Mariana Ancheta Saffer, Uruguay
  
Meditaciones Matutinas para la mujer
DE MUJER A MUJER
Recopilado por: Pilar Calle de Henger