Hace mucho tiempo se me apareció el Señor y me dijo: “Con amor eterno
te he amado; por eso te sigo con fidelidad”.
Jeremías 31:3.
En
su libro Perdonar y olvidar, Lewis B. Smedes cuenta la historia de Fouke y su
esposa Hilda. Fouke era un panadero alto y delgado que vivía en la aldea de
Faken, en lo más recóndito de Frisia, en los Países Bajos. Era tan recto que su
justicia parecía brotar desde sus labios delgados y la gente prefería
mantenerse alejada de él. La esposa de Fouke, Hilda, era pequeña y redonda. Su
calidez no repelía a la gente con sus lecciones de honradez, sino que más bien
los invitaba a su corazón que siempre parecía estar abierto para servir a
todos.
Hilda
amaba y respetaba a su esposo, pero anhelaba de él algo más que su justicia y
rectitud, y en ese anhelo secreto residía la razón de su tristeza. Un día,
después de haber trabajado toda la mañana amasando pan, Fouke regresó a casa
donde encontró a un extraño en la cama con Hilda.
La
historia del adulterio se convirtió en la conversación de la taberna y el
escándalo de la congregación de Fouke. El recto panadero sorprendió a todos,
sin embargo, cuando anunció que perdonaba a su esposa como la Biblia decía que
debía hacerlo. Sin embargo, en lo profundo de su corazón, Fouke no podía
perdonar a su esposa por haberlo traicionado tan dolorosamente. Cuando pensaba
en ella sentía que el corazón se le llenaba de rabia. En su interior la
despreciaba y la odiaba. Quizá sin saberlo, Fouke había perdonado a Hilda solo
para castigarla con el peso de su rectitud.
La
falsedad de Fouke, sin embargo, no era aprobada en el cielo. Cada vez que Fouke
sentía ese odio secreto, un ángel bajaba y colocaba una piedrecita del tamaño
de un botón en el corazón de Fouke. Las piedrecitas fueron aumentando el dolor
y el odio. El corazón creció tanto que Fouke se dobló bajo su peso y el dolor
se hizo insoportable hasta que el hombre deseó morir.
Esa
noche, el ángel que colocaba las piedrecitas anunció a Fouke que su dolor podía
ser curado. Si recibía el milagro de los ojos mágicos, su corazón lastimado se
renovaría.
Mañana
continuaré con esta historia. Es posible que tú pases por la situación de
Fouke.
Alguien
te lastimó, hay odio y dolor en lo más profundo de tu corazón. Ese dolor tiene
solución si recibes el milagro de los ojos mágicos. Ese milagro lo puede hacer
Dios en tu vida.
Lecturas
Devocionales para Jóvenes 2013
¿Sabías qué..?
Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix Cortez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario