sábado, 20 de julio de 2013

LAS ACTITUDES DETERMINAN LA CALIDAD DE VIDA


Este es el pacto que haré con ellos después de aquel tiempo -dice el Señor-: Pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su mente. 
Hebreos 10:16

Te has preguntado alguna vez por qué algunas personas desarrollan una buena calidad de vida, a pesar de que están rodeadas de circunstancias adversas? ¿Y por qué otras, aun teniendo los vientos a favor, viven en forma miserable?

¿Por qué algunos que reciben las mismas oportunidades viven derrotados; mientras que otros tienen una vida rica y productiva? Aparentemente hay quienes saben sacar jugo a la vida, y otros dejan que la vida les saque el jugo a ellos.

Nuestras actitudes determinan en gran manera nuestra calidad de vida. Son las fuerzas que nos orientan a la hora de enfrentar las demandas y los desafíos de la vida. Nos valemos de ellas para interpretar la realidad, y esto es diferente para cada persona.

Las actitudes tienen componentes cognitivos y emotivos. Esto quiere decir que todas nuestras actitudes tienen que ver con las experiencias vividas y con la interpretación emotiva que hagamos de ellas. El apóstol Pablo, al escribir a los romanos, les exhortó a renovar su entendimiento. Les dijo: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).

Amiga, si al hacer una análisis de tu vida te das cuenta de que está salpicada de experiencias y emociones negativas, y que de algún modo afectan a tus actitudes y a tu conducta presente, recuerda que Dios puede transformar tu mente para que veas desde una perspectiva diferente tu pasado, y no sea un lastre que te impida disfrutar de la vida y esperar del futuro lo mejor. El consejo divino para este día es: “Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse -el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad” (Efesios 4:22-24).

Te reto a que hagas de este día un cambio radical en tus actitudes negativas, para que así te transformes en una mujer que agrade a Dios y sea un ejemplo digno de imitar.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
“Aliento para cada día”
Por Erna Alvarado

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